Cumbre secreta y decisiva de Macri y Larreta en la Patagonia - Política y Medios
09-12-2024 - Edición Nº6156

LA INTERNA, DESDE ADENTRO

Cumbre secreta y decisiva de Macri y Larreta en la Patagonia

El secretismo de la cumbre patagónica no hizo más que aumentar la tensión, mucho más cuando se supo que habrá un nuevo encuentro los próximos días.

Por: J.Nye

 

Mauricio Macri repitió el ritual de 2022 para ratificar su liderazgo en el PRO: descanso en Villa La Angostura y visitas de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, por ahora, los dos candidatos presidenciales del partido. 

El jefe de Gobierno fue el primero en cumplir con la cita, pocas horas antes del brindis de fin de año. Los pormenores de la charla no se filtraron, pero se supo que tuvo dos ejes: la estrategia electoral y la continuidad del ministro de Seguridad Marcelo D'Alessandro, manchado por la filtración de sus chat con jueces y empresarios. Hay quienes creen que la interna del PRO contribuyó en esa filtración. 

El secretismo de la cumbre patagónica no hizo más que aumentar la tensión, mucho más cuando se supo que habrá un nuevo encuentro los próximos días. Quedaron cuentas pendientes. Macri disfruta de cada demostración de poder, porque sabe que su candidatura presidencial no tiene sustento y su figura cobra valor si todos le van al pie. Así disimula sus síntomas de debilidad, como cuando Larreta y Bullrich lo desafiaron a una interna y nadie pidió por él. Era el momento.

El jefe de Gobierno cree que no necesita la ayuda de Macri y sólo busca que no lo dañe. Exhibe a sus candidatos en todo el país y define sus aliados sin pedir permiso, con la intención de sumar los votos que le faltan para llegar a la Casa Rosada. 

Y en ese juego hace ruido interno. La incorporación del economista Martin Redrado no le cayó bien al ex presidente, quien nunca le perdonó las críticas en el peor momento de su gestión presidencial. Se lo reprochó el ex titular del Banco Central Guido Sandleris, ni bien se conoció su foto con Larreta. Pero además, Macri no entiende cómo es que el ex de Luciana Salazar tomaba café con Cristina Kirchner hace un año y ahora camina sobre la alfombra roja del Gobierno de la Ciudad. 

El jefe Gobierno tiene una respuesta: el círculo rojo, ese grupo de empresarios que define los destinos de Argentina, exige renovar las caras en Juntos por el Cambio para volver al poder.  Mostrar a Hernán Lacunza cómo referente económico no entusiasma a nadie. 

Larreta, además, continúa con su vicio de robale dirigentes a Bullrich y su último trofeo es el diputado Waldo Wolff, quien en 2020 bajaba los mensajes de la presidenta del PRO en el bloque para condicionar a Cristian Ritondo, más cercano esos días a Larreta por su fidelidad a María Eugenia Vidal.  Eran otros tiempos: ahora Ritondo está enfrentado al jefe de Gobierno porque no respalda su candidatura a gobernador. Prefiere a Diego Santillli. 

Macri también quiere incidir en la pelea bonaerense y habría sido otro de los capítulos de la charla en la patagonia. ¿Acaso va a ceder a una candidatura sin definir las demás? Sus conocidos no lo imaginan. Y si tiene que elegir, prefiere a Ritondo en provincia y a Jorge Macri en Ciudad. 

Bullrich se la hace más fácil, porque no interfiere en las candidaturas locales y sólo pide ayuda para ser presidenta. Las encuestas que financia le dan grandes chances. Se muestra con figuras amenas a Macri como el diputado economista Luciano Laspina y el batallador mediático Fernando Iglesias, con abono asegurado en los medios de comunicación afines al PRO.  Y dice no estar dispuesta a negociar con peronistas. En nada. 

La ex ministra tendrá su turno en La Angostura estos días y podrá sondear cuán cerca está de recibir la bendición de Macri para competir por la presidencia. Tal vez no consiga tanto, pero sí un guiño para llegar al sprint final con chances. Pero antes, necesita sacar de terreno a Larreta. Y no parece nada fácil. 

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