Juicio a la Corte
Alberto Fernández inauguró el año con una carta que incluyó elogios a su gestión, de esos que tanto escasean en los medios de comunicación, con el anuncio de un juicio político a los miembros de la Corte Suprema de Justicia. Era un pedido de Cristina Kirchner, que tiene poca vida en el Congreso, porque requiere dos tercios y Juntos por el Cambio puede bloquearlo.
Sólo es posible unaa puesta en escena y en el oficialismo hay quienes no ven un buen negocio enfrentarse a una Corte que tiene algunos años de vida por delante, cuando la derrota está asegurada.
El presidente buscó respaldo en los gobernadores que llevan adelante una cruzada contra la Corte por su fallo a favor de la Ciudad en la pelea por la coparticipación, pero recibió una tibia respuesta. Varios imaginan que serán parte de una sobreactuación sin ganar nada.
Milman, cada vez más resistido
El vicejefe del bloque PRO de diputados Gerardo Milman afronta una investigación por supuesta complicidad con el fallido intento de magnicidio de Cristina Kirchner. Y si bien la justicia suele ser complaciente con Juntos por Cambio y no sería la excepción, los conducidos por Cristian Ritondo empezaron a darle la espalda.
Milman casi no participa de las reuniones de bancada, su opinión perdió valor y el grupo que lo respaldó para ser jefe en 2021 ni siquiera le atiende el teléfono. Además, su jefa Patricia Bullrich ahora es socia de Ritondo y no lo necesita.
Los diputados del Frente de Todos presentaron un pedido de expulsión a Milman, a pedido de Cristina Kirchner, que debería tratarse en comisiones y obligaría a Juntos por el Cambio a salir en su defensa. Será un momento por demás incómodo para sus referentes.
Massa y el control del gasto
Sergio Massa se comprometió en octubre con la oposición a enviar un proyecto de ley si necesita aumentar el gasto y el fallo de la Corte que le devuelve fondos por coparticipación a la Ciudad que les había asignado Mauricio Macri puede ser la mejor excusa.
Pero además, el ministro de Economía podría aprovechar la ocasión para subir impuestos y de ese modo engrosar las arcas, una medida que Juntos por el Cambio no apoya. Por orden de Mauricio Macri, tienen prohibido habilitar un incremento de las alícuotas, como también del gasto público.
Un debate sobre cómo conseguir más fondos de los presupuestados deberá necesariamente reabrir la discusión sobre esos temas. Por caso, la última ley de leyes incluyó una "separata" con posibles ajustes que no fueron tenidos en cuenta por los legisladores de la oposición, como el de cobrar impuesto a las Ganancias a los jueces. La discusión podría retomarse en el verano.
Inteligencia ilegal y selectiva
El PRO pedirá investigar en el Congreso posibles casos de inteligencia ilegal por la presunta participación de ex espías del ejército, a partir del vínculo de su actual titular Agustín Rossi, quien fuera dos veces ministro de Defensa.
Pero por ahora no hay pedidos para analizar la filtración de chats de empresarios, jueces y el ministro de Seguridad de la Ciudad Marcelo D'Alessandro, aun cuando la información surgió de un hackeo y el propio funcionario porteño lo definió como inteligencia ilegal.
Ocurre que si se abre una investigación en la bicameral encargada de fiscalizar el espionaje que preside el diputado kirchnerista Leopoldo Moreau el contenido de los diálogos se conocerá en detalle y para el PRO no sería una ganancia. El oficialismo tampoco puede pedirla. Por ahora, es más probable la renuncia de D'Alessandro que la investigación del hackeo.
El Senado, cerrado hasta nuevo aviso
El Senado no tendrá actividad hasta nuevo aviso. Al igual que en diciembre, aún con una convocatoria a sesiones extraordinarias, el Frente de Todos abrirá el recinto si tiene garantizada una mayoría para aprobar leyes. Y para eso es necesario que no haya ausencias por ningún motivo, al menos mientras siga sin volver el jefe José Mayans, ausente por problemas de salud.
Juntos por el Cambio no reúne los 37 necesarios para el quórum ni negocia con el oficialismo. Prefiere la parálisis total para disimular su ausencia de conducción de sus referentes, como los radicales Alfredo Cornejo y Luis Naidenoff y el PRO Humberto Shiavoni.
Con escasas reuniones de interbloque, en 2022 no consiguieron instalar un sólo tema de agenda y se sometieron a la de Cristina Kirchner, con errores groseros como vaciar el recinto y dejarle dos tercios para aprobar lo que quisieran. Prefieren que el Congreso no vuelva a abrir.