
Miles de estudiantes, docentes y no docentes de las universidades públicas en todo el país participarán este martes de la gran marcha en contra del ajuste presupuestario, que podría llevar al cierre del sistema universitario nacional. De esa manera, y bajo el lema "En defensa de la educación pública", la comunidad universitaria se manifestará en oposición al recorte dispuesto por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo. En este contexto, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Waldo Wolff, trabaja en conjunto con su par de Nación, Patricia Bullrich, para organizar la aplicación del protocolo antipiquetes en la movilización.
Vale recordar que el reclamo fue iniciado por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y se adhirieron más de 70 universidades nacionales en todo el país. Además, la CGT y las dos CTA convocaron a la movilización nacional, dándole el formato de Marcha Universitaria Federal, con el reclamo: “Desfinanciamiento, no. Educación pública y gratuita, si”. Asimismo, se sumaron espacios políticos, como el kirchnerismo, la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica, movimientos sociales y piqueteros, por lo que se espera que sea un evento multitudinario.
La concentración principal será a partir de las 15:30 en el Congreso Nacional, en la equina de las avenidas Callao y Rivadavia. Desde allí, se trasladarán hacia Plaza de Mayo, donde a las 18 se leerá frente a la Casa Rosada un documento elaborado de forma consensuada entre la UBA, todas las facultades y otras universidades nacionales. Las calles aledañas permanecerán cortadas al tránsito desde temprano, ya que se prevé que los estudiantes comiencen a arribar a la zona cerca del mediodía.
Los organizadores de la marcha pidieron evitar identificaciones partidarias, por lo que solo estará permitido llevar banderas argentinas y en defensa de la universidad pública. Sumado a esto, se promovió llevar un libro a la concentración para provocar un mayor impacto.
Cómo será el operativo de seguridad
El Ministerio de Seguridad de la Nación a cargo de Patricia Bullrich y la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Waldo Wolff, coordinan un fuerte operativo de para llevar a cabo el protocolo antipiquetes en el centro porteño.
Ambas fuerzas trabajarán de manera conjunta de manera presencial y virtual, con la idea de monitorear todos los puntos de la movilización.
"Con el objetivo de fortalecer el orden en el espacio público durante toda movilización, el Ministerio ha establecido desde el comienzo de la actual gestión, diferentes directivas para que coexistan, en armonía, quienes deseen circular libremente con aquellos que quieran manifestarse dentro de la ley. Ambos derechos deben respetarse y ejercerse de manera equilibrada y sin conflicto", señaló la oficina de Prensa del ministerio de Seguridad de la Ciudad.
A su vez, detallaron que "ante el pedido de autorización que las Universidades y el Frente Nacional Universitario solicitaron al Ministerio de Seguridad de la Ciudad para realizar la movilización prevista para el día 23/4, el Ministerio informa la aceptación en cuanto a lo requerido":
En este sentido, el Ministerio de Seguridad porteño informó que "se deberá cumplir con las leyes vigentes y respetar el recorrido de la movilización planteado. Las fuerzas de seguridad de la Ciudad tienen como prioridad cuidar la libertad de todos los ciudadanos y asegurar el orden en la convivencia social".
Qué dijo Bullrich de la marcha universitaria
A diferencia de la última movilización multitudinaria que se llevó a cabo en la Ciudad de la Memoria, el pasado 24 de marzo por el Día Nacional de la Memoria, en esta oportunidad, no hubo autorización oficial para obstaculizar calles y avenidas. Sin embargo, la propia ministra de Seguridad aclaró que la aplicación del protocolo antipiquetes dependerá de la cantidad de gente que participe de la marcha.
"El protocolo tiene que ver con la cantidad de gente que va, yo conozco más o menos el número de gente que va a ir", reconoció Bullrich anoche en declaraciones televisivas.
La ministra habló de la posibilidad de "provocaciones" por parte de la CGT, la CTA y la izquierda, a los que acusó de "generar una situación para poder movilizarse de acá a la eternidad".
Por su parte, desde la Casa Rosada reconocieron el "reclamo legítimo" de estudiantes de salir a la calle, pero aseguraron que existen unos "pocos dirigentes" que los usan para hacer hacer una apropiación "política" de la marcha.
"La marcha es algo incentivado por la política. Nos preguntamos por qué algunas autoridades levantan la voz ahora y no el año pasado, cuando la inflación fue del 200%. Nosotros apoyamos la educación pública y gratuita de calidad, pero no vamos a hacer asignaciones arbitrarias de recursos; no vamos a dejar pasar la hipocresía de quienes quieren sostener sus privilegios", dijo el vocero Manuel Adorni en la conferencia diaria de la Casa de Gobierno.