Por: J.NyE
Karina Milei no tiene intención de parar: en el reinicio de discusiones legislativas claves para el Gobierno, se lanzó a armar un partido político para controlar las listas en 2025 y, quizá, animarse a la primera incursión electoral propia.
La hermana del presidente, con el cargo de secretaria general, exige que nadie se acerque a la Casa Rosada sin pedirle permiso. Así, interfiere en la definición de los cargos y despidos del Gabinete. Nadie queda en pie si se le discute algo.
Con ese poder, la hermana Milei recorre el país para armar el partido La Libertad Avanza y definir las candidaturas de los próximos comicios. Si prospera su plan (necesita inscribir al menos cinco provincias), a diferencia de 2023, no necesitará de otros partidos para armar un frente que pueda competir.
La temprana arquitectura electoral de Karina no puede esperar, porque la inscripción del partido, llamado La Libertad Avanza, requiere de la venia de jueces electorales que suelen llevarse bien con gobernadores.
Milei dio mucha ventaja el año pasado por no tener partido propio. Además de regalar bancas a partidos menores que poco interés tienen en el ideario liberal, como el MID y Unite, no pudo presentar listas en Misiones y Santa Cruz, donde hubiera ganado bancas para las dos Cámaras. Si llega a 2025 con los papeles al día en todo el país, no tendrá esos problemas.
Aunque se siente protegido por su hermana, Milei sufre las consecuencias de tenerla de escudo, justo cuando necesita tener ordenada su tropa y buscar aliados en el Congreso.
El presidente se auto impuso un plazo hasta el 25 de mayo para sancionar el acuerdo fiscal con las provincias y una nueva versión de la ley de bases y puntos de partidas para la libertad de los argentinos, conocida como ley ómnibus.
Para lograr ese objetivo, el jefe de Estado precisa consolidar su alianza con el PRO y sumar a los opositores dialoguistas que en febrero le dieron la aprobación en general de ley bases, pero luego reescribieron el articulado y lo obligaron a suspender el debate.
La UCR, los partidos provinciales y ex macristas devenidos en outsider lideran esa nómina de potenciales aliados. La prematura avanzada electoralista de Karina altera el diálogo político del Gobierno.
En el PRO se preparan para enfrentarla: los referentes de las provincias le aclararon a Mauricio Macri, presidente del partido, que de haber una alianza con los libertarios no están dispuestos a ceder lugares en las listas a sus coterráneos que se dicen oficialistas y en muchos casos son peronistas reciclados.
El ex presidente prometió no dejarlos fuera de una alianza con La Libertad Avanza, aunque con Karina adueñándose de la lapicera no le será fácil defenderlos.
Milei repite en reuniones privadas que quiere una alianza con el PRO y se desentiende del diseño jurídico para llevarla a cabo. No hay muchas opciones: si unen los sellos en un frente cada uno tendrá un apoderado para validar las nóminas. Sería Karina y Macri tironeando una lapicera.
La secretaria general también abrió un frente interno. Intentó desplazar al jefe del bloque LLA, Oscar Zago, porque es el dueño del sello MID, uno de los aportantes del Frente electoral.
No pudo, porque Milei no levantó el teléfono para ayudarla. Son los desencuentros entre hermanos que desorientan a los libertarios. La insistencia de Karina en armar su sello en las provincias alteró a varios diputados de LLA, que se sienten desplazados mientras tienen que defender el ajuste de su hermano.
Entre los potenciales aliados, tampoco cae bien la avanzada de la hermana presidencial. Los cinco gobernadores radicales están decididos a ayudar al Gobierno en el Congreso y no piensan en 2025, aunque saben que está a la vuelta de la esquina.
En Mendoza, por caso, Alfredo Cornejo tiene que Milei lo complique con una candidatura de Omar de Marchi, secretario de relaciones parlamentarias. El gobernador Gustavo Valdés, de Corrientes, hace buena letra para que LLA no presente un candidato para sustituirlo el año que viene. Sería el diputado Lisandro Almirón.
Los partidos provinciales tampoco quieren al Gobierno con un sello fuerte. En Misiones, por caso, Carlos Rovira, legislador provincial y líder del oficialismo local, fue el artífice de dejar a LLA sin candidatos el año pasado. Volvería a hacer lo mismo. Sus votos en el Congreso son siempre decisivos.
Los gobernadores Gustavo Sáenz (Salta), Rolando Figueroa (Neuquén) y Alberto Weretilneck (Río Negro), también se preparan para dar pelea con los libertarios locales, mientras reciben llamados del ministro del Interior, Guillermo Francos, en busca de votos para sancionar leyes.
Las acciones de la Casa Rosada no son siempre compatibles con ese objetivo, sobre todo cuando se mete Karina. Milei no puede evitarlo. Ese es su mayor problema.