Las elecciones: una nueva edición de la gran pasión argentina. Votar. Aunque esta vez, menos que antes. Al pelado se le ocurrió jugar a los fichines y complicarle la vida a los porteños.  

-Ya ni se a quién quería votar, solo quiero hacer valer las dos horas que inverti acá empollando este voto- dice Don Álvarez. 

-Primera vez que defino mi voto en la fila- le contesta el Irlándes Errante. 

Tiene tiempo para pensar. Mucho tiempo. Las maquinitas funcionaron como el culo. Horas más tarde, confirma:

-Es estrictamente cierto lo que denuncia Patricia. Cuando querías poner la lista del PJ en CABA, te aparecía un radical.  

Es que así son las cosas en el peronismo: si querés ser candidato, no te queda otra que ser progre, socialista o radical. Los peronistas son prolijamente defenestrados de todo ámbito de participación electoral.  

El domingo, la elección terminó puntualmente a las 18 (y a las 19:30).

Don Álvarez avisa:

-Estarían evacuando Saigón. 

-El Estado es responsable- bromea el Irlandés Errante. Y amplía su queja: -No saquen a hablar a los que están rotos (pero todos están rotos. El problema es justamente que nos rompieron el toor).

Cambiando de tema, Don Álvarez se pone optimista:

-Pasemos lista de los principales jubilados por la jornada electoral: La Reina Escorpión, El Reptil, Rulitos. (qué nombres tan agraviantes).

Una verdadera incógnita: ¿de quiénes estará hablando? 

-Los medios hegemónicos de pautalandia también han sido los grandes derrotados de la jornada, ojo. (daría la sensación que el reptil es el pelado).

-La reina escorpión lo marcó como el enemigo principal en su discurso de los 3 tercios y la gente procedió…a votarlo. (Creo que se refiere a Cristina).

-Y rulitos ¿quién es? (¿a quien le importa? ese no le importa a nadie).

Rodrigo Martínez camina cabizbajo, no puede creer los resultados electorales que dejaron este domingo. 

-Diez años rotos, perdidos... de "viva la grieta". La polarización, el incendio controlado…y llega el que los polariza a todos. Si la política no puede decirle basta a estos años de mierda, lo dirá la gente.

Con esta sentencia y desazón nos vamos todos a dormir hasta mañana. 

El lunes, los resultados siguen ahí. Hasta parecen peor que ayer.  Don Álvarez empieza a joder desde temprano:

-¿El catalán devolverá la guita? 

El desánimo es total. No hay ni ganas de quejarse. Ramón intenta hilvanar alguna que otra idea:

-Acá no hay siervos acomplejados ni mucho menos fascismo. El voto a Milei es un grito de batalla de la periferia al centro; de abajo hacia arriba. No es un voto anti-derechos, es un voto anti privilegios. En definitiva, un voto anti elite-

Intenta con esto desactivar el error progresista que vende en todos lados que sentencia el ascenso de Hitler y culpa a los votantes de ejercer su derecho al sufragio.  

Llega la noche. El desconcierto es grande. Hay que escuchar al pelado a ver qué dice. Lisan se asusta:

-Dice Pagni que Massa va a tomar la narrativa anti-fascista de Pedro Sánchez. Si es así, preparémonos para que Milei nos salude desde el balcón el 10 de diciembre.

Hay ruido en el café, por ahí se escucho mal. Desde otra mesa (lejana mesa), JuanMa Vilca replica:

-Hay que desterrar el mito de que el pelado sorete tiene la posta cuando vive tirando cualquier verdura pero con cara de Foucault.

Luego, apaga la tele y se va sin pagar. 

Nos vamos todos a dormir de nuevo. Mañana será otro día. 

El martes es otro día de mierda. El dólar por las nubes, la inflación que se pronostica para el mes que sigue es de dos dígitos. Excelente clima. Por lo menos hace calor.   

El Irlándes Errante apura una cerveza y se queja:

-¡Por Dios! dejen de querer explicarle a la gente que es boluda porque no vota lo que a ustedes les gusta. Vamos a quedar debiendo votos, hermano.  

Entra Rodrigo Martínez y dice que se cruzó al Teniente Triquinosis y le hizo una perfecta síntesis de a dónde vamos:

Kirchnerismo=ser pobre en pesos 

Macrismo=libertad para elegir en que moneda ser pobre. 

Mileismo= ser pobre en dólares. 

Todos ríen y lloran al mismo tiempo. Parece una película de Sandrini. El mozo pegunta "¿a quién le cobro?". Nadie tiene un mango. Llega el teniente, invita y dice: -Milei habla de guita. Hablen de guita. Si quieren ganar, hablen de guita.