El bloque económico y comercial BRICS está compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y estos países en conjunto representan el 22% de la superficie continental, el 42% de la población mundial, el 24% del PBI mundial y contribuyen con el 16% de las exportaciones y el 15% de las importaciones mundiales de bienes y servicios.
En septiembre del año pasado el Gobierno chino aceptó que la Argentina se una al grupo como miembro pleno y en marzo de 2023 el canciller de Brasil Mauro Vieira confirmó nuevamente que además es el principal candidato del flamante gobierno de Lula Da Silva para sumarse al bloque.
Por su lado, en una intensa reunión de trabajo, el embajador chino en la Argentina Xiaoli Zou confirmó el mes pasado al ministro Santiago Cafiero que la pertenencia al BRICS del segundo país sudamericano es un hecho.
Y aunque la carta orgánica de esta alianza de cooperación Sur-Sur no tiene un cláusula específica para sumar a nuevos miembros, desde hace años se hablaba de un potencial BRICSA en el futuro y ahora, gracias a las constantes gestiones de la Cancillería Argentina, el ingreso del país podría implementarse sin complicaciones en los próximos meses.
Tras la asunción de la ex mandataria brasileña Dilma Rousseff en la presidencia del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS a fines de marzo y la reunión hace tres días en Shangai con el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja y el nuevo canciller chino Qin Gang, se aceleró la promoción del ingreso de la Argentina a esa institución financiera.
En el marco de un foro sobre la modernización de China y el mundo realizado en esa ciudad china, la flamante titular del NBD del grupo, que nació como pata financiera de la alianza en 2014, aclaró que los objetivos marco del banco son la protección del medio ambiente, el desarrollo de las economías y la inclusión de los más pobres.
La institución financiera que lidera Rousseff desde hace un mes y hasta julio de 2025 tiene un capital inicial suscrito de US$50.000 millones, autorizado por el doble de ese monto y en ejecución de US$32.800 millones en 96 proyectos. Por eso, la rápida incorporación de la Argentina le permitiría obtener fondos frescos para sobrellevar los planes del Gobierno hasta el final del mandato.
En esa línea es fundamental el mecanismo de liquidez conocido como Acuerdo de Reservas de Contingencias del NBD de los BRICS, que tiene un fondo de US$100.000 millones para fortalecer la seguridad financiera de los países miembros con dificultades de pago, y al que podría acceder el ministro de Economía Sergio Massa ante la corrida cambiaria que hoy tiene al dólar blue cercano a los $500 por unidad y al BCRA casi sin reservas.
Hace dos años el banco admitió a Bangladesh, Egipto, Uruguay y en 2022 a Emiratos Árabes Unidos como nuevos países miembros y, por estos días, finalmente, le tocaría el turno a la Argentina, que tiene carencia de divisas y urgencia para financiarse con fuentes alternativas del exterior.
Tras el encuentro con la presidenta Rousseff en su despacho de la sede del banco, Vaca Narvaja declaró: “Como dijo el presidente Lula durante su reciente visita a China, ¿por qué no podemos comerciar respaldados por nuestra moneda?. Creo que instituciones como el NBD nos ayudan a pensar diferente y esta reunión con Dilma fue de gran ayuda en ese sentido”.
Mientras a nivel local se generan polémicas, y algunas adhesiones también, por la descabellada idea del precandidato a Presidente Javier Milei de dolarizar la economía si llegara a ganar las elecciones, a nivel regional y global se busca romper la hegemonía del dólar en el comercio internacional y fortalecer las monedas propias en los intercambios recíprocos.
El Presidente Alberto Fernández había hablado con su par brasileño Lula da Silva para trabajar en común junto a los socios del Mercosur una moneda común para los intercambios comerciales regionales, tomando en cuenta que la dólar dependencia complica las importaciones extra continentales.
De hecho, Lula asistió a la asunción de Dilma como presidenta del NBD en China a mediados de mes y se presentó como un portavoz mundial dispuesto a romper la hegemonía del uso del dólar estadounidense en el comercio global y a reemplazar con el banco de fomento de los BRICAS a instituciones como el BM y el FMI a las que acusó de someter a los países en desarrollo como la Argentina.