El complejo agroexportador aportará en 2023 menos de la mitad de las divisas del año pasado - Política y Medios
28-03-2024 - Edición Nº5900

RESTRICCIÓN EXTERNA

El complejo agroexportador aportará en 2023 menos de la mitad de las divisas del año pasado

Al restar los casi US$20.000 millones perdidos por la sequía, sólo ingresarán unos US$19.400 millones por las ventas externas. Por otro lado, el PIE III también sumaría la mitad del monto estimado por el Gobierno al lanzarlo.

Por Patricio Ballesteros Ledesma

 

“Habiendo transcurrido un mes desde el comienzo de la campaña de soja y dos de la de maíz, se va conformando un panorama más claro respecto de cuál es efectivamente la producción de granos a obtener este año”, sostiene un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.

De acuerdo con la última estimación de la Guía Estratégica para el Agro -BCR, la producción de soja 2022/23 alcanza a 21,5 millones de toneladas, lo que significa una caída de más de 50% con relación a lo que se esperaba en la época de siembra. Por su lado, el maíz se sitúa en 32 Mt, un 40% menos que lo establecido cuando comenzó la implantación.

En base a los precios y toneladas que se proyecta exportar, el ingreso neto de divisas del agro sumará alrededor de US$19.500 millones al mercado cambiario local, un monto que implica US$20.000 millones menos que el año pasado, el segundo valor más bajo desde 2010 tras el de 2020.

Según la entidad, este desfase se daría además de la menor producción y exportaciones por dos situaciones confluentes: las liquidaciones por los Programas de Incremento Exportador (PIE I y II) y por las importaciones de soja actuales para el crushing.

Es decir, la producción total de granos en la Argentina en la actual campaña alcanza algo más de 82 Mt, muy por debajo de las 127 Mt alcanzadas en la 2021/22, incluyendo trigo, maíz, soja, sorgo, cebada girasol, cártamo, colza, lino, maní, alpiste, arroz, avena, centeno y mijo. 

Esta fuerte merma productiva afectada en gran parte por la sequía prolongada provoca una caída en las exportaciones de granos y derivados, que representa un 40% menos que en la anterior y se proyectan envíos al exterior por 56 Mt.

 

Se importan porotos para exportar harina y aceite de soja

Ante este escenario restrictivo de las exportaciones en volumen, el valor proyectado a exportar de los principales productos del agro (granos, harinas, aceites y biodiesel) marca un fuerte retroceso. Según analizan en la entidad rosarina las exportaciones podrían sumar apenas US$27.000 millones en 2023, por debajo de los últimos dos años.

Pero encima, lo que resulta una paradoja y una complicación extra para el Gobierno en su objetivo de sumar divisas a las reservas, en la actual campaña no sólo ingresarán muchos menos dólares del agro sino que el complejo sojero está demandando billetes para importar granos de la oleaginosa para elaborar harina y aceite ante la carencia de producto local.

Estiman un volumen de importación de soja récord de 10,7 Mt por un monto cercano a los US$5.500 millones para poder abastecer las necesidades de la industria transformadora local, por lo que las exportaciones netas (descontadas las importaciones) se verán aún más afectadas. 

En base a los precios y volúmenes proyectados en el último informe, se prevén exportaciones netas efectivas de granos y derivados por US$21.360 millones, lo que implica US$18.000 millones menos que el año pasado.

Este fuerte recorte en las toneladas exportadas con relación a las campañas pasadas se compensa en parte porque los valores de la mayoría de los commodities se mantienen por encima de la media histórica, aclaran desde la BCR y realizan una esclarecedora diferenciación entre las ventas efectivas al exterior y la liquidación de divisas en el mercado local.

 

Se liquidarán la mitad de las divisas que en 2022

La exportación efectiva queda registrada como tal cuando la mercadería es embarcada, mientras que la liquidación de divisas son los dólares que los exportadores venden en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). 

Los diferentes mecanismos de las operaciones registradas el año pasado generaron una liquidación de divisas del agro de US$44.100 millones, si bien la exportación efectiva anual totalizó US$41.620 millones, porque se computaron los ingresos en agosto y diciembre por los PIE I y PIE II.

Sin embargo, para el 2023 se prevé que la liquidación de divisas del agro caiga en una magnitud mayor a la caída en las exportaciones efectivas, por los efectos de la implementación de esos programas de incremento. Para el año actual se prevé una liquidación de US$25.000 millones del sector versus US$27.000 millones de exportaciones.

Pero además, como deberá importarse un volumen récord de poroto de soja para transformarlo en harina y aceite de exportación, la liquidación de divisas netas en el MULC del complejo totalizaría US$19.400 millones en el 2023, una caída de más de US$20.000 millones con relación al año anterior.

Visto desde el lado del Gobierno, y en particular desde el Ministerio de Economía, hay un problema adicional en momentos en que las reservas del BCRA se acercan a cero y se negocia con el FMI el adelanto total de los US$10.700 millones correspondientes a los desembolsos para el pago de la deuda con la entidad hasta fin de año.

Además el resultado del Programa de Incremento Exportador III, que se implementó este año no tendría el resultado esperado al menos para la soja, ya que también se incluyen otros productos, como girasol y subproductos, sorgo y cebada forrajera, aunque por volúmenes y montos muy inferiores.

 

Un PIE para la soja poco atractivo

A poco más de un mes de la entrada en vigencia de esta edición del PIE, en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) se liquidaron US$2.381 millones hasta el 11 de mayo al tipo de cambio de $300 por unidad, según la entidad bursátil rosarina.

En relación con los programas anteriores, que sólo incluían a la soja, se advierte que el avance en la liquidación se ubica US$655 millones por detrás del Programa del mes de diciembre (PIE II), a igual cantidad de días hábiles de vigencia, y representa un 70% menos que el PIE I en el mismo período.

En total se negociaron poco menos de 4,4 millones de toneladas de soja hasta el 11 de mayo, por detrás de los 5,4 millones de toneladas que se llevaban en la edición de diciembre último en el mismo plazo, y muy por debajo de las 13,3 millones de toneladas que llegaron a anotarse en la primera edición.

Los resultados de las dos ediciones del año pasado permitieron sumar US$7.580 millones y US$3.036 millones en cada caso, mientras que en la vigente la expectativa de Economía era llegar a los US$5.000 millones el 31 de mayo. 

Para algunos consultores la evolución del programa a dos semanas de finalizar es muy floja y su implementación distorsiona el mercado. Es cierto también que en el PIE II de diciembre abundaban los granos y el precio era de US$420 por tonelada y ahora la cotización bajó a US$360/tn.

“El atraso en la cosecha, los rindes todavía peores a los esperados, la expectativa de precios más altos y la inestabilidad económica llevaron a que el productor se pusiera muy remiso a vender”, explica Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, sede Rosario.

A su entender, la aparición de algunas alternativas para mantener la cobranza dolarizada a tipo de cambio oficial por fuera del sistema bancario llevó a que se cerraran algunos negocios más. “Pero lo cierto es que, si el rumor era que la expectativa de ingreso de divisas era de US$5.000 millones, con suerte llegaremos a la mitad”, concluye el especialista. 

Hasta el viernes pasado se alcanzaron los US$2.476,1 millones en el programa provenientes de las liquidaciones de los agroexportadores, quedan dos semanas para su cierre y habrá que ver en qué monto terminará. Sin embargo, las ventas diarias de divisas del BCRA hacen que gran parte de lo que entra por esta vía salga por los pedidos de dólares para importaciones y pagos al exterior.
 

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