Salvando al capital: grandes fortunas detrás del cierre de la Fábrica de Ladrillos de Olavarría - Política y Medios
26-07-2024 - Edición Nº6020

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Salvando al capital: grandes fortunas detrás del cierre de la Fábrica de Ladrillos de Olavarría

Mientras desde la rosada gritan “viva la libertad, carajo”, prometiendo desregulación absoluta, la burguesía nacional pone en stop sus empresas para salvaguardar el capital. En la historia recurrente del país, una vez más, los que pierden son los trabajadores.

Por: Miguel Di Spalatro

 

La fábrica de Ladrillos Olavarría Sociedad Anónima (LOSA) cierra “debido a la caída del consumo de materiales y la paralización de la obra pública”, argumentó la empresa en su presentación ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, delegación Olavarría.

Con esta descripción podemos imaginar una PYME que ante la paralización impuesta por el gobierno de Javier Milei no puede seguir sosteniendo a sus 65 trabajadores. Sin embargo, detrás de los ladrillos de LOSA, se oculta una historia de la que son protagonistas las fortunas más importantes de la Argentina.

Agostino Rocca llegó a Buenos Aires después de haber colaborado con el Estado fascista italiano, como director del IRI (Instituto para la Reconstrucción Industrial). En 1946 funda Techint (Compagnia Técnica Internazionale S.P.A. italiana) y asesora a Juan Domingo Perón en el diseño del futuro plan siderúrgico nacional.

En 1948, Rocca compra en Campana un terreno sobre el que instala la Dálmine Safta (Sociedad Argentina para la Fabricación de Tubos de Acero), la acería eléctrica Siderca (Siderurgia Campana), y la fábrica de estructuras metálicas, silos, calderas y materiales ferroviarios Cometarsa (Construcciones Metálicas Argentinas).

En 1951 Rocca funda LOSA (Ladrillos Olavarría S. A.), para producir materiales para la construcción y luego seguirá creciendo con Propulsora Siderúrgica y Sidercolor, ya en la década de los 70.

El crecimiento del grupo fue espectacular en pocos años, teniendo siempre el Estado argentino como cliente principal.

Roberto Rocca, el hijo mayor de Agostino, heredó a la muerte de su padre, en 1978, el emporio Techint, que por ese entonces ya superaba los 15 mil empleados. Fueron años de coqueteo con la dictadura militar que había tomado el poder. El colaboracionismo entre empresarios y militares quedó evidenciado también en LOSA.

Uno de los dirigentes sindicales más combativos, Omar Iturregui, delegado de la Cerámica LOSA, fue denunciado por la empresa por supuestos sabotajes, detenido y torturado, al igual que Néstor Elisari, otro delegado que permaneció detenido hasta 1982. El resto de los delegados fueron echados y pasaron a engrosar la lista negra de quienes no podían ser empleados.

En el 2003 muere Roberto y, como la tradición familiar lo indica, asume la responsabilidad de conducir las empresas del clan, su hijo mayor Paolo.

Paolo Rocca se encuentra en el puesto número 3 del ranking de los más ricos de Argentina elaborado por Forbes. Detenta un patrimonio personal en torno a los USD 3.400 millones. Paolo Rocca y su familia son los principales accionistas del Grupo Techint, holding radicado desde el 2001 ya no en la Argentina sino en Países Bajos y Luxemburgo.

En el 2015, Paolo Rocca vendió Cerro Negro (en ese momento el tercer productor de cerámicos del país) y LOSA que ostentaba el estandarte de ser una de las más antiguas empresas de la familia. La compradora fue CRH Europa, una empresa irlandesa que poco después dejó el país y volvió a poner en venta las dos fábricas.

La compradora fue su actual dueña: el grupo Sociedad Comercial del Plata (SCP) que fue en su momento propiedad de Santiago Soldati y que ahora está en manos de Ignacio Noel.

Al momento de la transacción LOSA, tenía una facturación de $ 164,3 millones anuales.

Noel es un apellido que se asocia con las mermeladas. Es que sus antecesores familiares habían emigrado a la Argentina desde el País Vasco y fundaron Noel, una empresa integrada de alimentos que llegó a tener más de 3.000 empleados y duró cerca de 140 años.

Ignacio Noel es ahora dueño de Morixe, una empresa de alimentos que llega hoy a 14.000 puntos de venta en Argentina y a 20.000 en el Mercosur y presidente de Sociedad Comercial del Plata, empresa holding, cuyas acciones cotizan en las bolsas de Argentina y Suiza, presente en el sector de energía y materiales de construcción.

La página web de Sociedad Comercial del Plata, informa que LOSA produjo en 2022 -última actualización pública- 398.000 toneladas de ladrillos y que las ventas sumaron 60.676 millones.

“La producción de ladrillos y tejas no es rentable por la situación económica del país”, argumentan los empresarios ante la autoridad del trabajo.

Sin embargo, la noticia de la paralización de la producción en LOSA tomó por sorpresa a los trabajadores, ya que, según el secretario general del SOECO, Gustavo Bustamante, en diciembre la producción estaba en su punto más alto, con empleados realizando horas extras y nuevas contrataciones siendo incorporadas como permanentes.

A mediados de enero LOSA paralizó sin dar explicaciones sus hornos y dio vacaciones a sus operarios. Similar situación se vivió durante el gobierno de Mauricio Macri. 

“En la época Macri pararon, pero siempre había gente adentro haciendo tareas de mantenimiento. Hoy no hay nadie, no queda ni un solo trabajador, ni un solo jefe, solamente personal de vigilancia hay dentro de LOSA”, comparó Bustamante.

El personal más antiguo de LOSA fue reubicado en Cerro Negro. Se trata de trabajadores con una experiencia entre 17 y 45 años. De 60 trabajadores contratados, 15 seguirían vinculados a Cerro Negro, mientras que 45 personas quedaron sin trabajo.

Los números estadísticamente no parecen importantes, aunque para cada persona que pierde el empleo signifique dolor y penurias que afectarán a toda la familia. En la ciudad que gobierna Maximiliano Wesner, ya comienza a sentirse la recesión económica impulsada por Milei. Además del cierre de LOSA, el gobierno Nacional notificó la paralización de la obra de construcción para la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Centro y la empresa contratista despidió a sus 70 trabajadores. También se anunció la cancelación del puente de la ruta 226 que es el que sirve de ingreso a la localidad de Cierras Vayas con el despido de otros 45 trabajadores.

Olavarría es una ciudad industrial y tenía los índices más bajos de desocupación en base a las empresas mineras y cementeras. La devaluación aplicada por el gobierno de Javier Milei y la inflación del 25% de diciembre, más la paralización de la obra pública y el ajuste golpearon al rubro de la construcción. LOSA pertenece a un holding tiene recursos para sostener la planta, pero que -como cualquier empresario-  no quiere perder dinero. Las reformas impulsadas, con idas y venidas, a través del DNU y la Ley Ómnibus por el presidente de la nación, su ministro de economía y los asesores que permanecen en las sombras, no dan certidumbre tampoco a los grupos económicos .   

Sociedad Comercial del Plata S.A, cuenta entre sus principales activos a la Destilería Argentina de Petróleo, la Compañía General de Combustibles, Morixe Hermanos, Lamb Weston Alimentos Modernos, Ferroexpreso Pampeano, y Delta de Plata S.A entre otros. Cuenta con 9.800 accionistas en 14 países y 1.900 empleados, presente en sectores estratégicos como energía, telecomunicaciones, construcción, agroindustria, entretenimiento, transporte, infraestructura. La acción de Sociedad Comercial del Plata es integrante del panel líder de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y del índice MerVal.

Mientras desde la rosada gritan “viva la libertad, carajo”, prometiendo desregulación absoluta, la burguesía nacional pone en stop sus empresas para salvaguardar el capital. En la historia recurrente del país, una vez más, los que pierden son los trabajadores.

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