Morales pide una interna radical para boicotear a Macri y Bullrich - Política y Medios
04-12-2023 - Edición Nº5785

LA INTERNA, DESDE ADENTRO

Morales pide una interna radical para boicotear a Macri y Bullrich

El viernes 2 de diciembre, Morales trazó su camino para la elección presidencial 2023 antes que nadie en Juntos por el Cambio: diseñó una interna abierta en la UCR con Facundo Manes, para elegir candidato en marzo y presentarlo a la primaria de agosto.

Por: J.Nye

 

Gerardo Morales nunca corre de atrás. Quienes lo conocen, recuerdan que aterrizó en Buenos Aires para ser funcionario de Fernando de la Rúa en 2000 apadrinado con el padrinazgo de Raúl Alfonsín, a quien al año siguiente no tuvo problemas en enfrentar en el Senado. Entendía que era lo que tocaba hacer.

Se mantuvo en la Cámara alta 14 años como referente de la oposición al kirchnerismo, cuando muchos de sus correligionarios se cruzaban de vereda.

Trató de evitar un acuerdo con Mauricio Macri, pero cuando la mayoría de la UCR así lo quiso, ganó la gobernación de Jujuy y fue tal vez el radical que menos se enfrentó con el entonces presidente. Consiguió más ayuda que ninguno.

Con la llegada de Alberto Fernández logró una convivencia armónica con el ministro del Interior Eduardo “Wado” De Pedro, que le permitió no pagar el costo de la prisión de Milagro Sala. Hubo un proyecto en el Senado para intervenir la justicia de Jujuy, pero la pandemia y su muñeca política lo disiparon.

En diciembre de 2021 asumió como presidente de la UCR, rompió filas con Martín Lousteau, pero a los pocos meses lo convirtió en un empleado más. Logró licuar su construcción como minoría de cada provincia.

El viernes 2 de diciembre, Morales trazó su camino para la elección presidencial 2023 antes que nadie en Juntos por el Cambio: diseñó una interna abierta en la UCR con Facundo Manes, para elegir candidato en marzo y presentarlo a la primaria de agosto.

Se lo propuso al neurólogo durante una reunión en Formosa, quedó en responder pero tampoco tiene tantas opciones.

La oferta es que la interna sea abierta, con participación de afiliados y cualquier ciudadano que quiera acercarse a un comité.

Se sabe que no son épocas de asistencia masiva a actos electores y mucho menos partidarios.

Manes no la tendría fácil: debería convencer a la población que tanto lo valora en los sondeos que asista a las casas radicales, con logística y despliegue definido por Morales, que es el presidente del partido.

Pero al neurólogo no le será fácil decir que no, porque no construyó otros caminos. Comparte con el jujeño su afiliación a la UCR y su desprecio a Macri, a quien consideran un ex presidente fracasado y un personaje peligroso.

Coinciden en que no apoyarán una candidatura presidencial de quien ya ocupó el sillón de Rivadavia, en caso que el PRO se rinda a sus pies. Si es así, quien resulte ganador de la interna de marzo rompería Juntos.

De esta manera, sin una sola encuesta que lo muestre como candidato competitivo, Morales condicionó a toda la dirigencia de Juntos por el Cambio, porque no es fácil decir que tomó un camino equivocado. Cualquier otro consistiría en ser serviles al PRO

Patricia Bullrich es la más complicada: insiste con listas cruzadas entre radicales y macristas, para sumar a los conservadores de boina blanca que circulan por el país.

Quiere de compañero de fórmula a Alfredo Cornejo, pero no logra entusiasmarlo. Con esta movida de Morales, el senador mendocino deberá definirse cuanto antes qué quiere hacer.

Horacio Rodríguez Larreta también quedó desorientado. Si Patricia no cede y se presenta en una primaria dividirán votos y un radical saldrá favorecido. No podrían permitírselo, pero romper con la UCR tampoco es una opción favorable.

El único camino es meterse en la interna radical y convencer a sudirigencia que una elección entre Manes y Morales no conduce a nada. Que cualquiera que gane, no será el cambio que necesita el país.

Bullrich se tiene fe en esa tarea, mientras que Larreta prefiere enfrentar a un radical como único candidato PRO, para tirarle encima su estructura, que se compone de fondos y aliados del círculo rojo.

Pero la próxima misión de Larreta, Bullrich y Macri es desarmar esta jugada de Morales que los tomó por sorpresa. Y hasta Manes tiene que ver cuánto le conviene.

El jujeño siempre juega primero y avanza. Es su estilo. Imagina 4 debates en el primer trimestre del año y un plan único de gobierno que posicione al ganador como el primer presidenciable de 2023.

Calcula que sólo esa carta de presentación le dará un piso de votos nada despreciable. Por ahora, nadie le ha dicho que está equivocado.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscribite a nuestro boletín de noticias