El liderazgo tardío de Larreta - Política y Medios
26-07-2024 - Edición Nº6020

LA INTERNA, DESDE ADENTRO

El liderazgo tardío de Larreta

Fue casi una expresión de deseo: la imagen de líder de Larreta sólo está en los sueños de su candidato a vice. Por si faltaba algo para comprobarlo, después de chocar con Bullrich, el jefe de Gobierno pasó varios días explicando que no dijo lo que dijo sobre Macri. Para variar, teme. Esta vez a caer aún más.

Por: J.Nye

 

“Ese modelo de Macri fracasó”, dijo Horacio Rodríguez Larreta y provocó el cruce verbal más fuerte con Patricia Bullrich, su rival en la primaria presidencial del PRO.

El jefe de Gobierno no se refería a medidas de Gobierno, sino sólo a la necesidad de construir una “mayoría sólida y firme” para un cambio que dure en el tiempo.

Ni siquiera mencionó al endeudamiento externo y al crédito con el FMI, medidas que hicieron sucumbir al gobierno de Macri y le impidieron volver a ser candidato presidencial. Tampoco recordó que, antes de la crisis financiera, el Gobierno de Cambiemos consiguió las leyes con aliados peronistas.

Larreta jamás había cuestionado la gestión de su jefe político, ni siquiera después de la derrota de 2019, cuando hizo explícito su deseo de convertirse en candidato presidencial del PRO.

Meticuloso, temió que una confrontación con Macri lo alejara del votante duro, que en las encuestas responde que aún tiene una imagen “muy buena” de él.

La historia no le dio la razón: esa franja de la ciudadanía (que rara vez pasa el 25%) encontró en Bullrich a su candidata. Y los desencantados del gobierno de Macri, que son la mayoría de la población, encontraron otras opciones fuera del universo amarillo.

Larreta llegó a las primarias corriendo desde atrás, con encuestas que muestran a Bullrich casi invencible. Su principal apuesta para torcer la historia es la estructura de dirigentes capaz de ayudarlo a contar los votos ese día. Un capital importante, pero insuficiente para llegar confiado.

Necesita votantes que desprecian JxC, pero en sus tres años de exposición como jefe de Gobierno no consiguió atraerlos. En el mejor de los casos, podrían elegirlo en un ballotage contra el liberal Javier Milei, un escenario que por ahora es improbable.

“Macri fracasó” fue una frase que muchos larretistas esperaban en 2020, pero la pandemia y el temor del jefe de Gobierno la impidieron. En definitiva, el jefe de Gobierno no fue parte de la fallida gestión presidencial del expresidente de Boca.

Larreta fue por el camino más conservador: esperar y que su presidencia sea un desenlace natural. “A veces pienso que Horacio cree que ganará sin que se vote”, bromeaban algunos radicales que lo visitaban en 2022 mientras su imagen caía y la de Bullrich.

La exministra sólo es capaz de criticar a Macri en frases largas y sin adjetivar. Se sabe acreedora de su voto y capaz de capturar una fracción de jóvenes liberales que será clave en estos comicios. Suficiente para imaginarse presidenta.

“Larreta es un ventajero”, lo atacó después de escucharlo criticar a Macri. La acusación no fue casual: “Ventajita”, era el término que usaba el expresidente para cuestionar a Sergio Massa, candidato presidencial y amigo del jefe de Gobierno. Se conocieron cuando trabajaban juntos en los 90 y hasta fueron padrinos de sus casamientos.

Massa también mantiene una buena relación con el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, compañero de fórmula de Larreta y crítico de Macri, sin tantos temores de represalias.

Hace un año Morales se animó a decir que el crédito con el FMI fue una mala idea y, en la última semana, respaldó a su compañero de fórmula. “El país necesita liderazgo. Horacio ha demostrado que no tiene jefe, y ese es otro problema, eso es lo que no le perdona Mauricio”, reaccionó.

Fue casi una expresión de deseo: la imagen de líder de Larreta sólo está en los sueños de su candidato a vice. Por si faltaba algo para comprobarlo, después de chocar con Bullrich, el jefe de Gobierno pasó varios días explicando que no dijo lo que dijo sobre Macri. Para variar, teme. Esta vez a caer aún más.

La interna del PRO, que tiene a la UCR y a la Coalición Cívica como actores de reparto, seguirá con recorridas de los candidatos por la provincia de Buenos Aires, un territorio clave no sólo porque vota gobernador el mismo día, sino porque se concentra el 40% del padrón y no está claro quién de los dos está mejor.  Larreta es más aceptado en la zona norte del conurbano, pero Bullrich empareja en el resto de esa región, decisiva en los comicios bonaerenses.

Pero la ex ministra es popular la zona rural, lo que le permitió aliarse con la mayoría de los intendentes. Recién en el último tramo de la campaña, los candidatos del PRO recorrerán el resto del país. En ese momento se conocerán las últimas encuestas. Y las últimas estrategias.

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