El BCRA cubre a los importadores endeudados con el exterior con un bono a pagar en dólares - Política y Medios
05-07-2025 - Edición Nº6364

PASIVOS PRIVADOS CON EL EXTRANJERO

El BCRA cubre a los importadores endeudados con el exterior con un bono a pagar en dólares

De manera similar a la estatización de deuda privada realizada por Domingo Cavallo al final de la dictadura, la autoridad monetaria del nuevo Gobierno comunicó la emisión del Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre para asegurar la deuda comercial empresaria, aunque casi 6 de cada 10 dólares fueron girados por sus casas matrices.

Por Patricio Ballesteros Ledesma

 

A un año de la implementación del nuevo sistema SIRA, que permitió administrar las importaciones de bienes y servicios del exterior por parte de grandes industrias y compañías locales, en lo que va de 2023 se autorizaron operaciones por un monto cercano a los US$64.000 millones pese a la falta de reservas del BCRA, para no detener el ritmo de actividad industrial y productiva.

Sin embargo, por la habitual restricción externa local, que implica una demanda de dólares mayor a su ingreso en el país, aumentada por los efectos de la sequía, que llevaron a una merma en el ingreso de divisas de US$22.000 millones en 2023, el pasivo total de las empresas por importaciones con proveedores extranjeros acumuló más de US$44.000 millones, sólo en la adquisición de bienes durables, intermedios y finales.

En ese marco, el Gobierno entrante generó dos medidas simultáneas a horas de asumir el Poder Ejecutivo, reveladas en su tardío mensaje del martes 12 por el entrante ministro de Economía Luis Andrés Caputo, que fue el responsable del bono a 100 años por US$2.750 millones emitido durante la administración de Mauricio Macri y defaulteado al poco tiempo, y también de la toma de deuda por US$44.000 millones con el FMI.

Se anunció un aumento del tipo de cambio del 118,3% (devaluación de casi el 55% del peso argentino), que lleva la cotización oficial a $800 por dólar, con lo que se generó un beneficio inmediato a los agroexportadores, a los que además liberarán de los derechos de exportación, al mismo tiempo que se volverán a gravar las ventas externas de todos los demás sectores industriales y de las economías regionales con 15% de retenciones

Entonces, para compensar a los importadores que tendrán un tipo de cambio más alto y un aumento del impuesto país del 7,5% al 17,5% para sus compras al exterior, que además hoy tienen deudas multimillonarias con sus proveedores extranjeros por no acceder a los dólares del Mercado Único y Libre de Cambio, tendrán un gran salvavidas del nuevo Gobierno en la forma de una bono en pesos ajustado a la cotización alcista del dólar oficial.

Este miércoles, a través de la Comunicación A 7918, el Banco Central comunicó la creación del Bono para la Recuperación de la Argentina Libre (Bopreal) en pesos dólar linked, el que podrá ser suscrito sólo por importadores de bienes y servicios por el monto de importaciones que tengan pendientes de pago hasta el 31 de octubre de 2027.

Eso significa dos cosas. En primer lugar, que el bono será pagado dentro del mandato de la actual gestión. Y en segundo, que compromete al BCRA a utilizar miles de millones de dólares de reservas que, de no tenerlas disponibles a su cancelación, debería conseguirlas endeudándose nuevamente con el exterior.

La medida fue anunciada por el nuevo presidente de la entidad Santiago Bausili a los representantes de bancos nacionales y extranjeros, que fueron convocados a una reunión urgente, para darles detalles del funcionamiento del nuevo esquema cambiario y monetario. Algo que ya había hecho Caputo con consultoras y agroexportadoras en el Palacio de Hacienda, previo al tardía anuncio oficial televisado. 

Según lo comunicado, la suscripción al nuevo bono será en pesos al tipo de cambio de referencia correspondiente al día hábil previo a la fecha de licitación. La moneda de pago será en dólares y la amortización también será en la divisa estadounidense, de ahí el recuerdo de la estatización de la deuda privada al final de la dictadura, con la posibilidad de que sea íntegra al vencimiento o con esquema de amortizaciones parciales, según se defina oportunamente. 

El título de suscripción voluntaria tendrá un plazo máximo de vencimiento a cuatro años y mientras tanto devengará una tasa de interés del 5% anual en dólares. El nuevo bono sólo podrá ser suscripto por los importadores de bienes y servicios hasta el monto de la deuda y previa verificación del BCRA.

Queda claro que el propósito del nuevo instrumento es reducir la deuda comercial por importaciones efectuadas y no pagadas, que involucra a grandes compañías y pymes. Sin embargo, el monto habitual de US$30.000 por año involucrado en esa operatoria se duplicó en este ejercicio a raíz de que el BCRA  dejó de entregar divisas y pidió a los importadores financiarse por su cuenta, mediante las casas matrices y terceros, o pedir crédito a sus proveedores.

Para fundamentar la necesidad de creación del Bopreal, el BCRA se basó en estimaciones privadas, más allá de las estadísticas disponibles de la propia entidad. De hecho, el economista Carlos Rodriguez, exvicemininstro de Economía de Carlos Menem y asesor del Presidente Javier Milei hasta resultar ganador de las elecciones, puso en alerta sobre esta medida desde su cuenta de X.

¿Puede que parte de esa deuda sea con falsas empresas exportadoras creadas por el mismo importador en el extranjero? O sea una maniobra para vaciar al BCRA? Merecerían por lo menos ser auditadas esas presuntas deudas. Además, ¿por qué el BCRA tiene que refinanciar deudas del sector privado? El que le prestó y entregó la mercadería sabía el riesgo que tomaba…

En el comunicado de prensa que dio cuenta de las novedades se citó un estudio de la Amcham (Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina), que sitúa ese monto pendiente en U$S 56.000 millones, si bien aclara que el 54% de esa deuda es de filiales locales con sus casas matrices del exterior (intraempresa).

Por eso  dicen que no están en condiciones de darles billetes a los importadores que quieren ponerse al día con sus acreedores y, aclaran, que al postergar su entrega hasta 2027 mejoran las cuentas de la entidad cuyas reservas netas son negativas, en alrededor de US$11.300 millones.

Los flamantes bonos libertarios atados al devenir de la cotización del dólar oficial generan sospechas, por eso el propio ministro Caputo adelantó que van a auditar y crear un nuevo registro de esas empresas que accederán a este nuevo instrumento financiero. 

Tendrán que separar la paja del trigo, ya que los montos no son homogéneos y las grandes compañías deben sumas astronómicas con relación a las medianas, pequeñas y microempresas. Ese pasivo privado de los últimos dos años que pasaría al sector público podría implicar la transferencia de más de US$37.000 millones, según calculó el economista Claudio Lozano.

Y además, porque así como abundó la subfacturación de exportaciones, en un sentido inverso se multiplicó la sobrefacturación de importaciones, autopréstamos entre casas matrices y filiales, las triangulaciones y otras maniobras elusivas o fraudulentas. 

De hecho, uno de los mayores deudores con el exterior y potencial gran beneficiario de este bono es el grupo Mirgor, fundado hace 40 años por Nicolas Caputo y Mauricio Macri, que produce componentes electrónicos, fabrica celulares y es agroexportadora, que en 2022 tuvo ventas por alrededor de US$2.000 millones.

Por otro lado, el abogado y experto en finanzas Carlos Maslatón, que fue el impulsor para que Javier Milei entrara en política años atrás, pero que decidió no votarlo en el balajota por su alianza con Juntos por el Cambio, también advirtió en duros términos sobre este tipo de compensaciones a los importadores desde su cuenta de X.

“Recordar este momento financiero del país. Es cuando, en el Estado corrupto se inventan y legitiman acreedores de reciente aparición que vienen por reclamos que no existen y se llevan, al final, una parva de bonos gratis. Eso sí, poniendo caras de que los cagaron, para disimular”.

El citado anuncio revolvió la memoria de muchos porque la operatoria se parece mucho a los seguros de cambio a los grandes grupos empresarios e industriales argentinos implementados durante la dictadura militar por el entonces director del BCRA, Domingo Cavallo. 

El 17 de noviembre de 1982, recuerdan los que ya superan los 60 años de edad, la entidad monetaria oficial que presidía Julio González del Solar ofreció a las grandes empresas privadas locales hacerse cargo de sus deudas con el exterior a cambio de que entregaran su monto en pesos, para protegerlas de posibles devaluaciones futuras, que tanto ayer como hoy se terminaron produciendo.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscribite a nuestro boletín de noticias