MYRYAN PRUNOTTO
México denunció Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por el asalto que las fuerzas de seguridad de ese país realizaron contra la Embajada mexicana en Quito, donde se llevaron por la fuerza al exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, quien se encontraba en condición de asilado político.
El asalto a la Embajada mexicana ocasionó un escándalo internacional. Todo el arco político internacional rechazo este hecho: desde el gobierno argentino del ultraderechista Javier Milei, hasta el gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
La invasión a la Embajada trasgredió los acuerdos de la Convención de Viena, a los que tanto México como Ecuador habían adherido, que plantean la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y también los acuerdos de derechos humanos sobre la potestad de los países de otorgar asilo político.
En consecuencia, y según explicó en conferencia de prensa la Canciller, Alicia Barcena, México exige “la suspensión de Ecuador como integrante de la Organización de las Naciones Unidas en tanto no se emita una disculpa pública, reconociendo las violaciones a los principios y normas fundamentales del derecho internacional”.
El gobierno mexicano también pidió a los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que apoyen el pedido de sanciones contra Ecuador.
“No hay espacio para titubeo. Estos hechos deben ser condenados internacionalmente para salvaguardar las leyes que rigen los países. El comportamiento desproporcionado del Gobierno de Ecuador no debe sentar precedente alguno”, afirmó Bárcena.
La canciller remarcó que “en esta hora crucial para América Latina y el Caribe, hemos presenciado la brutal e injustificada embestida de Ecuador contra nuestra embajada, nuestro personal diplomático, contra mi país y nuestra integración regional”.
“Las aberrantes imágenes de violencia, abuso y sometimiento que sufrió nuestro personal diplomático quedarán plasmadas en la historia”, señaló Bárcena.
Glas denunció que fue brutalmente golpeado
El ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas denunció que fue golpeado brutalmente durante la detención y aseguró que no podía pararse por “brutal paliza” que le habían dado las fuerzas de seguridad cuando entraron en la habitación en que la descansaba en la Embajada de México.
Según narró el ex vicepresidente, además arrojarlo al piso, pisarle el cuello y darle patadas en las costillas, uno de los oficiales le dijo “para que te acuerdes de mí” y luego le dislocó los pulgares.
Tas ello, Glas fue sacado por la fuerzas por los efectivos de seguridad quienes lo tomaron de pies y manos, al tiempo que, como se puede apreciar en los videos que luego fueron difundidos, los funcionarios de la embajada que intentaban impedir en hecho eran golpeados por los efectivos policiales.
Tras la detención el exvicepresidente ecuatoriano estuvo incomunicado hasta el pasado miércoles cuando finalmente tuvo la oportunidad de conectarse con sus abogados y familiares cercanos vía zoom.
“Por fin sus hijos y sus abogados pudieron conectarse con Jorge Glas vía Zoom. Ha sido vejado y torturado. Actualmente está incomunicado y sin siquiera luz solar. Hemos confirmado que la emergencia médica fue intento de suicidio. No ha comido nada y se encuentra en huelga de hambre. Responsabilizamos a Daniel Noboa de la integridad física y emocional de Jorge. Le recuerdo a Noboa que claramente ha cometido el delito tipificado en el artículo 125 del Código Penal”, señaló el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa.
Según señaló, también en la red social X, la abogada Sonia Vera, representante legal de Glas, que actualmente el ex vicepresidente se encuentra en huelga de hambre en protesta por su arresto y en reclamo por su libertad.
