La UCR, el nuevo árbitro del Gobierno de Milei - Política y Medios
19-09-2024 - Edición Nº6075

LA INTERNA, DESDE ADENTRO

La UCR, el nuevo árbitro del Gobierno de Milei

El radicalismo cerró el año con el perfil alto: el bloque del Senado se convirtió en el socio clave del Gobierno para repartir poder en la Cámara alta y uno de sus miembros, Martín Lousteau, logró unificar el partido y llegar a presidente.

La Unión Cívica Radical tuvo un año paradójico. Retuvo las provincias que puso en juego (Mendoza, Jujuy y Corrientes), ganó otras dos después de mucho tiempo (Santa Fe y Chaco), pero en la elección presidencial quedó relegada y perdió buena parte de su presencia legislativa.

Aun así, el radicalismo cerró el año con el perfil alto: el bloque del Senado se convirtió en el socio clave del Gobierno para repartir poder en la Cámara Alta y uno de sus miembros, Martín Lousteau, logró unificar el partido y llegar a presidente.

El economista tenía el consenso asegurado al inicio de la campaña electoral, porque los delegados que votan (3 por provincia) provienen de su línea interna, Evolución, o del riñón del presidente saliente, el jujeño Gerardo Morales, su socio en estos años.

Desde atrás, empujó sin éxito para presidir el Comité nacional el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, quien, sin los respaldos necesarios, se conformó con las vicepresidencias del partido y la presidencia del bloque del Senado, donde asumió Eduardo Vischi.

En Diputados la UCR se unificó con el liderazgo del cordobés Rodrigo De Loredo, de Evolución, después de un intento fallido de Morales para proclamar en ese lugar a Facundo Manes, que la división de los bloques por un día.  

Finalmente, el jujeño cedió y se aceptó en minoría. Raro en él. De Loredo tuvo el respaldo clave del gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo. Lousteau lo dejó avanzar, una forma sutil de despegarse de su exsocio en el Comité radical.

Al sostener la unidad, la UCR quedó como la oposición más fuerte en el Congreso, después de Unión por la Patria. Tiene el bloque más grande de la oposición en el Senado, luego de Unión por la Patria; mientras que en Diputados tiene sólo a tres votos menos que el PRO, pero con chances de aliarse con la Coalición Cívica y Cambio Federal para imponer su agenda.

Fue lo que ocurrió durante la sesión preparatoria y permitió al radical Julio Cobos ser vicepresidente segundo de la Cámara baja. Podrían asociarse en los próximos días para sumar lugares en las comisiones.

Dos días antes de elegir autoridades en el Comité, la UCR hizo valer su rol de árbitro en el Senado, cuando aportó los votos claves para elegir autoridades y definir un criterio de reparto de las comisiones que excluya al PJ.

Los radicales aclararon que la ayuda se circunscribía a esta sesión, pero la vicepresidenta, Victoria Villarruel, espera volver a llamarlos pronto. Los benefició con las dos prosecretarías: la administrativa, en la que asumió Lucas Clark; y la parlamentaria, que fue para la ex diputada Dolores Martínez, cercana a Lousteau.

Con Unión por la Patria en minoría en comisiones, los radicales podrán dominar algunas presidencias y definir los tiempos de los debates parlamentarios en la Cámara alta. También quieren sumar protagonismo en las bicamerales claves, como la que trata los decretos presidenciales, la más importante durante la gestión presidencial de Javier Milei.

Con este poder, territorial y legislativo, la UCR, que este año vio de lejos los debates presidenciales, estará en la primera fila para definir cómo prosperan las políticas de Estado del nuevo Gobierno. Se convirtió la fuerza opositora más genuina del escindido Juntos por el Cambio, donde el PRO quedó partido en tres por las internas entre sus líderes, Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.

Los dos primeros se pelearon por cargos en el Gabinete de Milei, a quien el exjefe de gobierno quiere ver lejos. En este clima, los bloques legislativos del PRO no pueden expresar unidad de criterio y mucho menos mostrarse como una oposición orgánica contra el Gobierno, como sí puede presentarse la UCR.

De hecho, para dejar claras las diferencias, a poco de asumir, Lousteau anunció que evaluará si el ministro de Defensa, Luis Petri, continúa siendo afiliado radical pese a ser además ministro de Defensa del Gobierno. Llegó a ese cargo luego de ser compañero de fórmula de Bullrich y quedar segundo en la interna de la UCR de Mendoza, detrás de Cornejo.

El mandatario mendocino es el líder de la liga de gobernadores de JxC, que con 10 miembros tiene preponderancia en la mesa de definiciones del ministerio del Interior. Por primera vez, son más que los peronistas y junto a los partidos provinciales pueden marcarle la cancha a Guillermo Francos.

El combo, para presionar, se completa en el Congreso y es por eso que Cornejo apunta a un JxC unido y desafiante en los recintos. Sabe que puede ser la principal oposición no peronista y el árbitro de las votaciones, un poder que vale la pena utilizar. 

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