La inflación no cesa de golpear los bolsillos de los argentinos y no parece que vaya a atenuarse en el futuro cercano en base a las estimaciones del mismísimo presidente de la Nación, Javier Milei, que continúa evaluando como positivas cifras superiores al 20% mensual.
Tras celebrar el 25,5% de inflación de diciembre como un logro del ministro de Economía, Luis Caputo, el mandatario reiteró en las últimas horas que repetir en enero la misma cifra en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) sería un buen augurio para la economía.
Mientras los argentinos se desayunan aumentos drásticos en bienes y servicios básicos como alimentos y bebidas, transporte o salud, y la economía comienza a acusar la recesión, desde el Gobierno no parecen alarmados por la situación económica que atraviesan las grandes mayorías.
Milei evaluó este lunes en declaraciones radiales a Rock&Pop que repetir el dato inflacionario de diciembre “sería un muy buen dato” para la economía nacional.
“Si replicamos la inflación del mes anterior sería un muy buen dato. De ahí para abajo, todo para festejar. Replicar el mismo número es el inicio del camino descendente”, explicó el economista, recordando que en esta época “suben los precios por las vacaciones”.
En esa misma línea, el mandatario se aferra a su narrativa de que las medidas de ajuste implementadas por Caputo y la limitación de emisión monetaria para “evitar esa dinámica explosiva” que arrastraba la gestión del Frente de Todos evitó números lindantes con el 40%.
Sin embargo, no había organismo ni consultora que proyectara, previo a su asunción en la presidencia, una inflación siquiera cercana al 20%. En promedio, las previsiones rondaban un 17%.
Por otro lado, Milei también adelantó que a los fines de “estabilizar la economía” y terminar con los aumentos se liberará el tipo de cambio llevando adelante una eliminación del cepo del dólar. Pero esto ocurriría “en cuanto se limpie el sobrante monetario y el Banco Central”.
En relación a la economía doméstica cotidiana, planteó que el problema son “los bajos salarios” y no la liberación de los precios y costos.
“Venimos de un proceso populista, cuando exacerbás el consumo, castigás el ahorro y la inversión, no tenés productividad y eso hace que haya sueldos miserables”, cuestionó el líder de La Libertad Avanza, sentenciando: “Tendríamos que tener ingresos doce veces más grandes, pero creer que se puede arreglar esto imprimiendo billetes es engañar a la gente”.
No obstante, la arriesgada apuesta de que el mercado corrija por sus propios medios, sin intervención ni control alguno, las falencias económicas, no parece haber iniciado de la mejor manera: las medidas de shock de devaluación, retiro de subsidios, de controles de precios y estímulos al comercio cayeron como un mazazo en la capacidad de consumo la clase media y baja.
Paralelamente, servicios básicos como la salud -desde medicamentos hasta obras sociales y prepagas- el transporte también experimentaron aumentos drásticos. Y todavía no inició el ciclo lectivo de educación inicial, primaria y secundaria, donde también se sentirá la dinámica inflacionaria en establecimientos privados.
🔴 ENTREVISTA COMPLETA | Los 30 minutos del Presidente Javier Milei con Ari Paluch en Radio Rock&Pop. 🎙️ pic.twitter.com/XjgUSOGBqO
— El Bunker de Milei (@BunkerMilei) January 22, 2024
En poco más de 40 días de administración, la imagen de Javier Milei disminuyó nueve puntos: del 61% al 52%, según arroja una encuesta realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), sobre una muestra de 1.253 ciudadanos de todo el país, seleccionados por redes sociales.
En consonancia con la crudeza de las medidas adoptadas, la luna de miel de la sociedad con la administración de LLA parece tener mecha corta más allá del paro general que realizará el movimiento obrero y las organizaciones sociales este miércoles 24.
Es que las previsiones no son mucho más esperanzadoras: mientras esperan que la economía comience a estabilizarse limitando la emisión monetaria, la cobertura de servicios básicos vía subsidios y avanzando hacia una recesión económica, se contempla continuar con el esquema de aumentos sistemáticos bajo el eufemismo de “sincerar” costos y tarifas.
De esta manera, por caso, el plan desde Casa Rosada es aumentar tarifas de energía eléctrica y gas natural en marzo para absorber el impacto devaluatorio de diciembre en los costos, y luego continuar con incrementos mensuales hasta fin de año para compensar los aumentos desprendidos de la dinámica inflacionaria.
Paradójicamente, esta decisión difícilmente pueda encauzarse compatiblemente con el objetivo de liquidar la inflación, ya que la totalidad de los complejos industriales y comerciales -en sus diferentes eslabones- contemplan entre sus costos fijos la electricidad, el gas o ambas.
Sin embargo, desde Balcarce 50 parecen observar margen para sostener su narrativa de “pesada herencia” y celebrar cifras inflacionarias que prácticamente duplican las de la fustigada administración de Sergio Massa.
Será acaso sintomático el momento en que la legión libertaria abandone la pose superada y rayana con la burla para cambiarla por un gesto de preocupación. Será síntoma, quizás, de haber aterrizado sobre la realidad de los argentinos.