El Gobierno prepara el dólar soja 3, pero aún no se sabe cuál será su cotización - Política y Medios
08-10-2024 - Edición Nº6094

TIPO DE CAMBIO DIFERENCIADO

El Gobierno prepara el dólar soja 3, pero aún no se sabe cuál será su cotización

Se estima que restan liquidar por lo menos US$7.000 millones en granos de la campaña pasada y aunque se esperaba una nueva edición para mayo desde el sector piden traerla a marzo. Qué otras estrategias evalúa Economía para sumar reservas en un año electoral.

Por Patricio Ballesteros Ledesma

 

Viendo el drenaje de divisas de reservas en lo que va del año y pensando en las necesidades del BCRA de acumularlas, los agroexportadores no dudan que más temprano que tarde, el Gobierno deberá ofrecerles un nuevo Programa de Incremento Exportador para la venta del remanente acopiado de la última campaña y hacerse de dólares tras su liquidación.

Hay que tomar en cuenta algo que preocupa mucho a algunos economistas, pero sobre todo al ministro de Economía Sergio Massa y su equipo, las reservas internacionales brutas del BCRA la semana pasada mermaron en US$1.011 millones y finalizaron en US$40.008 millones. Y en el acuerdo con el FMI el compromiso es acumular US$4.000 millones en 2023.

Ese monto puede parecer mucho o poco al común de la gente, pero lo importante es que de ese nivel de reservas total, las de libre disponibilidad son casi nulas. Y el problema es que en un año electoral, las tensiones cambiarias locales se exacerban, más allá de la incidencia de los conflictos internacionales y la perspectiva proteccionista de los bancos centrales de las potencias globales.

Por eso resulta importante no sólo sumar reservas, sino sobre todo ahorrar lo más posible. De ahí que resulta fundamental, y aún cuando el GPNK no estará operativo hasta julio próximo, el anuncio de la secretaria de Energía Flavia Royón y el ministro Massa la semana pasada cuando confirmaron que se ahorrarán US$2.100 millones sobre lo presupuestado en importaciones de energía., por una serie de negociaciones y la baja en las cotizaciones internacionales del GNL.

 

Todos esperan un nuevo y tentador dólar soja

En momentos en que el Gobierno busca a través de Economía anclar las expectativas, la disminución de las reservas internacionales pone en peligro la senda de estabilidad, en un contexto de ralentización de la actividad, menor producción del campo por la sequía, inflación en ascenso y abundancia de pesos que presionan sobre el dólar.

El llamado dólar soja es un mecanismo a través del que los exportadores de grano, harina, aceite y biodiésel de la oleaginosa, aceptan ingresar divisas al país a un tipo de cambio superior al oficial, que en la primera edición fue de $200 y en la segunda de $230 por unidad.

El mercado de futuros del MATba Rofex que opera en Rosario ya descuenta que se viene una tercera edición del dólar soja y eso se refleja en la brecha de precios de las operaciones pactadas para las posiciones mayo y julio de 2023.

Mientras que el contrato soja Rosario mayo se cerró hoy para ubicarse en un promedio de 380 US$/tonelada, la posición julio 2023 subió para terminar la jornada en 410,5 US$/tonelada. El pase anualizado entre ambas posiciones supera casi el 40%.

Una gap tan abultado entre ambos contratos no tiene un fundamento de mercado que los justifique, salvo que un número importante de acopiadores esté liquidando posiciones de soja mayo para evitar pérdidas ante una caída de precios provocada por una nueva implementación del régimen de tipo de cambio diferenciado.

 

Se podrían incorporar más de US$7.000 millones

Así ocurrió en la primera y segunda edición del dólar soja, en septiembre y diciembre de 2022, cuando los precios de la oleaginosa medidos en dólares se desbarrancaron en el mercado local. Si este año por la menor disponibilidad de granos se espera una suba, los que están almacenados sólo podrían salir del acopio seguro con una tentadora oferta que compense las retenciones y el diferencial cambiario.

Como se trata de una devaluación sectorial por tiempo limitado, su implementación produce un aluvión de ventas que deprime los precios del grano en lo inmediato, lo que se cubre con el tipo de cambio preferencial otorgado por el Gobierno para el período de referencia. Es una ventana de oportunidad para el que especula con el almacenaje si la oferta es realmente atractiva.

Los anuncios de compensaciones para la lechería, la producción aviar y las granjas porcinas en las últimas semanas, que tienen a la soja como insumo de sus producciones, son para los observadores del sector un adelanto del objetivo inminente del Gobierno nacional de ofrecer un nuevo PIE a los agroexportadores. 

Según estimaciones de la BCR, hay 8,2 millones de toneladas de soja aún sin liquidar: 5,2 millones disponibles en manos de los productores en silos y bolsas, y otras 3 millones que ya se vendieron, pero sin un precio fijado. 

Y aunque la entidad rosarina estima el remanente en sólo US$3.500 millones, otras fuentes sectoriales dicen que hay por lo menos US$7.000 millones, sin contar los remanentes iniciales, que podrían destrabarse de surgir una tercera edición del dólar soja.

 

El Gobierno inicia un proceso de desendeudamiento

El ministro de Economía Sergio Massa anunció a principios de año un proceso de desendeudamiento grande, que se inició con la recompra de deuda del mercado de capitales local por US$1.000 millones y esta semana aumentó esta operatoria en US$100 millones adicionales. No es que sobren las divisas, es para enviar una señal de confianza y aprovechar los instrumentos de financiamiento de corto plazo disponibles.

Sin embargo, el BCRA sumó ventas netas por casi US$700 millones en lo que va del año y en febrero lleva más de una docena de ruedas acumulando pérdidas por algo menos de US$500 millones. Algunos analistas señalan que este es el peor arranque de año para la autoridad monetaria desde el crítico 2018.

Así como el fondeo del Gobierno en el mercado de capitales local irá bajando el roll over de las licitaciones de deuda en pesos a medida que se acerca octubre, más aún a partir de que la oposición habló de una bomba económica que podrían dejar en default si ellos ganan las elecciones, al mismo tiempo aumentará la demanda privada de dólares por cobertura ante la incertidumbre que traen los comicios o el riesgo electoral, como le llaman.

Por eso es que la entidad que preside Miguel Pesce tiene que fortalecer el ingreso de divisas, para saber con qué disponibilidad de reservas líquidas cuenta ante eventuales sobresaltos frente a las elecciones y para aumentar el margen de intervención en el mercado de cambios presente (spot).

 

Un equilibrio entre la entrada y salida de dólares

Este año el BCRA empezó casi sin posición vendida en futuros de dólar, pero vale recordar que cuando sobrevino la crisis post salida de Martín Guzmán en julio de 2022 llegó a tener más de US$7.000 millones comprometidos en esta operatoria (que no implica la entrega de dólar billete), pero sólo en ese mes sacrificó casi US$1.290 millones de reservas líquidas ante una demanda insaciable.

Para lograr este cambio, la entidad fue cancelando su posición vendida en futuros desde la llegada al Gobierno de Massa y su equipo económico, lo que le permitió arrancar 2023 con un stock de contratos equivalentes a poco más del 1% del stock de reservas brutas (US$587 millones). Un año atrás, en enero de 2022, el BCRA empezó con US$4.185 millones de contratos vendidos de dólar futuro.

El dólar soja, con los más de US$8.100 millones recaudados del complejo en su primera edición y los más de US$3.100 millones en la segunda, demostró ser una herramienta eficaz y relativamente rápida de incorporar divisas a las reservas. Algunos analistas señalan otros caminos alternativos o complementarios para obtener el mismo resultado, aunque dependen del exterior y podrían llevar negociaciones complicadas y demorar la fortaleza buscada.

Se habla de un nuevo crédito tipo REPO por US$1.000 millones con bancos internacionales con garantía de bonos y una tasa inferior al 10% o utilizar los US$5.000 millones de la ampliación del swap con China otorgados en enero, pero un nuevo dólar soja, y más aún en el actual contexto de precios a la baja y menor disponibilidad de granos, sería la opción que incluso podría adelantar al primer trimestre del año la liquidación de divisas restante.

También existe la posibilidad cierta de contar con US$1.500 millones en una primera etapa por la licitación del espectro compatible con la tecnología 5G en el país que tiene pendiente el Ente Nacional de Comunicaciones. El Enacom calcula que ese monto podría traer en el primer semestre del año la oferta de tres bloques de 100 Mhz en la banda media, y ya hay firmas internacionales interesadas en participar. 

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