Al cumplirse el cuarto año de su mandato como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hizo una rendición pública de su gestión en un multitudinario acto en el que lo acompañaron cientos de miles de mexicanos y mexicanas.
El mandatario caminó junto a sus seguidores desde el Ángel de la Independencia y hasta el Zócalo de la Ciudad de México. Al llegar allí pronunció un discurso en el que rindió cuentas de los cuatro años de su gestión.
López Obrador aseguró: “Estamos ganando la batalla contra el racismo, el clasismo y la discriminación en todas sus expresiones; hemos reducido la incidencia delictiva, las manifestaciones de protesta son pocas, no proliferan las huelgas, se garantiza como nunca la libertad y el derecho a disentir. México hoy es un santuario de libertades”
En oro momento de su discurso, sostuvo que “no deja de importar, en el terreno teórico, el modelo de gobierno que se está aplicando. Mi propuesta sería llamarle humanismo mexicano”.
Respecto del tema de la seguridad, señaló: “No se admiten relaciones de complicidad con nadie, no es ‘me entiendo con una banda para proteger a esa banda y hacer la faramalla persiguiendo a otra banda’. No, aquí no hay acuerdos de ese tipo, ni se venden plazas ni se hace ningún acuerdo con ningún grupo de la delincuencia organizada. El que comete un delito tiene que ser castigado”.
“Sigamos haciendo historia, continuemos impulsando el cambio de mentalidad, la revolución de las conciencias. Hagamos realidad y gloria el humanismo mexicano” remarcó el mandatario.
Alrededor de 30 millones de familias en el país son beneficiarias de programas sociales. En ese sentido, López Obrador sostuvo que “atender a los más pobres es también ir a la segura para contar con el apoyo de muchos cuando se busca transformar una realidad de opresión y alcanzar el ideal de vivir en una sociedad mejor, más justa, igualitaria y fraterna”.
“¿Quién defiende realmente a un gobierno democrático? El pueblo. ¿Quién respalda la Cuarta Transformación? El pueblo. Por eso nunca jamás vamos a traicionar al pueblo. Algo básico y esencial: nada se logra sin amor al pueblo”, aseguró.
El mandatario mexicano afirmó que “lo principal es tenerle amor al pueblo. Sin ese sincero sentimiento, nada bueno se puede hacer en la vida y menos en la política. La auténtica política es profundamente humana en su fundamento, esencia y, sobre todo, cuando se practica en bien de todos y de los pobres en especial”.
Durante los cuatro años del gobierno de López Obrador se crearon 1.264.931 empleos, más de 10 millones de adultos mayores fueron beneficiados con pensiones y aumentó de manera exponencial la recaudación al cobrar impuestos a grandes empresas y a los bancos.