Casa de Gobierno grafica las internas en el peronismo luego de la derrota - Política y Medios
10-12-2024 - Edición Nº6157

ENTRETELONES DE CASA ROSADA

Casa de Gobierno grafica las internas en el peronismo luego de la derrota

Tras la derrota electoral del domingo, las desavenencias al interior del saliente Frente de Todos volvieron a resonar en los pasillos de Balcarce 50. Algunos detalles de los primeros contactos institucionales de cara al traspaso.

Por Juan Pablo Peralta, desde Casa Rosada.

Conocido el resultado del domingo pasado en el balotaje todo fue una sucesión de hechos que para la mayoría resultaron distópicos. Así como Sergio Massa prefirió aceptar rápidamente la derrota en el búnker de Unión por la Patria, la alta dirigencia que lo respaldaba hasta la semana pasada también decidió dar vuelta la página rápidamente y olvidar a ese candidato obrero, peronista y sanmartiniano que representaban en la propaganda de campaña.

Sólo las bases que micromilitaron al tigrense dejaron ver escenas de llanto y dolor a metros del Complejo C en el barrio de Chacarita. Fue al terminar el discurso del ministro de Hacienda y candidato vencido, que se animó a amagar con irse y culpar de todo lo que viniera -en materia económica- al presidente electo de La Libertad Avanza.

“Eso fue una mezcla de bronca e impotencia momentánea, nada más”, minimizaron desde su entorno el martes, cuando el líder del Frente Renovador tuvo que volver a mostrarse -forzosamente activo- junto a su equipo económico para cumplir con lo que había prometido: Quedarse hasta el 9 de diciembre, y en caso de perder, colaborar con la transición.

La enorme cantidad de afiches y carteles que cubrían las paredes, puertas de despachos, pasillos, galerías, patios internos y baños de la Casa Rosada desaparecieron de manera inmediata.

No se vio ni escuchó un sólo agradecimiento al hombre, que según Cristina Kirchner -y él mismo- había agarrado “la papa caliente” que la mayoría evitó escondiéndose debajo de la cama cuando el gobierno corría el riesgo de tener que irse en helicóptero. Palabras dichas, entre otros, por el cacique de Avellaneda, ex ministro de Vivienda y fugaz interventor de Edesur, Jorge Ferraresi, así como el camporista y titular de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque.

Sin felicitar al triunfador, Javier Milei, el único ex accionista fuerte del desintegrado Frente de Todos que dejó un mensaje de reconocimiento a la fórmula perdedora fue Alberto Fernández. Lo hizo desde sus redes sociales: “Agradezco a @SergioMassa y @RossiAgustinOk por la campaña que realizaron. Valoro todo el trabajo que han hecho”. No faltó quien vio en el texto presidencial cierto grado de sarcasmo. No olvidemos que el titular del Ejecutivo termina su mandato absolutamente corrido de la gestión por obra y gracia de quien ahora tiene igual, o peor imagen negativa que él, especialmente afuera del PJ.

Como pasa cada vez que el olor a cala circula entre las huestes del despoder, las teorías conspirativas retomaron fuerza en Balcarce 50. “Ven por qué Cristina se borró del mapa antes de tiempo (…) Ahora se sacó de encima a Sergio y quiere volver como jefa opositora con Wado (De Pedro) y Kicillof”, infirió un enardecido operador massista que desprecia los manejos del kirchnerismo desde siempre, pero que eligió acompañar a su jefe hasta el final, en esta etapa de reconciliación con quienes antes lo acusaban de tener relaciones con los narcos y la embajada de EEUU, y a los que él mismo prometía meter presos y echar del Estado.

Los referentes más conspiranoicos del FR se preguntaban “¿por qué en la provincia Juntos por el Cambio y los libertarios no se aliaron para ganarle a Axel y sí para cagar a Massa?” Un interrogante legítimo, porque esa coalición electoral se hubiera impuesto al gobernador que reeligió en la PBA por unos 6 puntos y medio. Está claro que esa ala “sergista” sospecha de todo lo que provenga del cristinismo y de los intendentes del PJ de la provincia de Buenos Aires.

El lunes feriado, Casa de Gobierno hizo un nuevo viaje en el tiempo a las épocas de la Pandemia. Sólo periodistas, granaderos, policías, mozos y personal de limpieza, esperaban saber si finalmente se concretaría la “inminente” reunión (que no fue) en Olivos, entre el mandatario saliente y el entrante. Un producto que se vendía mediáticamente como pan caliente, y la única oferta informativa de la jornada post electoral.

Como eso nunca ocurrió, hubo que esperar hasta el martes a las 8:30 para que al economista le abrieran el legendario portón verde de Villate 1000. Lo que queda del equipo de comunicación del desmantelado albertismo procuró adelantar la información únicamente a los medios afines, que vale aclarar, no por eso significa que sean oficialistas.

En la postal de ambos que envió Presidencia de la Nación -con mesita de por medio y jarra de agua servida- se expuso la cara de pocos amigos de los funcionarios que eligieron mostrarse con el clásico fondo bucólico de la histórica quinta. Esa foto tuvo el corolario de un escueto comunicado que esbozó con respecto al cónclave que "fue amable, respetuoso e institucional", destacando que “no hubo ningún pedido particular en ningún tema”, textual.

Lo cierto es que gran parte del encuentro -de una duración aproximada de dos horas y media- consistió más que nada, en una recorrida guiada que el propio Fernández invitó a hacer a JM, mientras le contaba algo de su experiencia como jefe de Estado. Más tarde, el propio Fernández reconoció en un reportaje concedido a uno de sus amigos animadores, que él no está para darle consejos a nadie.

Por el lado de Javier Milei, se agregó que en algunos temas de gestión y política internacional hubieron visiones diferentes pero siempre en el marco del respeto mutuo. Nada se manifestó en referencia a cómo será el traspaso de mando, que las facciones están diagramando con matices una vez terminada la jura ante los legisladores en el Congreso y el discurso del flamante presidente.

Es que el capítulo posterior al juramento permite negociar de manera más abierta los protocolos y ceremonias institucionales. Fue la propia Karina Milei, hermana del mandatario electo y su principal asesora, quien el viernes llegó a Casa de Gobierno para comenzar a tratar el tema con el Secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello.

El miércoles quedó marcado por el ataque conjunto que los Fernández, ahora anticristinistas confesos (Alberto y Aníbal), iniciaron a horas de la debacle electoral. Casi en conjunto salieron al ruedo criticando duro a la vicepresidenta, que esa tarde recibía en el Senado a su sucesora en el cargo, Victoria Villarruel.

El titular del Ejecutivo, que no se hizo cargo de la derrota de UP ni de la mala gestión que tuvo, aseveró exultante: “Resulta que el títere es el único que termina enfrentado a Cristina”. Por su parte, el ministro de Seguridad hasta el 10/12, apuntó en esa línea, que CFK como jefa de la oposición forma parte de “la prehistoria, ni siquiera de la historia”.

Sin dudas, el desastre en los comicios envalentonó a quienes se autoperciben como futuros pejotistas que retomarán las sendas del antikirchnerismo. Dimes y diretes de un peronismo que se copia a sí mismo en base a las coyunturas históricas de cada momento. Nada nuevo bajo el sol.

Con los -nunca respetados- acuerdos de Precios Justos vencidos, la caja de Pandora se abrió y las listas con aumentos desmedidos llegaron a los comercios con subas en torno al 30 y 50 por ciento en productos de la canasta básica. El dólar blue retomó su escalada ascendente, por arriba de los 1000 pesos (algo no tan preocupante como se esperaba) y con los financieros en esa idéntica curva ascendente. La inflación artificial que publicó el INDEC de Marco Lavagna en octubre (8,3%) ya es un mero recuerdo electoralista.

En la Rosada siguen con detenimiento lo que ocurre en el centro de operaciones de La Libertad Avanza, ubicado en el Hotel Libertador de Córdoba y Maipú. El gabinete de ocho ministerios (hasta ahora) con sus secretarías continúa siendo presentado mediáticamente en el marco de operaciones, especulaciones, globos de ensayo y presiones de rigor. La cuenta oficial que abrió el mileísmo en la red X (@OPEArg), es la que va anunciando novedades, que varias veces contradicen, o no confirman lo que se dice en los medios.

En otro orden de cosas, aparece el hecho de que cada nombre vinculado al macrismo que resuena en la futura gestión de LLA sea visto como un triunfo -a largo plazo- en lo que queda de la administración del ex FdT. “Casta al palo”, ironizó un colaborador ministerial que termina su contrato en pocos días, pero ya tiene un lugar asegurado en la tropa camporista, desde la que se bajó la orden de expulsar a los que no sean “puros” y se abra la puerta a los soldados caídos en diversas dependencias con cajas importantes y que la organización que conduce Máximo Kirchner debe abandonar en cuestión de días. Nos referimos al PAMI, la ANSES, y entre otras, la propia sede del Poder Ejecutivo Nacional.

Las últimas novedades comunicadas desde el entorno del mandatario electo.

Pese a todos los cuestionamientos que Fernández recibió por sus gastos excesivos en dólares, en esas recorridas que hizo por el mundo junto a enormes y costosas comitivas, se insistió con pedirle al Vaticano una última “audiencia de fin de mandato”. Una figura que nunca se otorgó a ningún presidente de salida.

Al Papa Francisco no le quedó otra opción que aceptar, ya que además de felicitar a Milei por su victoria, no descarta visitar el país con el libertario como presidente, además de recibirlo en la Santa Sede una vez asumido. “Pacificar”, es el alegato que dejó entrever un prelado bergogliano a la hora de justificar ese posible regreso del Sumo Pontífice a la Argentina.

La excursión de Alberto F. a Roma será en los últimos días del corriente mes, y luego junto a Sergio Massa viajará a Río de Janeiro (Brasil) con el objetivo de estar presentes en su última Cumbre Mercosur. El ex candidato y ministro tiene previsto una travesía más a Honduras, donde –si no hay cambios- participará en la reunión del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

Mientras define con los halcones macristas la conformación de su gobierno, Milei concedió varios reportajes en los que declaró que va a trabajar en la Quinta de Olivos y no usará el helicóptero porque no desarrollará sus actividades en Casa de Gobierno. Algo que varios ex mandatarios quisieron hacer, pero que tuvieron que matizar con agendas en ambos lugares por una simple cuestión, el peso simbólico que tiene el mítico palacio rosado, que no será la primera vez que se intenta convertir en una suerte de museo.

Al respecto, el ex presidente Menem fue uno de los que planteó en su momento algo parecido, pero que en poco tiempo tuvo que revertir, al dar cuenta de que los actos de poder, a su entender, debían ser ejecutados en la Rosada, precisamente por esas mismas razones alegóricas antes expuestas.

Además hay que agregar que en Balcarce 50 funciona la Jefatura de Ministros y la cartera de Interior, que es, nada más y nada menos, que el nexo directo con los gobernadores de todas las provincias. Frecuente lugar de desembarco de la totalidad de los mandatarios regionales y sus representaciones, así como de presidentes, embajadores, funcionarios, empresarios y líderes extranjeros.

Otra posibilidad que se abre, es que Vicepresidencia vuelva a tener despacho en el edificio gubernamental. La última en mantener uno, con el fin de estar de manera presencial cada vez que el jefe de Estado viaja al exterior y deja a cargo del Poder Ejecutivo a su segundo en la línea sucesoria, fue Gabriela Michetti. Villarruel podría retornar a esa práctica si lo acuerda con su compañero de fórmula triunfante.

Con Cristina Kirchner como vice, esa oficina fue ocupada por otras dependencias del gobierno que termina. Ella nunca asistió al lugar en las sucesivas excursiones internacionales de Fernández. Primero fue para no opacar la figura de su ex delfín -a poco de ser ungido como su compañero- y que en 2019 llegaría al sillón de Rivadavia.

Posteriormente, todo quedó totalmente desactivado debido a las desavenencias públicas que los dos tuvieron en los cuatro años de una gestión que derivó en este reordenamiento que reclama el resultado electoral del 19 de noviembre. Fenómeno que alcanza -y atañe- tanto al oficialismo en retirada como a la oposición que vuelve a tomar las riendas del Estado, pero claro, bajo circunstancias inéditas.

El Gobierno libertario -en alianza con el macrismo- deberá dar solución a los problemas de inflación, pobreza e indigencia, potenciadas en los últimos ocho años, así como cumplir esa promesa que hizo a su electorado, es decir, diferenciarse de la clásica corporación política que comanda el sistema desde la vuelta de la democracia. Una cuestión que por ahora, está bastante alejada de la realidad.

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