Milei busca bajar el piso de Ganancias, y 1,5 millones de trabajadores volverían a pagar el impuesto - Política y Medios
04-07-2025 - Edición Nº6363

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Milei busca bajar el piso de Ganancias, y 1,5 millones de trabajadores volverían a pagar el impuesto

El Gobierno envió un proyecto al Congreso para derogar la Ley de Massa y aumentar la recaudación. ¿La novedad? El cálculo incluye todo tipo de pagos no remunerativos: la aspiradora, en turbo.

El Gobierno nacional envió un proyecto de Ley al Congreso para bajar el piso del Impuesto a las Ganancias, dando marcha atrás con la modificación progresiva que había implementado el ex ministro de Economía, Sergio Massa, y alcanzando nuevamente a una masa de contribuyentes que había sido liberada del tributo.

Según se precisó, la iniciativa prevé que los trabajadores en relación de dependencia que estén solteros y no tengan hijos pasarán a pagar el impuesto a partir de un salario de $1.141.066; mientras que los que estén casados con su cónyuge a cargo y con dos hijos, lo harán a partir de $1.509.465 de bolsillo.

El texto también prevé que quedan incluidos para el cálculo todos los pagos que reciban los trabajadores; desde horas extras, aguinaldo o viáticos. Además, el mínimo no imponible y las escalas del tributo se irán actualizando cada 3 meses, ajustado a la inflación.

El piso de Ganancias se ubica hasta el momento en $2.340.000 brutos, que equivale a 15 Salarios Mínimo, Vital y Móvil, de acuerdo a la Ley impulsada por Massa en el año 2021, cuando todavía era presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.

Una fórmula que establece como contribuyentes de Ganancias a un número marginal de asalariados, con ingresos equivalentes a los de un director general de empresas.

La Ley que impulsa Javier Milei propone retornar al esquema previo, donde un millón y medio de trabajadores volverían a tributar con alícuotas del 5 al 35%. En el caso de los autónomos, el mínimo no imponible es más bajo: $885.310 – soltero sin hijos- y $1.253.709 – casado con 2 hijos.

Entre los considerandos, el documento fundamenta que el proyecto “tiene por fin recomponer los ingresos fiscales (a partir de 2024) eliminados entre agosto y diciembre 2023, específicamente en lo referido al impuesto que recae sobre los ingresos personales de los contribuyentes con mayor capacidad contributiva”.

Entre las novedades, en el artículo N° 98 se incorporan al cálculo todos los pagos percibidos por los trabajadores “aun cuando no revistan carácter remuneratorio a los fines de los aportes y contribuciones al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) o regímenes provinciales o municipales análogos”.

Se eliminan todo tipo de exenciones o reducciones, a excepción de la establecida vía ley 26.176 para trabajadores petroleros. Un rastrillaje voraz a los ingresos del trabajador.

El artículo precisa entre las transacciones alcanzadas: “Los distintos conceptos que bajo la denominación de beneficios (sociales o de cualquier otra naturaleza) y/o vales de combustibles o por cualquier otro concepto, extensión o autorización de uso de tarjetas de compra y/o crédito, vivienda, viajes de recreo o descanso, pago de gastos de educación del grupo familiar u otros conceptos similares, sean otorgados por el empleador o a través de terceros a favor de sus dependientes o empleados”.

Además, el proyecto de Ley enviado al Congreso aumenta los niveles de facturación de las categorías del Monotributo y de las cuotas mensuales a pagar.

Contra toda promesa de campaña y prédica filosófica, la ‘aspiradora’ de Milei continúa presionando a la clase media para financiar su equilibrio fiscal. Al mismo tiempo, se baraja la chance de implementar un tipo de cambio preferencial para que los agroexportadores liquiden cosechas y el ministro de Economía, Luis Caputo, se reúne con empresarios de supermercados pidiendo bajar precios.

Cuando la realidad apremia, la narrativa queda relegada al discurso y el Gobierno de La Libertad Avanza aumenta impuestos, distorsiona el libremercado y diseña incentivos. Si las dificultades económicas cotidianas van erosionando la tolerancia de la sociedad en general, la inconsistencia entre las promesas y la gestión puede ir debilitando también la lealtad del votante más ideológico.

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