La llegada de jefes de Estado de países donde la institucionalidad viene siendo cuestionada desde hace ya muchos años, como Venezuela, o de otros que arrastran hace décadas una tradición política lejana a la democracia, como Cuba, es quizás la polémica política más encendida en la última semana en nuestro país.

Numerosos referentes de la oposición vienen cuestionando fuertemente la llegada de Nicolás Maduro desde Venezuela, Miguel Díaz-Canel de Cuba y también de Daniel Ortega de Nicaragua, en el marco de lo que será la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

En este contexto, el ex presidente Mauricio Macri publicó este domingo un comunicado sumamente crítico y titulado “Vergüenza y esperanza”, donde cuestiona que “la Argentina recibirá a los dictadores Nicolás Maduro, de Venezuela, y Miguel Díaz-Canel, de Cuba”.

El texto, publicado en su cuenta oficial de Facebook apunta que “la inmensa mayoría de los argentinos sentimos vergüenza de que nuestro país se asocie con otros donde hay persecución, tortura, narcoterrorismo, presos políticos y elecciones fraudulentas que se burlan de la democracia”.

Además, llamó a recordar que “Venezuela sufrió el éxodo más grande de la historia de América Latina” y pidió “que quede bien claro: la bienvenida a estos dictadores no la organizamos nosotros los argentinos, sino un gobierno que languidece en su mediocridad”.

De paso, el fundador del PRO aprovechó a vaticinar que el del Frente de Todos “pronto se llevará el desgraciado honor de haber sido el peor gobierno de la historia de la democracia de nuestro país”.

No obstante, la arremetida del referente de Juntos por el Cambio no pasó inadvertida en las filas del oficialismo, y el canciller argentino, Santiago Cafiero, retomó la publicación en Twitter con duras críticas y una explicación de la llegada de los diferentes jefes de Estado.

“Vergüenza es haber condenado al país a volver al FMI después de recibirlo desendeudado. Argentina paga tu inoperancia”, disparó el ex jefe de Gabinete.

A continuación, respecto a las críticas recibidas, añadió: “CELAC es un foro soberano y amplio. El multilateralismo implica debatir sin exclusiones y sin negar las diferencias para mejorar los vínculos entre los pueblos”.