ENTRETELONES DE CASA ROSADA
A 10 días de la asunción de Javier Milei como presidente de la Nación, el contundente contraste del programa de Gobierno de La Libertad Avanza (LLA) con el del saliente Frente de Todos (FdT) ya desperdiga sus primeros síntomas nada saludables para el mercado laboral.
La semana pasada, el titular de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, había asegurado que en el sector ya se enviaban los primeros telegramas de despido a raíz de los anuncios del jefe de Estado electo de paralizar la obra pública y dejarla en manos de la voluntad de privados.
En el transcurso de esta semana, los sectores industriales comenzaron a acusar la onda expansiva que generó la caída del oficialismo ante una propuesta política y económica antagónica que llega a la Rosada con la promesa de romper muchos -sino todos- los dispositivos y estrategias productivas instrumentados en las últimas décadas por los Gobiernos peronistas.
La primera en apuntalar el sendero de plantear a los trabajadores como variable de ajuste de la situación fue la automotriz Mercedes Benz, que habilitó un retiro voluntario en su planta de Virrey del Pino desde fines de octubre. Se trata de la sede donde la firma produce el furgón Sprinter.
Según detalló un vocero de la compañía a Infobae días atrás, el programa se extenderá por unas semanas y “está vinculado con cambios en la demanda de producto de mercados de exportación”. Lo que no se informó fue cuántos empleados ya dejaron sus puestos a raíz del programa.
Otro de los actores del rubro que se sumó al clima de época fue Nissan Renault en Córdoba, abriendo su registro de retiros voluntarios, del cual esperan alrededor de 450 adhesiones por parte de sus operarios. La medida fue informada este martes en la Planta de Santa Isabel,y aplica para contratados como para efectivos con antigüedad.
En diálogo con Perfil Córdoba, portavoces de la compañía explicaron: “Estamos analizando distintos escenarios y evaluando aquellos que generen el menor impacto tanto para la planta como para los equipos”.
Sobre esto, afirmaron que buscan “mantener la planta operativa al máximo de su capacidad, preservando los empleos tanto como sea posible y adaptándonos a las condiciones del mercado”. La fábrica emplea a unos 1600 empleados, y se apunta a recortar poco más que el 25% de la plantilla.
Entre los fundamentos se menciona de igual manera “un ajuste en la demanda de mercados de exportación”, la discontinuación de algunos programas de producción en los últimos meses y un contexto electoral que afectó a las ventas y -por ende- a la producción.
La preocupación es robusta ya que el sector automotriz de la provincia mediterránea nuclea a unos 12 mil trabajadores, concentrados principalmente en las fábricas de Fiat, Renault, Volkswagen e Iveco.
El sector fabril cordobés ligado a la industria automotriz alcanza a 12 mil trabajadores, teniendo como las empresas de mayor envergadura a Fiat, Renault, Volkswagen e Iveco.
600 familias desvinculadas del Grupo Mirgor de #Caputo en Tierra del Fuego a partir del 1º de diciembre a todos los contratados de tres plantas fabriles de Río Grande y a los trabajadores bajo modalidad de Prestación Permanente Discontinua (PPD). Son 600 familias pic.twitter.com/FaOEfmnB9b
— Sara Di Tomaso (@Sditomaso) November 29, 2023
El último de los anuncios en este sentido que resonó en la escena pública fue el de Grupo Mirgor, propiedad de Nicolás Caputo, que este miércoles notificó que no renovará alrededor de 1000 contratos que vencen este viernes primero de diciembre, y tampoco continuarán aquellos trabajadores que se encuentran en Prestación Permanente Discontinua (PPD).
La efervescencia social causada por el anuncio no se debe sólo a que el titular de la firma es el primo del anunciado próximo ministro de Economía y ex ministro de Macri, Luis Caputo; sino porque el anuncio incluyó la suspensión por diez días del resto del personal con goce de sueldo parcial (70%), tras lo cual se implementará un régimen de vacaciones adelantadas.
Mirgor cuenta en total con tres fábricas emplazadas en el polo tecnológico de Tierra del Fuego, donde se producen autopartes, celulares, aires acondicionados, computadoras y un diverso espectro de bienes electrónicos. Pero la incertidumbre excede los límites provinciales, ya que la compañía posee también plantas en La Tablada, provincia de Buenos Aires, y Rosario, Santa Fe.
Según acusaron desde la empresa, las decisiones tomadas tienen como fundamento las dificultades para acceder los insumos a partir de las limitaciones que impone el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) dispuesto por el Gobierno Nacional.
Esto a pesar de que el polo industrial de la provincia fueguina cuenta con un sólido blindaje de estímulos impositivos y medidas proteccionistas dirigidas a consolidar la producción tecnológica en nuestro país.
No obstante, es de esperar que la inminente administración de Javier Milei no dé continuidad a la mayoría de las intervenciones estatales en materia económica y productiva -al menos si se atiene a su plataforma electoral y prédica mediática- y parece que la familia Caputo, que contribuirá ni más ni menos que con el titular de Hacienda, ya está al tanto.
