¿Cuánto pesan las estructuras?

Horario Rodríguez Larreta logró que la mayoría de los intendentes y los gobernadores electos lo respalden, pese a que no hay garantías de un triunfo. 

La mayoría recibieron ayudas económicas del jefe de Gobierno y responden aplaudiendo en los actos en los que son convocados, aunque no está claro si están dispuestos a jugar a dos puntas.  

Para Bullrich fue un gasto inútil de su rival, porque confía en que la mayoría de los gobernantes electos no la boicotearan. Claro que tienen un aliciente para ganarle: la exministra los enfrentará con lista propia en las elecciones legilativas. 

Factor Milei 

Javier Milei inició la campaña con mediciones que lo colocan por encima de los 20 puntos y si los alcanza, Bullrich podría obtener mucho más. Fue por eso que el libertario la acusa de armar campañas en su contra. 

La principal es la acusación de tener un pacto secreto con Sergio Massa, que para el libertario es una fantasía de Bullrich para ensuciarlo.

Cómo los votantes libertarios son intensos, lo que se conoce como voto duro, las encuestas no indican una caída estrepitosa de Milei y podría generar una mayor paridad en la interna PRO. 

Cuánto vale el voto duro

Las encuestas no tienen diferencias: Patricia Bullrich está por encima de Horacio Rodríguez Larreta y debería ganar sin problemas. 

Lo supera con mucha ventaja en zonas rurales y le gana por menos diferencia en las urbanas, inclusive en la Ciudad de Buenos Aires.

Larreta dejó de hacer mediciones hace un mes y trata que los medios afines no las publiquen, para evitar un escalada en contra.

Confía en el mejor tesoro de esas muestras: los indecisos, que en las elecciones provinciales decidieron abstenerse y directamente no ir a votar. 

La influencia de Buenos Aires 

Luego de admitir que corre desde atrás, Larreta apostó a la provincia de Buenos Aires, dónde Diego Santilli, su candidato a gobernador, mide más que su rival bullricista Néstor Grindetti. 

Su boleta está resaltada entre los siete cuerpos de la sábana larretista y es la que queda visible cuando se reparten. El problema del jefe de Gobierno es la baja tradición de corte de boleta que hay en Buenos Aires. 

Bullrich confía en que muy pocos se preocuparan por llevar la tarjeta a los cuartos oscuros, cómo para ser decisivos. La esperanza Larretista está. 

Participación

Los consultores no tienen claro a quién favorece el ausentismo, si llega a los niveles de las elecciones provinciales, récord desde el retorno de la democracia.

Bullrich confía en su voto duro, una fracción del 41 por ciento que en 2019 acompañó a Mauricio Macri. Cree que Larreta tiene adeptos menos comprometidos capaz de faltar. 

El jefe de Gobierno aspira a que su buena relación con gobernantes locales y provinciales le garantice un piso de votos que peda se decisivo. Toda una moneda al aire.