Avances y retrocesos: la interna en los frentes políticos de cara al 2023 - Política y Medios
28-03-2024 - Edición Nº5900

OPINIÓN

Avances y retrocesos: la interna en los frentes políticos de cara al 2023

Sergio Massa y Alberto Fernández aparecen como los potenciales candidatos del oficialismo. Hace no mucho, a uno no lo consideraban y a otro lo daban por muerto. Al mismo tiempo, figuras centrales de la política nacional, resultan eclipsadas momentáneamente. 

Por: Nicolás Mujico - Politologo UBA- Maestrando en Defensa Nacional UNDEF

 

Suele ocurrir que los medios de comunicación o la opinión pública -en el caso que algo así exista- se concentran de manera intensa y desmedida en la última novedad. Es así, que hoy aparecen Sergio Massa y Alberto Fernández como los potenciales candidatos del oficialismo. Hace no mucho, a uno no lo consideraban y a otro lo daban por muerto. Al mismo tiempo, figuras centrales de la política nacional, resultan eclipsadas momentáneamente. 

Sin embargo, una de ellas, protagonista de los últimos 20 años de la política nacional, continúa siendo capaz de recuperar la centralidad política si es que así lo desea y golpear duramente con su sola presencia y capacidad de movilización, las pretensiones políticas del presidente y su principal ministro. El silencio estratégico de Cristina parece responder a los reveses judiciales y a su reacción, quizás inoportuna (y probablemente errónea). Bajarse de la disputa política para subirse días después fue confuso hasta para los más cercanos acólitos de la ex presidenta. De cualquier modo, es impensable que la vicepresidenta no tenga nada para decir este año.  

Por otra parte, el diseño del sistema electoral argentino, de las PASO a esta parte, parece favorecer la alternancia política y permitir a la oposición (la que sea), resolver sus diferencias políticas en un marco de unidad. No hay que olvidar que luego del 2001 el Kirchnerismo gobernó prácticamente sin oposición política o, por lo menos, con una oposición absolutamente dispersa. Las PASO ordenan el voto y lo posiciona de manera favorable y estratégica a un Ballotage que en este 2023 parece inevitable. No es tan imposible vencer para el Frente de Todos. Lo difícil es alcanzar el 45% o el 40 con diferencia de 10. El ballotage, entonces, resulta demoledor para figuras tan golpeadas con Cristina y también para el presidente. La imagen negativa se transformó en un indicador central a la hora de construir un candidato. Massa, entonces, aparece como una alternativa un poco más seductora. Además, por su sola presencia, es una garantía de cumplimiento de los compromisos asumidos por el gobierno con el FMI y una figura más que aceptable para el mercado. No sería imposible pensar en Massa presidente. No sería extraño, por lo menos, que sea candito y tampoco que se sume a un gobierno de otro signo político en 2024. La plasticidad política y la elasticidad ideológica le permiten realizar esos movimientos sin pagar un costo político elevado.  

Las PASO a su vez, permiten al radicalismo convertirse en una amenaza constante al PRO.  En este sentido, parece difícil que el radicalismo juegue por la libre. Sin embargo, es previsible que negocie lugares y cuotas de poder de manera dura e inflexible. Es que el radicalismo gobierna más de 500 distritos entre ciudades, comunas y municipios. Siete capitales provinciales y 3 provincias. En estas elecciones pone en juego 8 senadores de los 24 que se votan y no pocos diputados. En el 2015, Ernesto Sanz les propuso el desafío de dejar de ser un partido testimonial y convertirse en un factor de poder. El objetivo estuvo cumplido en parte. El menosprecio y la constante subestimación de Mauricio Macri en las decisiones de gobierno y en la representación política -tanto en el parlamento como en el gabinete-, impidieron dar ese salto de calidad que pretenden dar en 2023.  Desde el punto de vista de la representación política, el peronismo renueva los senadores 2017, elecciones en la que no logró un gran resultado y diputados 2019. Esta última elección sí fue una victoria importante por lo cual sin importar si logra superar el desafío electoral, es evidente que retrocederá en la cámara baja. En especial el Kirchnerismo que en la provincia de Buenos Aires logró una victoria rotunda superando los 50 puntos porcentuales y sacando más de 20 de diferencia a María Eugenia Vidal. En un distrito donde la magnitud es de 70 representantes, se renuevan 35 y el FDT pone 19 en juego es evidente que aún ganando perderá representatividad. En el plano nacional la incidencia de CFK, que continúa siendo importante y lo será este año, de todas formas retrocederá desde el punto de vista institucional. Ya no tendrá la misma capacidad de presionar en el armado de listas que tuvo en 2019. Hay que recordar que Alberto Fernández fue quien, hasta aquel mayo en que lo encumbraron, operaba como armador electoral y protector de los intereses de Cristina. El Kirchnerismo no tiene ningún jugador con la capacidad y la experiencia necesarias para jugar ese partido. Las derrotas parlamentarias de Máximo Kirchner y sus posiciones a veces irracionales, lo desacreditan en ese rol. Por otro lado, Wado De Pedro tampoco parece cubrir la huella de sus antecesores.   

De igual modo, dentro de Juntos por el Cambio, el sector antiguamente conocido como PRO, retrocederá sin importar si Larreta gana las elecciones. Es que hasta el 2015, solo contaban con 18 diputados y tres senadores. Si tenemos en cuenta que para 2017 Cambiemos tenía 108 diputados y 25 Senadores, y que actualmente la UCR tiene 45 diputados y 18 Senadores, queda claro el negocio fenomenal que hicieron a costa del partido centenario. La UCR solo pudo evitar el avance en el senado, pero perdió terreno. El partido de Mauricio Macri debe su poder a los escaños conseguidos con y desde el poder en las elecciones 2017 y 2019. Representaciones que pone en juego este año y que, dada la mayor decisión de la UCR de no cometer los mismos errores del pasado, hará perder poder relativo dentro de la alianza al partido fundado por el ingeniero Macri.  

La ecuación entonces queda de esta manera: el Frente de Todos retrocederá aunque gane y dentro del frente, el Kirchnerismo será quien tenga la perdida mayor en términos relativos. De manera contraria y equivalente, el PRO retrocederá aunque gane y el radicalismo será quien mayor poder relativo gane dentro de Juntos por el Cambio.  

En cuanto al escenario internacional en el que se producen las elecciones, pareciera que estamos transitando un cambio en donde los ideales liberales y la utopía o distopia globalizadora parece estar tocando sus últimas notas. Como nunca, en estas elecciones habrá que decir algo de lo que ocurre en el mundo. En ese sentido, equivocado o no, Alberto parece tener ventaja quizás por la propia agenda de la diplomacia argentina. Su posición siempre favorable al fortalecimiento del MERCOSUR aún en un vecindario complicado y los recientes acuerdos con el Brasil ahora conducido por Lula, marcan una enorme ventaja con sus competidores. Las posiciones de Larreta son extremadamente municipales en un mundo que exige un realismo descarnado.  

Sea como sea, parece que los candidatos de unos otros -y de más allá del oficialismo y oposición-, serán todos del AMBA. Esta situación plantea en el mediano plazo un problema que, más tarde o más temprano, encontrará solución. Todo el país trabaja para Buenos Aires y Buenos Aires no trabaja para nadie. El sistema político nacional define hace tiempo que todos podemos votar pero no todos ser votados. Buenos Aires puso ya 2 presidentes. Eso sin contar al actual presidente. Córdoba y Santa Fe, que triplican en caudal electoral a la Ciudad Autónoma, solo pudieron poner dos candidatos a presidente desde el retorno a la democracia y ambos fueron derrotados de manera contundente (Binner-Angeloz). Si se tiene en cuenta que quizás los procesos económicos más interesantes a nivel nacional se dan en el interior, en el litoral vinculado al agro y en la cordillera desde el sur con Vaca muerta hasta el norte con el Litio, no sería imposible pensar que esta fortaleza económica encuentre una expresión política que lo represente mas tarde o mas temprano.  

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscribite a nuestro boletín de noticias