MYRYAN PRUNOTTO
Las abuelas del barrio suelen esparcir sal por los rincones y prender velas a Santa Rosa para proteger la casa cuando se anuncian tormentas. Si se cree en las supersticiones, podría concluirse que “las fuerzas del cielo”, que tan famosas se hicieron desde el pasado 10 de diciembre, se alinearon para complicarle la vida a los bonaerenses.
Esta semana, buena parte de la provincia de Buenos Aires sufrió las consecuencias del fenómeno “supercelda”, una tormenta de características especiales que dejó a su paso campos destrozados, aviones volcados, familias sin techo y ciudades inundadas.
De las intensas precipitaciones en poco tiempo, no se salvó ni La Plata, ni el AMBA. En el interior las ciudades más castigadas fueron 9 de Julio, Bragado y Chivilcoy. En otras del centro bonaerense, como Olavarría y Azul, desbordaron los arroyos que atraviesan la zona urbana y las rutas en algunos tramos se encuentran con los préstamos desbordados.
La Dirección de Vialidad de la Provincia recomendó especialmente tener precaución en el puente que se encuentra sobre el Río Luján, ya que es muy importante el caudal de agua que circula por debajo de dicho puente. Otra ruta afectada es la Provincial N°86 que en la intersección con la Ruta Nacional 226, tiene agua sobre la calzada en una longitud de 250 metros. En la zona de Bolivar, el arroyo Vallimanca ya no contiene más agua dentro de su curso y algunos caminos rurales comienzan a sentir las consecuencias de las precipitaciones acumuladas.
Tandil, Olavarría y Azul suspendieron el dictado de clases en consecuencia con la alerta emitida por Defensa Civil. Olavarría decretó además asueto administrativo y pidió a los vecinos que se abstengan de circular.
En cuanto a las pérdidas que a su paso ocasiona el “supercelda”, el presidente de la Sociedad Rural de 9 de Julio, Fernando Mato, informó tras un relevamiento en los campos del partido, que se han perdido unas 35.000 hectáreas de cultivos de soja, maíz y pasturas y que se registró la muerte de ganado. En declaraciones al programa Acontecer Rural de FM 102.7 Radio Amanecer, de 9 de Julio, Mato graficó: “Pude ver como el viento amontonaba unas 40 vacas preñadas a punto de parir”.
En la ciudad causó cuantiosos daños materiales en viviendas, instituciones, y galpones de empresas, el arbolado público, el tendido eléctrico de TV y telefónico. Las dos imágenes que quedarán grabadas en la retina de los nuevejulienses, son la destrucción de hangares, planeadores y aviones del aeroclub y la pérdida del tradicional autódromo donde no quedaron boxes en pie.
La intendenta, María José Gentile, precisó que seis familias fueron evacuadas: “De inmediato pusimos en marcha el Comité de Crisis, junto a las fuerzas que lo integran, realizando un relevamiento de la situación a fin de brindar asistencia a quienes lo necesitaran, sabiendo que existían barrios muy afectados, como la zona del ex Matadero y el Carmelo”, informó en conferencia de prensa la jefa comunal.
“Empezaron a caer piedras y hubo vientos que nunca he vivido, para mí era un tornado, yo me crié en el campo y nunca viví esto. Las ráfagas de más de 100 km/h hicieron que se volara el techo de mi casa y quedara completamente destruida, no me sirve más nada, hacía cuatro meses que la había terminado”, relató un vecino del barrio Ex Matadero.
El meteorólogo del SMN, Lucas Berengua, explicó que “se denomina ‘supercelda’ a las nubes de tormenta que son capaces de provocar granizo más grande de lo normal y ráfagas de viento violentas, que están asociadas al desplome de aire frío, a las corrientes de aire ascendentes y descendentes, y a mucha cantidad de lluvia en poco tiempo”.
“La supercelda de la que se habló en la primera parte de la tarde de este martes nació entre las 13.30 y 14 horas en el Oeste de la provincia de Buenos Aires, recorrió más de 300 kilómetros y tuvo un ciclo de vida de más de 4 horas. Esa misma supercelda fue la que pasó por varias localidades de la provincia de Buenos Aires. La más significativa, y de la que más noticias, se tiene es 9 de Julio. Luego pasó por Bragado e, incluso, llegó al Sur del AMBA. Inclusive, pasadas las 19.45, continúa su vida activa entrando a Uruguay, al Oeste de Montevideo”, detalló Berengua.
Para lo que resta de este miércoles, sigue en vigencia la alerta del Servicio Meteorológico Nacional por lo que se recomendó a los vecinos de cada comunidad que se encuentren preparados ante la posibilidad de cualquier emergencia.
“Frente a la fuerte tormenta transcurrida en diferentes puntos de nuestra provincia los equipos de emergencia regionales se encuentran trabajando en articulación y diálogo con cada uno de los municipios afectados para atender la urgencia y la contingencia”, publicó en X esta mañana el ministro de salud, Nicolás Kreplak y agregó: “Hoy tendremos nuevamente episodios de vientos y lluvias principalmente por la mañana y la tarde, empezando a mejorar por la noche. Se recomienda no transitar, mantenerse a resguardo y ante cualquier emergencia comunicarse con los teléfonos correspondientes a cada municipio”.
Cuando aún esta fresca la tragedia de Bahía Blanca del 17 de diciembre de 2023, las fuerzas del cielo corporizadas en fenómenos meteorológicos no dan respiro ni a los ciudadanos ni a los gobernantes. Es de esperar que, esta vez, el Gobierno Nacional no vuelva a mirar hacia otro lado y colabore en la reconstrucción de las ciudades afectadas. Con la sal y los rezos de la abuela ya no alcanza.
