A días del cambio de Gobierno se empezó a desarmar el stock de Leliqs - Política y Medios
26-07-2024 - Edición Nº6020

POLÍTICA MONETARIA

A días del cambio de Gobierno se empezó a desarmar el stock de Leliqs

Ayer se anunció que en la última licitación de deuda sólo se renovó menos del 2% del monto solicitado. Sin embargo, una gran parte de los fondos se orientó a los Pases, ante la expectativa de una fuerte devaluación. Qué hará el nuevo equipo económico con el stock de letras y pases por casi $23 billones. 

Por Patricio Ballesteros Ledesma

 

En los últimos días, a la espera del traspaso de mando y como adelanto de las medidas de política monetaria que anunciará la administración nacional entrante, el frente financiero empieza a mostrar cambios de rumbo opuestos a los que el Gobierno saliente venía transitando, con enormes ganancias para los bancos por los intereses de la deuda estatal.

La expectativa de una fuerte devaluación la semana próxima cambió todo el panorama. Por eso la financiación pública en pesos mediante las Leliqs a 28 días de plazo se empieza a desarmar, de acuerdo con la intención declarada de Javier Milei de dejar de financiar el gasto del Estado con la toma de deuda de los bancos locales a tasas astronómicas.

Los pasivos remunerados del BCRA, que complementaban el fondeo del sector público más allá de los ingresos por impuestos, y eran señaladas por propios y ajenos como una bomba de tiempo, por primera vez en los últimos años sólo se renueva en un monto mínimo con relación a las pasadas licitaciones.

Las Leliqs son letras de liquidez emitidas por el Banco Central, deuda remunerada que se entrega a los bancos comerciales a cambio de pesos y vencen cada mes. El objetivo de esta herramienta monetaria es regular el circulante de dinero, en particular, absorber el excedente de pesos para que no se vuelquen al dólar como refugio de valor frente a la altísima inflación.

Estos instrumentos nacieron en 2018 de la mano de Federico Sturzenegger, en ese entonces se llamaban Lebacs, y buscaban controlar el dinero circulante y evitar que se vayan al dólar, aumentando por esa vía la presión sobre los precios. 

Tanto las Leliqs como los Pases son los pasivos remunerados del Banco Central, con plazos de 28 días y 1 día, respectivamente, y esta deuda de corto plazo en manos de bancos comerciales engrosa el déficit cuasi fiscal, que hoy en día es enorme y representa una problema para las nuevas autoridades que asumen el próximo domingo.

Como despedida de esta política de la autoridad monetaria ayer sólo se renovó el 1,8%, al adjudicar apenas $28.648 millones a una tasa de política monetaria nominal anual del 133% (TEA del 254,82%), y de esa manera el stock se bajó de manera significativa frente al monto global que venía acumulando.

Frente al vencimiento de $1,57 billones, se realizó la licitación en letras de liquidez por $1,54 billones, por lo que el acumulado de este tipo de pasivos financieros se empieza a desarmar, aunque al mismo tiempo creció el nivel de Pases pasivos a un día de plazo.

Apenas se conoció el resultado de las elecciones, el candidato ganador declaró que antes de la dolarización y cierre del BCRA debía solucionar el tema de las Leliqs, una condición previa para normalizar la economía y atacar la inflación derivada de este tipo de financiación del Estado.

El stock de Leliqs había comenzado a caer fuerte en los últimos quince días: el martes 21 y jueves 23 de noviembre, el rollover se ubicó en 39,7% y 10,5%, mientras que la semana pasada la tasa de refinanciamiento fue del 22,9% el martes 28 y de sólo el 2,8% el jueves 30.

La fuga de liquidez desde las Leliqs se debe a que con el nuevo Gobierno se espera una fuerte devaluación en el tipo de cambio oficial, que hoy está en $380 por dólar y ya se habla de un alza a $650, y por eso se acude a otras alternativas como resguardo de valor.

Otra parte de la liquidez se dirige a los Pases (o Repos) una modalidad de préstamos al BCRA a un día de plazo, que busca tentar con una alta tasa de interés del 126% para que esos pesos no se vayan al dólar, aunque su inmediatez demuestra una menor confianza que las Leliqs a 28 días u otros instrumentos financieros a más largo plazo.

Según el informe diario de Pases y Leliqs del BCRA del pasado lunes 4 de diciembre, las operaciones de pases pasivos públicos llegaron a $3,08 billones y los privados a $7,35 billones, lo que da un total de $10,43 billones a esa fecha. 

Además, el stock de Leliqs a 28 días llegó a $7,5 billones y el stock de pases pasivos de bancos públicos, privados y fondos comunes de inversión (FCI), incluidos los intereses, aumentó a $15,41 billones. 

De acuerdo al referido informe del Banco Central, el perfil de vencimientos públicos y privados de Leliqs continúa el 7/12 con $1,15 billones, el 12/12 con $2,07 billones, el 14/12 con $1,03 billones, el 19/12 con $1,07 billones, el 21/12 con $190.810 millones, el 26/12 con $352.162 millones y el 28/12 con $56.788 millones.

El lunes próximo habrá que ver qué declara Santiago Bausili, el nuevo presidente del BCRA anunciado por el Presidente entrante, que fue el secretario de Finanzas durante el Gobierno de Mauricio Macri, esta semana la Cámara Federal revocó su procesamiento en una causa judicial por negociaciones incompatibles, y hasta ahora era socio en la consultora del nuevo ministro de Economía Luis Caputo, también ex secretario y ministro de Finanzas y ex presidente del BCRA en esos años.

A diferencia del anterior candidato a ocupar ese cargo, el economista libertario Emilio Ocampo, Bausili no llega al Gobierno para cerrar la entidad y abandonar el peso como moneda sino a restringir sus funciones de emisión monetaria y normalizar sus políticas actuales de financiación al Tesoro. Su expertise es el financiamiento en el mercado de capitales y el manejo del riesgo financiero.
 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscribite a nuestro boletín de noticias