Milei ningunea al PRO y arriesga su sociedad con Macri - Política y Medios
07-10-2024 - Edición Nº6093

LA INTERNA, DESDE ADENTRO

Milei ningunea al PRO y arriesga su sociedad con Macri

En la última semana, sin Milei en el país, los funcionarios del Gabinete negociaron la letra chica del proyecto con bloques opositores como la UCR y Hacemos Coalición Federal, pero no hubo diálogo con el PRO.

Por: J.NyE

 

El nuevo debate de la ley de Bases podría derivar en la primera sanción de una norma escrita por Javier Milei, pero podría dejar secuelas complicadas. La principal es la distancia que empieza a haber entre el presidente y Mauricio Macri, quien por ahora oficia de socio tácito del Gobierno.

En la última semana, sin Milei en el país, los funcionarios del Gabinete negociaron la letra chica del proyecto con bloques opositores como la UCR y Hacemos Coalición Federal, pero no hubo diálogo con el PRO.

No sólo eso: el bloque amarillo de Diputados ni siquiera recibió antes que el resto del borrador de la ley Bases y el pacto fiscal que Milei quiere aprobar en las próximas semanas.

El PRO tampoco fue convocado para la ronda de sugerencias que sí tuvieron las otras bancadas, que son claves para que LLA reúna una mayoría del recinto, pero pueden ser inocuas si el PRO, alguna vez, se anima a dejar sus sillas vacías. 

Por ahora, no es opción, aunque puede serla en el futuro. El ninguneo generó un sismo en el bloque conducido por Cristian Ritondo, quien tiene la costumbre de hacer encuentros cada martes.

El último, era justamente el día elegido por el Gobierno para difundir las últimas versiones de las leyes que quiere sancionar para salir de su sequía legislativa.

Ningún diputado amarillo tenía idea de lo que se hablaba por los medios, aun cuando muchos temas fueron trabajadores por miembros de esa bancada, con proyectos de ley presentados.

María Eugenia Vidal, por caso, expresó su malestar cuando el titular de Anses, Mariano de los Heros, fue al Congreso a defender el decreto que definió una nueva fórmula de movilidad previsional.

La ex gobernadora tiene una iniciativa sobre el tema, que además de indexar por inflación contempla un ajuste por salarios y no fue tenido en cuenta. “Es la que pide la jurisprudencia de la Corte”, le aclaró al funcionario.

La bancada PRO de la Cámara baja tiene 37 miembros y tres grupos bien marcados. Una decena son figuras cercanas a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, liderados por Daniel Arabia y Silvana Di Giúdice.

Un número similar trabajaron para la candidatura presidencial de Horacio Rodríguez Larreta y quedaron con las manos vacías. Son los casos de Silvia Lospennato y Álvaro González.

En estos meses tuvieron una conducta ejemplar para los intereses de Milei: votaron cada palabra de la ley ómnibus y hasta colaboraron con cuestiones logísticas.

Lospennato, experimentada en rosca legislativa, fue quien saltó al rescate de Martín Menem en el recinto cada vez que el kirchnerismo intentó arruinarle la sesión. Ninguno fue premiado: por el contrario, Milei los sumó a la lista de aliados útiles y ahí los tiene.

En el Senado la situación no es diferente: la larretista Guadalupe Tagliaferri, que preside la Comisión de Acuerdos, no tiene diálogo con el Ejecutivo sobre cuándo llegarán los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como candidatos a jueces de la Corte Suprema.

Victoria Villarruel no tiene contactos con el Ejecutivo que le permitan saberlo. Macri nunca avaló esos candidatos y empezó a promover a Jimena Latorre para reemplazar a Lijo.

El expresidente, por ahora, se deja ningunear por Milei. En la reunión que tuvo con los jefes del PRO de cada provincia, prometió defenderlos de una eventual alianza con La Libertad Avanza. Eso significa, priorizarlos en las nóminas, para lo tendrá que negociar, mano a mano, con Karina Milei.

El problema de la tropa amarilla es que no saben cómo diferenciarse de Milei si lo acompañan sus proyectos sin chistar. Y en caso de darle la espalda, tampoco está claro dónde quedan parados. Gobernadores e intendentes radicales están en una situación similar:  no se atreven a criticar la agenda presidencial.

En el PRO, esa situación es todavía más compleja, por el apoyo explícito que Macri le hizo a Milei en el ballotage y sembró un idilio entre su electorado y el libertario que sigue reflejándose en las encuestas.

El ex presidente empezó esta semana una agenda para acercarse a miembros del Gabinete y poder colar su gente. Fue recibido por Santiago Caputo, el asesor estrella de Milei.

Macri responsabilizó al consultor de cerrarle la puerta a la dirigencia amarilla en las segundas o primeras líneas del Gobierno. Por la misma razón cuestiona al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, dueño de la agenda de gestión en temas no económicos.

A todos, el titular del PRO les reclama lo mismo: ser parte de las decisiones oficiales, para recién después garantizar los votos. Por ahora, Milei cree que puede arrastrarlo sin anticipar nada.

Milei juega con un dato: Bullrich sigue siendo mucho más popular que Macri y tiene la titular del congreso del PRO, lo que le permitirá influir cuando se discuta el marco de alianzas del partido. 

Nadie sabe cuándo será. O si habrá alguien capaz de discutir una alianza con La Libertad Avanza y sostener alguna chance de seguir con poder político. Por si acaso, los PRO que se resisten a ser aliados obedientes quieren empezar a tirar piedras rápido. Cuánto antes.

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