MYRYAN PRUNOTTO
Como vienen señalando desde Economía, y en particular desde la Secretaría de Energía, la Argentina orienta el desarrollo de su matriz energética en acuerdo con los compromisos asumidos en el Acuerdo de París, así como con los objetivos planteados por la Ley 27191 de Fomento Nacional para el uso de Fuentes Renovables, donde se fija la meta de cubrir el 20% de la demanda de energía local con fuentes renovables para el año 2025.
En ese marco, como parte de la decisión estratégica de avanzar en el proceso de transición energética con un criterio federal, la Secretaría de Energía llevó a cabo días atrás la adjudicación conocida como RenMDI, que se convocó en enero de 2023 y tuvo la apertura de sobres en abril pasado con 204 ofertas por un total de casi 2.089 MW y más de US$2.000 millones de inversión.
La convocatoria dejó como ganadores a un conjunto de 98 proyectos, que podrán celebrar contratos de abastecimiento de energía eléctrica generada por fuentes renovables con la administradora mayorista CAMMESA, que actúa como comprador de energía en representación de los distribuidores y grandes usuarios del mercado mayorista hasta su posterior reasignación.
El nuevo llamado apuntó a la recepción de ofertas de proyectos que contribuyan a incorporar energía renovable en puntos de la red de Transporte por Distribución Troncal o de Distribución, para incrementar la participación de este tipo de energía en el abastecimiento de la demanda del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), reducir en el proceso los costos y aumentar la confiabilidad del sistema.
La Resolución 609/2023 publicada en el Boletín Oficial este jueves detalla los resultados de la convocatoria abierta nacional e internacional lanzada a principios de año, con la que se buscó adjudicar nueva capacidad renovable por unos 620 MW. A tal efecto, la licitación se organizó a través de dos grandes sectores o renglones.
El denominado Renglón 1 se destinó a proyectos de carácter regional y provincial, con el objetivo de fortalecer el sistema eléctrico de las provincias y contempló los proyectos que permitieran la sustitución de generación forzada por una potencia requerida máxima de 500 MW. Las tecnologías abarcadas fueron: biomasa, solar fotovoltaica con y sin almacenamiento y eólica con almacenamiento.
A su vez, el Renglón 2 se focalizó en proyectos que permitan incorporar generación renovable de pequeña escala y diversificar la matriz energética argentina. En este caso, se determinó una Potencia Requerida Máxima de 120 MW para las tecnologías de biomasa que no hayan sido adjudicadas en el Renglón 1. También se incluyó en este segundo apartado a los proyectos de biogás, biogás de relleno sanitario y a los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos.
En principio se presentaron 204 ofertas técnicas, que fueron evaluadas por CAMMESA y la Secretaría de Energía. En el transcurso del proceso se validaron 201 ofertas económicas para terminar consolidando un total de 192 ofertas por 2026 MW, que cumplimentaron la información requerida para su evaluación.
Finalmente, en lo que hace al Renglón 1 (Anexo 1) se adjudicaron 46 emprendimientos por 514,1 MW a lo largo de 6 regiones (provincia de Buenos Aires, NEA, Litoral, Centro-Cuyo, NOA y Comahue). El detalle por tecnología implica el desarrollo de 44 parques solares por 501,1 MW, 1 parque eólico por 10 MW y 1 central a biomasa por 3 MW.
En consecuencia, los proyectos a construirse se distribuirán por las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Formosa, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, San Juan, Santa Fe y Santiago del Estero.
Cabe aclarar que este volumen supera el límite de 500 MW, ya que el Pliego de Bases y Condiciones permitía que la potencia requerida por punto de entrega y/o corredor/red establecido en el Anexo 3 pudiera incrementarse en hasta un 20%.
Para el Renglón 2 (Anexo 2) la adjudicación determinó 52 proyectos asignados por 119,6 MW. En cuanto a su diferenciación por tecnología, se ejecutarán 24 centrales a biogás por 29,9 MW, 7 centrales a biomasa por 39 MW, 2 plantas de residuos sólidos urbanos por 13,2 MW y 19 pequeños aprovechamientos hidroeléctricos (PAH) por 37,5 MW.
En este caso los proyectos a llevarse a acabo comprenden las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Chubut, Entre Ríos, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Misiones, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santa Fe y Santiago del Estero.
Tras la adjudicación realizada por la Secretaría de Energía, los proyectos ganadores se encuentran en condiciones de suscribir con CAMMESA sus contratos de abastecimiento en las próximas semanas. Los plazos para la habilitación comercial son de un período de tres años (Renglón 1) o de cuatro (Renglón 2) desde la fecha de la firma.
Cuando se produjo la apertura de sobres en abril la secretaria de Energía Flavia Royón había expresado: “Nuestro objetivo es lograr casi 5.000 km de líneas de alta tensión, porque hoy nuestra restricción para la incorporación de más energías renovables es la infraestructura. En este sentido, el ministro Massa nos ha instruido a trabajar en la búsqueda de financiamiento internacional para poder concretar la ampliación de nuestro sistema de transporte de alta tensión”.
Y es que, como ocurrió con el GPNK y Vaca Muerta, de nada sirve aumentar la producción de gas, petróleo o electricidad de fuentes renovables si no se cuenta con la infraestructura suficiente para su transporte y distribución hacia el territorio donde se encuentra la demanda de energía insatisfecha.
