Por: J.Nye

Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich finalmente se anotaron en la interna de Juntos por el Cambio, dividieron al principal frente opositor de Argentina y se enfrentarán para definir quién de los dos será candidato a presidente en octubre contra el oficialista Sergio Massa y el liberal Javier Milei. El jefe de Gobierno, que corre de atrás en las encuestas, armó listas variopintas, con vertientes ideológicas diversas; mientras que la exministra de Seguridad priorizó a los halcones.

La campaña ya se inició y hay 5 claves que definirán al ganador.

Estructura

La "estructura" es, en una interna, como se define a la capacidad de los candidatos de acumular dirigentes y financistas que garanticen la logística el día de la elección. Esto es, desde tener boletas en todos los cuartos oscuros, hasta poder contar los votos durante el escrutinio. Cuando se trata de una contienda partidaria, ese poder influye más porque puede marcar la diferencia entre un núcleo específico de votantes. 

Larreta juega con esa carta para achicar distancia: gobernadores electos o candidatos del PRO lo respaldan y están dispuestos a ayudarlo, como Claudio Poggi (ganador en San Luis), Ignacio Torres y Marcelo Orrego (candidatos en Chubut y San Juan). Tiene mayoría de respaldo en intendentes bonaerenses de ciudades grandes y de diputados nacionales. Bullrich reclutó los dirigentes que pudo, la mayoría segundas y terceras líneas. Sólo consiguió al titular de la UCR bonaerense Maxi Abad, con la esperanza de que la ayude a fiscalizar y gratis. Es lo que necesita. 

Perfil

Los asesores de Patricia Bullrich fueron tajantes: "Podes mantener las chances de ganar si no te desperfilas". La consigna consiste en continuar con su discurso de "mano dura", que incluye desde amenazas de represión, medidas económicas inmediatas y la continuidad de la judicialización de la política. Ese consejo la llevó a rechazar candidatos dialoguistas que se le acercaron y a impedir que Abad fuera su compañero de fórmula. Lo ubicó como candidato a senador nacional y eligió de vice a Luis Petri, un ex diputado mendocino de la UCR que trabajó con ella en temas de justicia y seguridad. 

Larreta fue por el camino contrario: mezcló al liberal José Luis Espert, con la evangélica Cynthia Hotton y la diputada Silvia Lospennato, tal vez la más progresista del PRO. Reclutó a Miguel Pichetto, una rara avis que no mide bien en las encuestas, pero talla desde lo político; y mantuvo su alianza con Martín Lousteau, un socialdemócrata clásico. Consideró que sumar de todos lados rinde más. La verdad se sabrá el 13 de agosto.

Participación

Las elecciones provinciales tuvieron una participación muy baja, de menos del 70%, hasta 10 puntos menos que el promedio. Pero, además, entre los que fueron a votar hubo récord de blancos y anulados, lo que hace mucho más impredecible el resultado. Las pocas derrotas de los oficialismos (Chaco y San Luis) se dieron en elecciones con un pronunciado descenso en la participación, por lo que podría interpretarse que a JxC le favorece que vote menos gente. ¿Cuánto influirá en una interna? Bullrich cree que su votante es más fiel y por lo tanto las ausencias perjudicarán a Larreta. Está por verse.

Campaña 

Horacio Rodríguez Larreta tiene más recursos para hacer campaña electoral. Se asegura el predominio en los medios de comunicación y una agresiva inversión en redes sociales, que puede resultar decisiva si la elección es pareja. Bullrich tiene poco dinero para invertir y empezó a sentirse incómoda por el ninguneo de cierta prensa que supo elogiarla en otros tiempos. Deberá diseñar una campaña austera pero contundente, para sostener su mensaje y evitar que una caída final no pueda ser remontada por falta de recursos o de una estrategia de manejo de crisis. Tiene un equipo preparado para esa situación, pero con recursos mínimos.  

Factor Macri

En 2021 JxC había ganado en las primarias en Buenos Aires y en la Ciudad, parecía capaz de ampliar la diferencia, pero apareció Mauricio Macri: se hizo entrevistar en varios medios afines, como LN+ y Radio Rivadavia y complicó la campaña, con reivindicaciones a medidas antipopulares de su gobierno como el acuerdo con el FMI. El expresidente no se asume fuera de batalla, aunque los presidenciables lo ignoran. No tardará en reaparecer para opinar sobre temas de actualidad y, sobre todo, halagar su gestión, lo que no hace más que espantar a quienes no lo votaron en 2019 y no lo harán por quien lo destaque. Bullrich está segura que el núcleo de votantes que le queda a Macri le pertenece, pero no quiere espantar a los demás. Larreta prefiere tenerlo lejos. Puede ser un problema.