“Lo del domingo no fue un golpe de Estado, no hay que banalizar las palabras. Fue una protesta como las que hay desde el día de la elección, de gente que denuncia que hubo fraude y que no quiere que Brasil vuelva al pasado”. Con esas palabras, el senador provincial y precandidato a gobernador por el PRO, Joaquín De la Torre buscó correrse de las denuncias que desde todo el mundo apuntaron a las violentas escenas que tuvieron lugar en Brasil el domingo y las identificaron como parte de un intento de golpe de Estado apenas una semana después de la asunción de su presidente, Luiz Inacio Lula Da Silva.
"Yo condeno la violencia siempre, tanto si viene de la izquierda, que suele ser lo más común, como si viene de otros sectores”, dijo a la vez que afirmó que las violentas imágenes que llegaron desde Brasilia se corresponden con expresiones de quienes “no quiere un presidente condenado por corrupción, ni volver a la inseguridad ni al Estado que tira la plata. Por algún motivo se les permitió ingresar a las instituciones, lo cual es muy reprochable. Como dijo Bolsonaro, las protestas deben ser dentro de la ley”.
En esa línea, De la Torre afirmó: “Bolsonaro está en Estados Unidos, no creo que este detrás de estos acontecimientos”. Así, lo intentó despegar de las acusaciones que desde Brasil lo indican como uno de los principales impulsores de los movimientos que ayer asaltaron violentamente el Congreso, el Palacio de Planalto y la sede de la Corte Suprema de Justicia.
Kicillof y el grueso de la dirigencia bonaerense manifestaron su apoyo a Lula
Vale recordar que el dirigente que también fue ex ministro de Gobierno bonaerense durante la gestión de María Eugenia Vidal recibió el año pasado a Eduardo Bolsonaro, hijo del ex presidente de Brasil, con quien recorrió parte del conurbano y reivindicó las acciones de gobierno del ex mandatario.
Alineado con Patricia Bullrich y Mauricio Macri a nivel nacional, De la Torre también coincidió con el ex presidente argentino a la hora de acusar “al kirchnerismo y los progres de Cambiemos” por lo que el considera una “sobreactuación” en torno a lo sucedido en Brasil. “Guardan silencio con el golpe de Estado que si existió en Perú, y aplaudían las potestas violentas en Chile que casi derrocan a Piñeira", aseguró. En esa dirección, Macri había acompañado su tuit de repudio a las tomas del domingo con una acusación directa al “kirchnerismo”.
“No debemos olvidar que el kirchnerismo que hoy se muestra conmocionado por los sucesos en Brasil es el mismo que en 2017 organizó, promovió y protagonizó el asalto violento al Congreso de la Nación Argentina”, dijo Macri y rápidamente esa comparación, que se refiere a las manifestaciones frente al Congreso durante el debate por la reforma previsional que el macrismo impulsó en diciembre del 2017, se empezó a replicar en los análisis que llegan desde las diferentes vertientes del PRO a lo largo del país.