El Gobierno intensifica la presión en el Congreso para tener su Ley de Bases - Política y Medios
27-07-2024 - Edición Nº6021

ENTRETELONES DE CASA ROSADA

El Gobierno intensifica la presión en el Congreso para tener su Ley de Bases

En el comienzo de una semana agitada y después de haber acordado Caputo quitar el capítulo fiscal del proyecto de la “Ley de Bases”, Milei se quedó en la Residencia de Olivos sin agenda pública y con el objetivo de continuar las diligencias que permitieran avanzar con la aprobación del plan de gobernanza oficialista.

Por: Juan Pablo Peralta- DESDE CASA ROSADA

 

El mismo lunes, después de haber acordado con su ministro de Economía, Luis Caputo, quitar el capítulo fiscal del proyecto de la “Ley de Bases”, Javier Milei se quedó en la Residencia de Olivos sin agenda pública y con el objetivo de continuar las diligencias que permitieran avanzar con la aprobación del, cada vez más desdibujado, plan de gobernanza oficialista.

En esa línea, el vocero Manuel Adorni le dijo a este medio que "claramente va a haber un ajuste mayor a las provincias" para lograr el déficit cero. Una advertencia a los gobernadores y diputados acuerdistas antes del encuentro que mantendrían en el Consejo Federal de Inversiones con el ministro del Interior, Guillermo Francos. En ese contexto, el funcionario paradójicamente abrió la puerta a la concesión de extinguir facultades delegadas al presidente en materia fiscal y previsional. 

Con la sesión ya prorrogada del martes al miércoles, se concretó el cónclave entre la representación de cada una de las partes. Lo que surgió de esa reunión fueron declaraciones encontradas desde cada una de las partes. Mientras que los legisladores y mandatarios provinciales perjuraron que el Gobierno les ofreció coparticipar el Impuesto PAIS (Para una Argentina Inclusiva y Solidaria), en Casa Rosada sostuvieron que eso jamás sucedió.

La oferta fue negada a través de un comunicado en redes de la Oficina del Presidente y por el portavoz presidencial, quien aseguró que el propio Francos le había asegurado que el tema ni siquiera se había tocado. En rigor de verdad, el propio titular de la cartera -con oficinas en Balcarce 50- había confirmado lo contrario en una entrevista que se le realizó horas antes.

Las contradicciones dejaron en claro una sola cuestión de la trama. Cada facción operó (y opera) sin menoscabos con el propósito de conseguir sus objetivos. Al fin de cuentas, sí se habló o no del tributo, y si realmente se ofreció o no repartirlo, quedará confirmado cuando se emita un dictamen que luego deberá ser aprobado y tratado artículo por artículo.

El martes Milei llegó a Casa de Gobierno acompañado de su pareja, la actriz Fátima Flórez, y posteriormente encabezó la reunión del Gabinete nacional, donde se continuó con los ojos puestos en el Parlamento. La posición del oficialismo fue que las medidas deben recibir media sanción esta semana sí o sí. Fuentes que estuvieron en el cónclave ministerial comentaron que Milei dejó una frase que repitió varias veces: “Que se termine la novela”.

El entorno presidencial señaló que no es ninguna frustración haber tenido que bajar algunas cuestiones de la iniciativa inicial, porque según manifestaron “el objetivo es alcanzar el déficit cero y evitar que la inestabilidad económica siga siendo el negocio de varios sectores de la Economía”. En esa línea, en Balcarce 50 conjeturan que “hay alguno que se quedó con las ganas de que ganara (Sergio) Massa, que fue quien les prometió a los gobernadores repartir el Impuesto PAIS”.

Pese a haber reiterado hasta el cansancio “este gobierno no negocia”, las modificaciones en el paquete oficial siguieron en el camino de los puntos que la denominada “oposición dialoguista” hizo hincapié. Hablamos de privatizaciones y facultades delegadas, entre otras. Revisando la acumulación de offs que han dado asesores cercanos al primer mandatario en lo que va de la administración, se infiere que varias de las reformas estaban previstas en la “Ley Ómnibus”: YPF, ARSAT y el Banco Nación, fueron vistas desde un principio como firmas que de una forma u otra tenían que seguir bajo la égida del Estado.

El segundo día de la semana trajo su sorpresa, que, aunque hasta ese momento era rumor, se convirtió en un hecho consumado que generó muchas controversias en las filas de La Libertad Avanza y el kirchnerismo. El embajador argentino en Brasil, Daniel Osvaldo Scioli, fue nombrado como secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación.

Con los teléfonos incendiados, los integrantes del equipo del Ministerio del Interior –con oficinas en la Rosada- evitó hablar del rechazo que la designación estaba produciendo entre los libertarios. Sólo atinaron a decir que se daban cuenta del repudio hacia el exvice de Néstor Kirchner por lo que veían en las redes. 

Consultado por este periodista acreditado, el vocero Adorni aseveró al respecto que el ex motonauta es “una persona de confianza del ministro del Interior, Guillermo Francos”, y agregó que “el presidente Javier Milei, como lo hace con cada uno de sus funcionarios, apoya y confía en que los colaboradores eligen los mejores para ese lugar”. 

El comienzo de la sesión el miércoles fue seguido desde la Residencia de Olivos por el presidente Milei, su hermana Karina (Secretaria General de la Presidencia) y algunos ministros que a través de sus celulares cruzaban mensajes, en particular, con el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, los diputados de la bancada libertaria, y por supuesto los de Juntos por el Cambio. Los principales operadores de LLA se mantenían expectantes. Hablamos del asesor presidencial Santiago Caputo y el ministro Francos.

La movilización de agrupaciones y partidos de izquierda se ejecutó, pese a las advertencias de no admitir extorsiones por parte del Gobierno. Hubo algunos incidentes, pero el protocolo Bullrich se impuso ante los duros cuestionamientos de los opositores. La imagen de un gendarme con símbolos libertarios, como el de “las fuerzas del cielo”, encendieron denuncias que llevaron a que se abriera un sumario contra el uniformado.

Más allá del apuro de los oficialistas -que se mezclaron en debates, chicanas y diversas discusiones con la oposición en el recinto- la lista de oradores fue tan extensa que cuando se decidió llamar a un cuarto intermedio pasadas las 22 hs, quedaban más de 140 legisladores por hablar y el sabor amargo de no entender qué era lo que no se llegó a votar en general en la primera jornada parlamentaria.

Previamente a que se retomara el tratamiento del megaproyecto gubernamental en el hemiciclo de Diputados, Javier Milei estuvo al frente de otro cónclave con sus ministros y asesores, del que no permitieron filtraciones. Esta vez la virulencia en los alrededores del palacio legislativo se iba a agudizar y a dejar un saldo de varios heridos y detenidos. Aunque los congresistas mileístas optaron por no exponer para ganar tiempo, la sesión volvió a pasar a un cuarto intermedio en la medianoche bajo un clima más beligerante. En los pasillos de Casa de Gobierno se mantuvo el optimismo y la tranquilidad de que conforme infiere el Ejecutivo a los mandatarios provinciales les conviene aprobar el paquete con determinadas concesiones, que quedar a merced de un peor ajuste del que ya tienen en ciernes debido al quite del capítulo fiscal.

Por eso también las idas y vueltas entre Miguel Ángel Pichetto (Hacemos Coalición Federal) y la sede el PEN, en cuanto a una supuesta convocatoria de Milei a los gobernadores -que se desmintió rápidamente a través del portavoz Adorni- que subrayó que ese posible encuentro podría darse una vez aprobado el paquete oficial y con la finalidad de tratar el nuevo pacto fiscal. Una cuestión que ahora pasó a ser prioridad para los caudillos regionales, ahogados por sus finanzas en rojo.

La condición del Gobierno despertó rechazo entre los mandatarios provinciales que saben que están atados de pies y manos, ya que las usinas rosadas no tuvieron empacho en salir a reflotar la idea de convocar a un plebiscito, que, aunque no vinculante, podría presionar, en términos menos ventajosos para ellos la salida de las normativas de los liberales libertarios.

Mientras tanto, el presidente mantuvo reuniones de manera virtual con el empresario norteamericano Larry Fink de Blackrock y senadores de su fuerza, junto a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, quien está diseñando la estrategia en la Cámara alta en torno al tratamiento en comisión y luego en el recinto de la Ley de Bases cuando llegue de Diputados.

Un capítulo aparte tiene que ver con la compleja interna que se desarrolla entre el vocero de Presidencia, Manuel Adorni, y el secretario de Medios, Eduardo Serenellini, que tuvo importantes definiciones en las últimas horas. Tras lo que muchos denominaron “una actitud personalista y ambiciosa” del segundo, que se colocó para muchos en el papel de una suerte de primer ministro que multiplica las resistencias hacia su persona. Habrá más novedades al respecto, dijeron en las galerías del poder.

Debido a los cuartos intermedios que dispuso LLA, con el objetivo de que las sesiones sean en horarios donde la gente las pueda seguir (conforme lo expresado por Manuel Adorni) las jornadas parlamentarias en la Cámara baja llegaron hasta el viernes, buscando la votación en general, intentando debatir los artículos en particular, probablemente la semana que viene. 

Cuando el titular del Ejecutivo, después de pasar el sábado con su pareja en Mar del Plata, en su cumpleaños número 43, viaje el lunes hacia Israel, donde estará cinco días junto a una comitiva integrada por Karina Milei, Nicolás Posse (Jefatura de Gabinete), la canciller Diana Mondino, Guillermo Francos (Interior) y el cineasta, Santiago Oría, que se encarga de la cobertura de prensa audiovisual.

A ese destino se sumará Roma y el Estado Vaticano. El 11 de febrero Milei será recibido por la primera ministra italiana Giorgia Meloni, y ya en tierras pontificias participará de la canonización de la primera santa argentina, Mamá Antula, para luego entrevistarse con el Papa Francisco el 12/02.

Transcurridas esas ocho jornadas, el mandatario argentino volverá a Buenos Aires, si las cosas marchan como espera la Casa Rosada, cuando comience el debate de su Ley de Bases en el Senado. Un escenario que cierra un triunfo, pese a las vicisitudes para el Gobierno nacional, pero que no se sabe qué efectos tendrá en los mercados y en la economía general del país. 

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