Este domingo se cumplieron 41 años de la Guerra de Malvinas, que no sólo le costó la vida a 649 combatientes argentinos, sino también sometió a condiciones inhumanas a muchos de los soldados de nuestro país, incluyendo torturas por parte de superiores.
En este marco, donde el fin de semana fue escenario de actividades, eventos, actos y todo tipo de conmemoraciones a los caídos y ex combatientes, una publicación de un ex militar en redes sociales se viralizó y generó indignación entre los usuarios.
En las horas previas al 2 de abril, se fue compartiendo y haciendo crecer la polémica en redes sociales un posteo en Facebook del año 2014 de Eduardo N. Dalmedo que ostentaba con orgullo una foto donde se lo veía sumergiendo la cabeza de un soldado en un mini lago de las Islas Malvinas.
“Con el señor cabo 1ro ‘Gogdo’ Juan Carlos Cabrera, uno de mis brazos en la guerra. No recuerdo a quién estamos por sumergir en el espejo de agua, pero seguramente alguna macana se había mandado. Momentos de desenchufe que nos permitía seguir adelante”, rezaba el comentario al pie de la foto.
No satisfecho con la publicación, en los comentarios redobló la apuesta, escribiendo: “Desafío a los que ven la foto a ver quién se acuerda quién es el que está con la cabeza en el pozo. Al ganador le invito una cerveza”.
"Momentos de desenchufe que nos permitía seguir adelante" escribió el ex Capitán Dalmedo y muestra una foto mientras tortura a un soldado y se ríe
— Cora Gamarnik (@coragamarnik) April 2, 2023
Memoria, Verdad, Soberanía y Justicia por los delitos de lesa humanidad cometidos en Malvinas
Foto compartida por @cecimlaplata pic.twitter.com/EV2S1nauks
La viralización del posteo fue contagiando indignación entre los usuarios, activistas y organizaciones de ex combatientes.
Al respecto, el abogado del CECIM La Plata, Jerónimo Guerrero Iraola, retomó la captura de pantalla y manifestó: “Esto es la impunidad de Malvinas. Acá un posteo de un militar, jactándose de haberle practicado submarino a un soldado”.
En este sentido, profundizó denunciando que “a 41 años de finalizada la guerra, que estas cosas sigan sucediendo realzan la violencia e impunidad de esas Fuerzas Armadas formadas para el exterminio”, y añadió: “El posteo es de 2014, me lo mandan hoy. Nunca lo había visto. Más elocuente… parece que el Poder Judicial no quiere ver”.
Guerrero Iraola es, además, autor del libro “Tecnologías de impunidad: cómo la dictadura intentó ocultar los crímenes cometidos durante la guerra de Malvinas”, donde desentraña no sólo las graves prácticas perpetradas por jerarcas del Ejército para con muchos combatientes, sino también los mecanismos políticos y burocráticos puestos en marcha para que permanezcan impunes.
El éxito en la invisibilización o, en este caso, la banalización de las torturas a los soldados conscriptos, habilita también que perpetradores de crímenes de lesa humanidad sean confundidos cada 2 de abril entre los héroes reivindicados: aquellos que partieron hacia las Islas Malvinas a temprana edad y sin mayor preparación, algunos convencidos y otros coaccionados.
Soldados conscriptos y voluntarios que se alistaron para defender al país, a raíz de una decisión tomada por una administración de facto, no elegida por la sociedad, y sistemática perpetradora de crímenes de lesa humanidad contra miles de argentinos. Recordar la Guerra con conciencia de los hechos es un deber y, en muchos casos, aún una deuda.