PISO DE INGRESOS
Tras dos años con restricciones causadas por la pandemia y los consiguientes perjuicios para el sector de servicios de viajes y hospitalidad, las estadísticas oficiales marcan una reversión casi total del panorama del turismo receptivo y auguran un 2023 de consolidación para la llamada industria sin chimeneas.
De acuerdo con los datos publicados esta semana por el INDEC, en 2022 llegaron 7,4 millones de visitantes extranjeros a la Argentina, de los que 3,9 millones fueron turistas, es decir que pasaron al menos una noche alojados en el país.
El gasto acumulado de los pasajeros internacionales fue superior a los US$3.400 millones, un monto que supera la facturación del 2019, justo antes del inicio de la tragedia del coronavirus, cuando llegaron a gastar en servicios y consumos dentro del país US$3.176,9 millones.
Aunque la Organización Mundial de Turismo había calculado que ese nivel de recuperación a nivel mundial llegaría recién en 2025, ya que a nivel global la guerra en Ucrania y la inflación global en alza tienen un impacto negativo en el sector, este acumulado de arribos e ingreso de divisas alcanzado por la Argentina el último año implica estar a nada de igualar el movimiento previo a la pandemia.
Mayor promoción argentina en el exterior
El segundo semestre fue crucial ya que en los últimos cinco meses del año se logró alcanzar un impacto económico del 92% del registro previo al covid-19 y en diciembre se produjo el récord de poco más de 900.000 visitantes no residentes por todas las vías de acceso al país.
Sin embargo, todavía hay mucho camino por recorrer, dado que durante 2022 se registró un saldo negativo de 676.600 visitantes internacionales por la diferencia entre excursionistas y turistas, y eso sólo se puede revertir con más presencia argentina en el mapa del turismo global y mayor atracción para el extranjero elija una estadía.
Por eso es que desde el Gobierno planean estrategias de promoción en el exterior, con la presencia en ferias internacionales de la industria, acciones conjuntas con países de la región, el posicionamiento constante de la política de Estado Marca País y el despliegue de las embajadas y consulados para atraer visitantes.
El mes pasado el propio ministro de Turismo y Deportes Matías Lammens asistió a la Feria Internacional de Turismo de Madrid y, entre diversas acciones con sus pares del Mercosur y la firma de convenios, comentó: “Este año la apuesta es recuperar las cifras de 2019 en materia de turismo internacional. Eso va a significar más divisas para el país y más empleo en todos los centros turísticos”.
Uno de cada cinco turistas llegó de Brasil
El 44% de los viajeros del exterior que ingresó al país el año pasado lo hizo por vía aérea, un 40% utilizó las rutas terrestres y el restante 16% llegó por transporte marítimo, que cobra cada año mayor relevancia por la temporada de cruceros.
Como ya es una costumbre Brasil fue el país que más turistas aportó con el 20,6% del total, seguido de Uruguay (19,7%), Chile (12,8%), Paraguay (10,3%), Estados Unidos (8,1%) y España (3,5%).
Los pasos fronterizos más utilizados fueron Ezeiza (24%), Aeroparque Jorge Newbery (16%), Puerto de Buenos Aires (12%), Puente Tancredo Neves (8%) y el restante 40% se distribuyó entre las demás vías de acceso de la Argentina.
En los doce meses se alcanzaron 1.691.100 llegadas de turistas no residentes por la vía aérea internacional y se registró una suba de 700,9% con relación al año previo. El aeropuerto internacional y el aeroparque porteño concentraron el 91,3% de los arribos en el período, con una suba interanual de 669,9%, seguidos por los aeropuertos de Córdoba, Mendoza y Rosario.
Lo que se espera de la temporada estival
Ahora el Ministerio de Turismo tiene altas expectativas altas para el verano 2023 y estima que llegarán al país alrededor de 1.750.000 turistas extranjeros, que generarían un ingreso de divisas cercano a los US$1.370 millones.
En particular, estiman que el turismo receptivo durante la temporada estival va a estar impulsado por un arribo de cruceros con niveles superiores a la prepandemia, con 700 recaladas y 690.000 visitantes entre los puertos de Buenos Aires, Madryn y Ushuaia.
Aunque la temporada de cruceros en el país abarca desde octubre de un año a abril del siguiente, la mayoría de los arribos ocurren durante el verano del hemisferio sur. En concreto, desde Administración General de Puertos esperan recibir 127 recaladas y más de 350.000 turistas en la dársena porteña habilitada para este tipo de grandes embarcaciones, lo que implicaría cifras superiores al verano de 2019.
Por su lado, en Puerto Madryn recibirán a 90.000 turistas en una temporada que será récord, con 47 recaladas. Al puerto de Ushuaia llegarán 200.000 visitantes sobre la estimación de 540 recaladas, muy por encima de las 450 que hubo en prepandemia en Tierra del Fuego.
Enero tuvo récord de ingreso de cruceros
Consultado por Télam Radio este jueves, el ministro de Turismo mencionó que en enero se produjo el ingreso de casi 700.000 turistas extranjeros, en niveles muy cercanos a los anteriores a la pandemia.
“Durante la primera quincena de enero más de 300.000 turistas del exterior visitaron la Argentina y casi 180.000 llegaron en 360 cruceros durante todo el mes, lo que constituyó un récord para el sector, superando en un 10% a los registros previos a la pandemia”, confirmó.
Según datos difundidos por el Ministerio de Transporte nacional, en el primer mes del 2023 en el puerto de Buenos Aires ingresaron 35 embarcaciones con 104.551 pasajeros, en Tierra del Fuego (sur) hubo 317 recaladas, que transportaron 61.554 pasajeros y en Puerto Madryn (sur) se realizaron ocho entradas de cruceros con 13.805 pasajeros.
Con esta performance a la vista, Lammens propuso seguir trabajando en el posicionamiento de la Argentina, haciendo obras, capacitando: “Mostrando que el turismo, como dijimos el primer día, es uno de los puntales del desarrollo y el crecimiento de la Argentina”.
