Por Patricio Ballesteros Ledesma

 
Mientras se espera el tratamiento de un nuevo proyecto de ley del Régimen Nacional de Promoción del Hidrógeno que el Ejecutivo enviará al Parlamento, el viernes último se dió inicio a las sesiones de la Mesa Intersectorial de esta energía renovable en la Casa Rosada.

Se trata de un espacio de diálogo e intercambio con participación de autoridades nacionales, provinciales y representantes del sector privado, y coordinado por la Secretaría de Asuntos Estratégicos, que busca sentar las bases de una política de Estado en materia de economía del hidrógeno.

En la oportunidad, la secretaria de Energía Flavia Royon resaltó las condiciones que tiene el país para avanzar en la diversificación de su matriz energética, que contempla fuentes alternativas y complementarias a las actuales, como las distintas variantes de este gas.

Se sabe que la Argentina tiene un gran potencial para la generación del hidrógeno verde, rosa y azul, que difieren entre sí por la fuente primaria que utilizan en su producción. El verde por la alta capacidad de energías renovables disponibles en la actualidad, como la solar, la eólica y la hidroeléctrica, y por lo tanto el más competitivo en costos.

El hidrógeno rosa por las capacidades adquiridas que ya tiene el país en energía nuclear, que además no produce emisiones de gases de efecto invernadero. Y el azul por contar con el segundo reservorio de gas del mundo, con captura y almacenamiento de dióxido de carbono y medición de emisiones.

Aunque la funcionaria no lo mencionó, el país tiene desde hace décadas un mercado local de hidrógeno gris (hidrógeno producido por reformado de metano), utilizado principalmente en la industria petroquímica, pero que también deberá hacer la transición hacia la opción verde (H2).

“Entendemos que nuestro país está en condiciones favorables para impulsar esta actividad, tenemos las capacidades para convertirnos en un importante proveedor de hidrógeno”, comentó Royón. Además, destacó que en la Patagonia hay puertos de aguas profundas y se cuenta con una industria consolidada, capaz de desarrollar electrolizadores y otros elementos que la industria del hidrógeno requiere. 

Por otro lado, la secretaria de Energía sintetizó los objetivos fundamentales de este ámbito de discusión y la política del gobierno nacional en relación a este tema: “Aspiramos a fijar los marcos para que el sector del hidrógeno se desarrolle con la participación de la industria nacional y de la mano de la incorporación de mayor tecnología a esa industria”.

Hace 17 años se sancionó una ley, no se reglamentó y perdió vigencia

Cuando en 2021 se publicó el documento Hacia una estrategia nacional de Hidrógeno 2030, que surgió de un foro realizado el mismo año por el Consejo Económico y Social, ya se planteaba la importancia de abastecer una creciente demanda mundial de este gas, lograr soberanía tecnológica y desarrollar la industria del hidrógeno en Argentina. 

Pero cuando a mediados del año pasado se presentó una inversión local de la estadounidense MMEX Resources Corporation por US$500 millones, para instalar una planta productiva de hidrógeno verde en Tierra del Fuego, todos cayeron en la cuenta de que la necesidad de legislar sobre el tema no podía seguir esperando.

Aunque en ese entonces el proyecto se encontraba en la etapa de evaluación técnica y esa compañía tiene proyectado entrar en producción en 2025, apostó a que el vacío legal se resuelva mientras inicia las obras y antes de entrar en operaciones. Pero si se quiere atraer a nuevos interesados en invertir ya no hay más tiempo que perder.

Resulta llamativo ver en infoleg que ya existía la Ley 26123 de Promoción del Hidrógeno promulgada en agosto de 2006, que en sus 25 artículos establecía un régimen para el desarrollo de la tecnología, producción, uso y aplicaciones del hidrógeno como combustible y vector de energía. 

Pero aquella ley nunca fue reglamentada como lo exigía su naturaleza y en 2021 caducó al cumplirse 15 años desde su aprobación. Por el paso del tiempo y el desarrollo tecnológico en la materia, se entiende que el nuevo proyecto la toma como base y sería complementario y ampliatorio de sus disposiciones. Como en otras materias, se perdió demasiado tiempo y otros países de la región avanzaron con proyectos e inversiones en sus territorios.

Durante la sesión en el Salón de los Pueblos Originarios,  a su turno, la secretaria de Asuntos Estratégicos Mercedes Marcó del Pont sostuvo la necesidad de que el trabajo articulado de la Mesa Intersectorial promueva las condiciones para que los proyectos de inversión den lugar a eslabonamientos, no sólo en términos de equipamiento y bienes de capital, sino también en servicios intensivos en conocimiento.

“La Argentina va a impulsar la localización de inversiones para el desarrollo de las diferentes tecnologías necesarias para la producción de hidrógeno de bajas emisiones y también generar los sistemas de certificación adecuados que nos permitan participar en los mercados internacionales”, aseguró la funcionaria.

Se espera el debate del proyecto de ley que fomenta el hidrógeno

En tanto, la secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación Cecilia Nicolini postuló a los presentes la iniciativa de una Evaluación Ambiental Estratégica y sostuvo que con ella “el país toma una discusión que está a la vanguardia a nivel internacional y la lleva al nivel de nuestros territorios y nuestras comunidades, para reafirmar el compromiso del país con un desarrollo sostenible y soberano”.

En ese sentido, resulta fundamental el tratamiento en el Congreso de la ley específica, que de acuerdo a la definición del Gobierno busca incentivar el desarrollo de toda la cadena de valor del hidrógeno de bajas emisiones en sus etapas de producción, transformación, logística y transporte, así como la industria de bienes de capital asociada con el fin de fomentar el establecimiento de polos productivos y la generación del empleo. 

En la propuesta del Ejecutivo para la creación del Régimen de Promoción del Hidrógeno se establece una vigencia por 30 años en cuanto a la estabilidad fiscal, una integración mínima progresiva de contenido nacional de hasta el 50% de los proyectos tras una década, la creación de la Agencia Nacional del Hidrógeno (Anhidro), como organismo descentralizado bajo la órbita de la secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, y un fondo destinado a financiar a la cadena de valor.

El proyecto con 50 artículos, y en cuyo borrador trabajó intensamente el Ministerio de Economía, define todas las nuevas inversiones en bienes de capital e infraestructura elegibles. Es decir, abarca a los parques de generación de energía renovables para el abastecimiento de plantas de electrólisis para la producción de hidrógeno verde. 

También las plantas de reformado de gas natural destinadas en exclusivo para la producción de hidrógeno azul y las plantas de energía nuclear destinadas con prioridad a la producción de hidrógeno rosa.

Además incluye las instalaciones para electrólisis, la infraestructura de captura y almacenamiento de gases de efecto invernadero, las plantas de producción de vectores de hidrógeno, las obras de infraestructura destinadas a la obtención, procesamiento, almacenaje y despacho del hidrógeno de bajas emisiones y sus vectores, y las de almacenamiento de energía y transmisión. 

En el capítulo de incentivos fiscales de las inversiones, la ley a debatirse prevé la amortización acelerada de Ganancias y la acreditación o devolución anticipada del IVA, además de la extensión a 10 años del plazo para computar los quebrantos y la deducción de la carga del pasivo financiero. 

Amplia convocatoria a funcionarios, provincias, cámaras y asociaciones

La Mesa Intersectorial del Hidrógeno está coordinada por la Subsecretaría de Estrategia para el Desarrollo y la Dirección Nacional del Consejo Económico y Social. Sin embargo, por la trascendencia del tema a tratar, también participaron funcionarios de la Jefatura de Gabinete y de otros ministerios como Ambiente, Transporte, Relaciones Exteriores, Trabajo y Ciencia, Tecnología e Innovación.

Esta primera reunión sirvió también para que los representantes de los gobiernos provinciales y de la industria expongan sus sugerencias, consultas y comentarios a las líneas generales planteadas por las autoridades nacionales respecto a cómo incentivar la industrialización y diversificación de la matriz energética en el contexto de los procesos de transición y de cambio climático.

Entre los participantes se encontraban representantes de Santa Cruz, Tierra del Fuego, Río Negro y Chubut; miembros del Consejo Económico y Social, de la empresa tecnológica de YPF y el Conicet Y-TEC y de su espacio colaborativo de la cadena de valor del hidrógeno, conocido como Consorcio H2ar.

También se sumaron entidades empresarias como la Cámara de Industriales de Proyectos e Ingeniería de Bienes de Capital, la Cámara Argentina de la Construcción, la Cámara Argentina de Proveedores Mineros, la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana, la Asociación de Industriales Metalúrgicos, la Eurocámara, la Cámara de Comercio Italiana, así como autoridades del Enargas, el Consejo Federal de Inversiones, el INTI, la CNEA y el Centro de Estudios de la Actividad Regulatoria Energética.