ENTRETELONES DE CASA ROSADA
En medio de una compleja situación socieconómica que se arrastra desde hace tiempo en nuestro país, una encuesta reveló algunas de las preferencias y expectativas de la franja más joven en edad económicamente activa, donde se observa que la realidad material se impone sobre otras facetas de la relación laboral.
El contexto socioeconómico del país impacta de lleno en el sistema de expectativas de las franjas etarias más jóvenes, donde el 62,3% de la muestra tiene la estabilidad económica como proyecto a 10 años, relegando aspiraciones como la casa propia o el trabajo ideal, según un sondeo de la Consultora Taquion.
En lo que respecta al mercado laboral, el 80% considera que no es fácil conseguir trabajo en la actualidad, o al menos uno con buenas condiciones laborales y salarios dignos. A su vez, la mitad de los jóvenes se muestran interesados en la modalidad híbrida de combinar el empleo fijo con un emprendimiento "freelance" para incrementar los ingresos.
En torno al tipo de estructura donde les gustaría trabajar, un 23,4% optaría por una organización horizontal, con libertades a la hora de tomar decisiones, mientras que un 16,3%, una más vertical donde la directivas sean claras. La mayoría, un 60,3%, escogió un mix de ambos modelos, donde haya cierta libertad pero las decisiones no dependan de su persona.
No obstante, se observa una leve tendencia: el 59% de los que desean estructuras horizontales se encuentran empleados, mientras que el 53% de los que optaron por trabajos organizados de una manera verticalista, se encuentran desempleados.
A la hora de ponderar los principales atributos de un puesto laboral, el 66,9% resaltó como el componente preponderante el salario y las condiciones de trabajo. Por detrás, el compromiso con el crecimiento de sus empleados fue elegido por el 48,9% de los consultados.
Un 39,5% también destacó la importancia de que la oganización muestre un compromiso con la salud mental de sus empleados. Por detrás, se ubicaron: el compromiso con el medio ambiente (26%); con la igualdad de género (20,9%), y el social (17,6%).
En torno a la modalidad de trabajo, el 33,2% mostró su preferencia por la presencial, mientras que un 24,9% optó por un sistema que combine oficina y home office, un 24,7% elige la virtualidad total y a un 17,3% le da igual.
Esto viene a combatir el preconcepto de que los estratos más jóvenes sólo buscan empleos a distancia y que puedan realizarse de manera virtual. Lejos de esto, la mayoría aspira a un clásico trabajo de oficina, mientras una buena parte incluye parcialmente la presencialidad: casi el 60% lo contempla dentro de su esquema laboral.
Por su parte, en torno al tipo de contratación, se realizó una segmentación por edad dentro de la franja encuestada, y se pudo observar una tendencia: a mayor edad, crece la predisposición a relaciones laborales de dependencia; mientras que los más jóvenes ven con buenos ojos regímenes independientes o de monotributo.
En torno a las contrataciones de freelance, el 27,5% se mostró interesado, mientras que el 18,8% lo descartó. La gran mayoría (48,6%), manifestó un interés de hacerlo teniendo un ingreso fijo a través de otro empleo estable y el 5,2% tiene interés pero identifica un conflicto entre ese tipo de empleo y su profesión.
No obstante, consultados por la posibilidad de trabajos que no les impidan cambiar de localización, viajar y trasladarse libremente, un 80,4% sostuvo que le gustaría y un 6,4% ya lo hace. Sólo un 13,2% lo desestimó. El denominado "nómade digital" apareció como un futuro deseado.
También se sondearon las creencias respecto a la educación superior y su relación con el acceso a un buen puesto de trabajo. Al respecto, un 32,6% consideró a los estudios universitarios como "importantes", aunque no excluyentes para conseguir un buen empleo.
En esa misma línea, el 16,2% le otorgó importancia dependiendo del empleo y la profesión, y el 15,3% consideró importante la capacitación, pero no identifica la formación universitaria como la única manera de hacerlo. El 20%, por su parte, identificó la universidad como indispensable". En tanto, el 8,6% sostuvo que existen cursos y capacitaciones más breves con rapida salida laboral, y el 4,1% directamente no lo consideró tan importante. El 3,2%, prefirió no responder.
En relación a las preferencias sobre el sector, un 37,8% mostró su predilección por el privado, mientras que el 22,9% por el público. El 6% optó por el tercer sector, integrado por ONG's o Asociaciones Civiles y al 33,3% le da igual con tal de acceder a un empleo.
La encuesta se realizó a través del soporte virtual con alcance nacional, y con una metodología basada en un cuestionario semi estructurado. La población objetivo fueron 2000 personas de entre 18 y 30 años con acceso a internet y redes sociales, sondeados entre el 20 y el 27 de julio.
