Biocombustibles: “La industrialización de la biomasa y la bioeconomía tienen un potencial enorme en nuestro país” - Política y Medios
03-10-2024 - Edición Nº6089

ENTREVISTA

Biocombustibles: “La industrialización de la biomasa y la bioeconomía tienen un potencial enorme en nuestro país”

Federico Martelli, director de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles aseguró: “Necesitamos un ordenamiento macroeconómico que nos permita pensar, proyectar e invertir en el sector”

A pocas horas del balotaje del domingo 19 de noviembre, PolíticaYMedios dialogó con Federico Martelli, Director de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles, quien analizó la situación del sector y su proyección de cara a la llegada de un nuevo gobierno.

 

-¿Cómo es el mercado de los biocombustibles en Argentina?

En el año 2006 el congreso sancionó una ley que estableció las reglas de juego del sector de los biocombustibles y luego fue reemplazada en el año 2021 por otra ley de similares características. 

Esas leyes dividieron el mercado en dos. La exportación quedó para las compañías integradas, es decir las que muelen la soja, exportan la harina y con el aceite producen biodiesel. Este es el mercado de los “grandes”, empresas de gran volumen de producción, muy diversificadas y en su mayoría multinacionales.

En cambio, el mercado interno quedó para empresas PyMes a las que se les asigna un cupo de producción mensual para ser mezclado con los combustibles de orígen fósil. Actualmente el corte es de 12% para bioetanol y 7,5% para biodiesel. El público en general no siempre sabe que, cuando carga combustible en cualquier estación de servicio del país, está cargando una parte de biocombustibles. 

Dado que en la CEPREB representamos a las compañías de biodiesel, es el sector que conozco en profundidad y me parece importante explicar que hay muchas provincias que no se las conoce como fabricantes de combustibles, pero sí lo son. En Santa Fe hay 11 plantas de biodiesel, 11 en Buenos Aires, tres en Entre Ríos, dos en La Pampa y una en San Luis.

-¿Cuál es la situación del sector?

El sector de los biocombustibles, al igual que gran parte de la economía, está atravesando una situación complicada producto de los desajustes macroeconómicos y el cambio constante de las reglas de juego. La situación del bioetanol es mejor que la del biodiesel, primero porque las petroleras necesitan el bioetanol por cuestiones técnicas para el corte con nafta y segundo porque el mercado del maíz y de la caña de azúcar está muchísimo más diversificado que el del aceite de soja y, por ende, hay más competitividad en el precio de la materia prima. 

Nosotros somos transformadores de una materia prima que se compra en dólares, en un producto final que se vende en pesos, en una ecuación donde la materia prima explica el 85% de los costos. Entonces tenemos el 85% de nuestros costos en dólares y cuando vendemos el biodiesel, cobramos en pesos y a un plazo de pago no menor a los 14 días.

Para colmo, el producto final, sea bioetanol o biodiesel, afecta el precio del combustible en el surtidor, por lo que la tendencia lógica de cualquier gobierno es tratar de mantener los precios pisados. 

A esto tenés que sumarle que las aceiteras abusan de su posición dominante y entre cuatro o cinco cartelizan el precio del aceite, lo suben artificialmente para participar indirectamente del negocio de los biocombustibles para el mercado interno. 

Entonces se forma la tormenta perfecta: cada salto devaluatorio grande y cada microdevaluación descalza al sector y paraliza la producción. La materia prima es escasa, ya que hay poca soja en el mercado, los precios del aceite de soja están inflados y el precio de venta suele estar por debajo de los costos de producción. La síntesis es que, a lo largo del año, cuando se haga el balance, habremos producido la mitad de lo que deberíamos.

-Señalás que las aceiteras abusan de su posición dominante, ¿cómo opera el sector?

El aceite de soja tiene un precio FOB, es decir, una cotización internacional antes de que se le apliquen las retenciones. Una vez producida la comercialización se le aplican las retenciones y queda el precio para el mercado interno. Ese debería ser el precio de referencia al cual las PyMes deberían comprar el aceite por la sencilla razón de que iguala el ingreso que les genera si exportaran el producto.

Sin embargo, en gran parte del año, las aceiteras pretenden comercializar el aceite con una “prima”, es decir, con un sobreprecio de 10%, 15% o hasta 30% por encima del precio de mercado. Obviamente, como en cualquier rubro, si el costo de la materia prima está inflado y el precio de venta del producto final está regulado, la ecuación no cierra.

Dada esta situación, consideramos que va a ser fundamental para la próxima etapa que Ministerio de Economía siente a las aceiteras, a las petroleras y a las PyMes del biodiesel para que podamos fijar reglas de juego que nos permitan salir de esta situación absurda en la cual a la argentina le falta combustible mientras las plantas que lo producen están paradas.

-Massa anunció en su visita a Córdoba el aumento del corte, ¿cómo ves la evolución del sector?

Por ahora el anuncio se refiere específicamente a bioetanol y lo veo de manera muy positiva. Considero que el biodiesel debe seguir el mismo camino e ir a un corte de 12,5% en 2024. 

Pero, más allá de los anuncios, necesitamos un ordenamiento macroeconómico que nos permita pensar, proyectar e invertir en el sector. La industrialización de la biomasa y la bioeconomía en general tienen un potencial enorme en nuestro país. Somos la Arabia Saudí del aceite de soja y en conjunto con Brasil podríamos liderar los mercados de biocombustibles a nivel global. Y no me refiero únicamente a volumen de producción, sino al desarrollo de toda la cadena de valor. 

Estamos en los albores de la revolución bioindustrial. No tengas dudas de que en unos años gran parte de los productos de la industria de la construcción, de los laboratorios, cosméticos y alimentos va a tener bioinsumos derivados de soja, maíz, caña de azúcar, algas y otros materiales orgánicos. El tema es salir de la hiper coyuntura y trabajar en ese escenario y para eso la dirigencia política tiene la responsabilidad de modelar el modelo productivo.

-Estamos a pocas horas de las elecciones, ¿qué escenario ves de acá en adelante?

Al ser una persona que se mueve en dos mundos, en el de la política y el de la producción de energía, veo la profunda necesidad de que gobierne un proyecto político que deje atrás la grieta y se enfoque en los problemas de la producción y el empleo. 

Eso no se va a hacer ni abriendo los mercados indiscriminadamente ni pisándole la cabeza al que quiere generar valor. Esa dicotomía entre Estado y mercado me parece de las cosas más absurdas de la realidad política argentina y creo que solo les sirve a los que facturan políticamente en esos campamentos, mientras al país le va cada vez peor.

Veo en el proyecto de Sergio Massa un entendimiento claro de esto, una mirada integral de las necesidades y los desafíos del país. Ojalá, si llega a ser presidente, pueda hacerlo realidad.

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