Elogio de la Locura - Política y Medios
27-07-2024 - Edición Nº6021

OPINIÓN

Elogio de la Locura

La dinámica política de estos días pareciera tomar un giro interesante. A Massa parecen estar pidiéndole un cambio y a Milei, que representa el cambio, parecen exigirle previsibilidad y responsabilidad.

Por: Nicolás Mujico - Politologo UBA- Maestrando en Defensa Nacional UNDEF

 

Allá por 1511, Erasmo de Róterdam publico su famoso “Elogio de la Locura” cuyo verdadero título era Elogio de la estulticia o de la tontería. En aquel tratado, consideraba las ventajas de la estulticia sobre la razón, elogiaba irónicamente la ceguera, la demencia y la superstición. Por suerte, “todas estas cosas han sido superadas.”

Solía decir la madre Teresa de Calcuta que se derraman mas lágrimas por los deseos cumplidos que por los incumplidos. ¿Será deseo del pueblo, premiar en el día de su cumpleaños a Javier Milei como presidente de la Nación? Pesa sobre él la sospecha de una cierta falta de razonabilidad, lo cual no sería tan grave ni mucho menos novedoso. Preocupa más que en este grave momento, el libertario sería el presidente con menos experiencia de gestión y, para ser franco, experiencia de cualquier cosa relacionada con lo público desde el retorno a la democracia. Un verdadero Outsider de la política haciéndose con el poder.

En sus 53 años, que cumplirá el día de las elecciones generales, fue empleado y asesor de importantes empresas y entidades, pero solo cuenta con dos años de diputados y jefe de un pequeño grupo de diputados rebeldes. Con ese capital político y con esa experiencia, debe hacerse cargo de un país demasiado grande, demasiado complejo y con enormes dificultades en una de las coyunturas políticas y económicas más profundas de su historia. 

Un breve repaso por quienes le precedieron marcan que Alfonsín alcanzó la presidencia con 57 años y más de 7 años de diputado y habiendo disputado elecciones internas y partidarias en varias oportunidades. La única razón por la que no tuvo más experiencia es por los constantes golpes de Estado que le tocó atravesar a lo largo de su vida. Sin embargo, alcanzó el poder siendo el indiscutido jefe de la UCR que, por aquellos tiempos, tenía una fortaleza indescriptible a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. 

Carlos Menem, por su parte, llegó a la Rosada con 58 años y habiendo sido gobernador en 3 oportunidades. Pudo haber tenido incluso mayor experiencia de no haber sufrido 5 años de cárcel durante la dictadura militar.

Fernando De La Rúa tenía 62 años en diciembre de 1999 cuando sucedió al riojano. Una extensa carrera legislativa y tres años al frente del Primer Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos Aires. 

Eduardo Duhalde, quien en realidad fue Senador a cargo del ejecutivo, puesto por sus pares, tenía 60 años y 8 años de experiencia al frente de la provincia más grande del país. También había sido intendente de Lomas de Zamora, diputado y Vice-presidente de la nación. 

Carlos Néstor Kirchner tenía 53 años, aunque por aquellos tiempos no se consideraba joven a alguien de esa edad como al arquero de chacharita. Decía Erasmo que la necedad aleja las preocupaciones y retarda la vejez. No obstante -y a pesar de tener la misma edad que el libertario-, llevaba más de 10 años al frente de la provincia de Santa Cruz. Su esposa Cristina, era todavía más joven cuando asumió como presidenta. Con más de 10 años de legisladora y habiendo conocido ambas cámaras, sumaba además,  todo el roce con el poder que le daba su privilegiado lugar de compañera de vida de Néstor. 

Mauricio Macri tenía 57 años cuando destrono al peronismo. En su haber tenía 8 años de jefe de gobierno y cuatro de diputado. Además, contaba con el mérito de haber fundado un partido político que hoy aún existe y que es un actor importante de la política nacional. 

Alberto Fernández fue, quizás, quien tenía menos experiencia al momento de asumir. Aún así, continúa teniendo el récord de permanencia al frente de la jefatura de gabinete con más de 5 años acompañando a Néstor Kirchner primero y luego a Cristina. 

Quienes compiten con Milei también tienen bastante experiencia: Patricia Bullrich, con sus 67 años de edad, tiene una larguísima historia de militancia política primero en el peronismo (habiendo sufrido algunos meses de cárcel) y muchos años de exilio. Luego una extraña deriva que la llevo a la función pública de la mano de la Alianza siendo ministra de Trabajo. Diputada en varias oportunidades, ocupó durante 4 años el ministerio de Seguridad y ganó la interna recientemente a Horacio Rodríguez Larreta. 

Curiosamente, el más joven de todos, es quien más experiencia tiene. Sergio Massa tiene 51 años y experiencia ejecutiva al haber estado al frente de la intendencia de Tigre. Una larguísima militancia y gestión al frente de la ANSES primero y de la jefatura de gabinete después. También cuenta con experiencia legislativa al haber sido diputado en varias oportunidades. Lideró un bloque importante y fue el jefe del Frente Renovador durante estos últimos 10 años. Venció en su momento al oficialismo y, con apenas 43 años, fue candidato a Presidente de la Nación sacando más del 20% de los votos. Presidente de la Cámara de Diputados, asumió la responsabilidad al frente del ministerio de Economía y de Producción en el momento más ingrato del gobierno del Frente de Todos. No fue parte de las disputas que desangraron al oficialismo y sí fue responsable de la obra pública más importante del país en los últimos 40 años. La experiencia negociando constantemente con el FMI es difícilmente reemplazable por un sacacuentas. La economía es demasiado importante para dejarla al frente de un economista. 

A partir del acto del 11 de septiembre, cuando anunció la eliminación del Impuesto a las Ganancias, comenzó a construirse un nuevo liderazgo. Ese acto, con el escenario corrido hacia la explanada del ministerio de Economía, marca donde se encuentra el poder real y la jefatura política de Unión por la Patria. Ya no se ordena desde la Casa Rosada ni de ningún Instituto. Desde la calle Yrigoyen comienza también a definir el escenario electoral sobre el que se va a jugar la campaña. La realidad que busca transformar generando el poder suficiente que le permita no sólo ganar las elecciones, sino gobernar. Por el contrario, de ganar Milei, nadie puede decir que sucederá primero: si nada,  si la dolarización,  la híper, el javierazo o el retorno de los patacones en un apocalíptico destino de disolución nacional. Todo o nada puede suceder. Al igual que la cera al acercarse al fuego, también Milei pierde solidez al acercarse al poder. Las cualidades del candidato libertario no parecen ser propias, sino de las circunstancias. 

Si la experiencia vale de algo, hay que decir que el más experimentado es Sergio Massa. Si la juventud es valorada, hay que informar que el más joven es también Massa. La dinámica política de estos días pareciera tomar un giro interesante. A Massa parecen estar pidiéndole un cambio y a Milei, que representa el cambio, parecen exigirle previsibilidad y responsabilidad. En definitiva, la democracia funciona de manera imprevisible porque así es la democracia.  

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