ENTRETELONES DE CASA ROSADA
Sergio Uñac se perfila como el hombre fuerte del interior. Flojas las riendas, marcha lenta pero segura y regular. ¿Tendrá un rol en esta elección? Sería importante que así sea. Sin embargo, la vida continúa luego del 2023, en donde se llega a los cierres de lista con evidentes signos de agotamiento en los actores que protagonizaron la vida política nacional en estas últimas dos décadas. En estas elecciones, probablemente no haya ni Juntos, ni Cambios ni Frentes ni Todos.
El peronismo, por su parte, se encamina a una necesaria e inevitable renovación luego de los anuncios de CFK. Nadie en la historia política se fortaleció luego de una renuncia: ni Carlos Menem bajándose del Ballotage, ni Duhalde ni Alfonsín adelantando las elecciones, ni el propio Alberto Fernández resignándose a no ir por la reelección, ni Chacho Álvarez a la vicepresidencia, ni Cámpora allá lejos y hace tiempo. Por eso, la renovación será inevitable.
En el 2024, probablemente se discuta la conducción partidaria tanto en Buenos Aires como en el orden nacional. ¿Se seguirá imponiendo la lógica ambacentrica o, finalmente, podrá tener como protagonista a un hombre del interior? ¿Será el resero quien tenga la responsabilidad de reconstruir al peronismo, de terminar con una visión sectaria, sesgada y refractaria; de reincorporar a quienes se sintieron excluidos o fueron defenestrados fuera de la estructura, de restaurar el orden y la racionalidad, de quebrar el centralismo que vive y reina de espaldas al país? Ya son muchos los que creen que es el hombre adecuado para semejante tarea.
La provincia de San Juan, descripta por sarmiento como “un desierto que la rodea y se le insinúa en sus entrañas” no cambió demasiado desde el punto geológico. El desierto que era, sigue siendo aún hoy. “Las ciudades pastoriles, son oasis de civilización. Alguna escuela, algunos trajes….” Eso sí cambió enormemente. Esta provincia, que dio hasta el día de hoy un solo presidente (importante por cierto), logró en estos últimos años un desarrollo tal que le permite -por primera vez en mucho tiempo- hacer pata ancha en el concierto de las provincias. La voz del gobernador Uñac es escuchada con atención siempre que la liga de gobernadores se reúne en el Concejo Federal de Inversiones. El miércoles 7 nuevamente participó del reclamo justo para que un hombre del interior sea partícipe de la formula de unidad. Hoy el desierto es, paradójicamente, un modelo de producción y trabajo. San Juan logró reponerse sobre el rocoso desierto, sobre el enfurecido y poderoso viento zonda y resolver el estrés hídrico que las escasísimas precipitaciones provocan.
San Juan era, hasta hace no muchos años. nada más que la cuna del maestro inmortal. Conocida luego por el terrible terremoto que lanzó a la colecta y a la política a Eva Perón. Condenada siempre a un segundo o tercer plano. Solo el vino resero con aquella célebre publicidad que unió a los más extraordinarios artistas del momento, fue capaz de perforar el sentido común y hacer ingresar a San Juan en el radar y en el imaginario colectivo de manera positiva. En estos últimos años, sin embargo, se proyectó de manera evidente, desarrollando un modelo que fructificó tanto desde lo económico como desde lo político. El inicial impulso de la minería fue complementado luego con desarrollo deportivo, cultural turístico entre otras cuestiones. Hace nomas unos días volvió a batir record de ocupación como principal destino turístico en el último fin de semana largo. Todas estas circunstancias, le permiten enfrentar con solvencia las elecciones a pesar de las zancadillas judiciales.
Sergio Uñac es un sanjuanino típico. Un verdadero resero de la política nacional. Su predica es capaz de unir tradición, producción, trabajo, y familia y proyectarse hacia el futuro como la renovación del peronismo sin resignar nada. Quizás por todo eso, la potencialidad política de este joven gobernador, veinte años más joven que cualquier candidato a presidente de Juntos por el Cambio y aún más joven que el propio Javier Milei (quien se presenta a sÍ mismo con aires juveniles). Tal vez por eso, intentaron truncar su carrera política. Un sanjuanino típico aprende a temprana edad que las ideas no se matan.
La política nacional se acostumbró a darle la espalda al país. Ahora o más tarde el interior conseguirá la oportunidad que tanto merece. La ciudad de Buenos Aires y el conurbano, está habitado por personas que vienen del interior: de cuyo, del litoral y La Pampa. Para otros, son las tierras de sus padres y sus parientes. Sobre todos ellos existe una cierta nostalgia. Tan así que la identificación con los hombres del interior es mucho más fácil de lo que los medios de comunicación y las redes sociales podrían suponer. Los valores del trabajo, del encuentro, y tantos otros que aquella célebre publicidad expresaba, están latentes y con mucho más arraigo que la lábil, ambigua y relativista cultura del deseo que propone un cierto liberalismo progresista. Uñac, es el resero de la política argentina y encarna en gran medida esa reserva que en esta crisis tan profunda se debe utilizar. San Juan merece un segundo presidente ahora o más tarde. El peronismo merece una renovación que será restauradora. Este país con miles de kilómetros de cordillera, tiene que reconocerse en esa inmensamente rica columna vertebral que en su recorrido de más de tres mil kilómetros visita más de diez provincias argentinas. Sergio Uñac merece un lugar en la política nacional y en el diseño del peronismo del futuro.
