Macri y Larreta empezaron un duelo que puede anularlos - Política y Medios
29-03-2024 - Edición Nº5901

LA INTERNA, DESDE ADENTRO

Macri y Larreta empezaron un duelo que puede anularlos

Los dirigentes iniciaron una disputa cuerpo a cuerpo para definir el próximo candidato presidencial del PRO. Patricia Bullrich los mira expectante, dispuesta a competir como sea, en una medición de fuerzas que, si no se controla a tiempo, puede colisionar a Juntos por el Cambio.

Por: J.Nye

 

Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta iniciaron esta semana una disputa cuerpo a cuerpo para definir el próximo candidato presidencial del PRO. Patricia Bullrich los mira expectante, dispuesta a competir como sea, en una medición de fuerzas que si no se controla a tiempo puede colisionar a Juntos por el Cambio.

El elemento ordenador son las primarias, que los gobernadores quieren eliminar. Si eso ocurriera, a JxC le costaría evitar una proliferación de candidatos que sea funcional al oficialismo, como aquella de 2011. Sólo el círculo rojo podría evitarlo.

Tres años de reuniones con las más variadas mesas de conducción no alcanzaron para que al menos los candidatos no se desangren. Sobre todo, porque el menos predispuesto a colaborar fue Macri, quien no quiso correrse a un costado.

El expresidente no se resigna a bajarse de la lista de candidatos, aunque quienes lo visitan no lo imaginan compitiendo, sino más bien llegando al cierre de listas con la lapicera. O al menos con esa intención.

Las reuniones suelen ser prolongadas, con un Macri distendido que contrasta demasiado con el de hace unos años, cuando despedía a sus invitados a los 5 minutos.

Ahora nunca se reúne menos de media hora y dedica una parte de la charla a promocionar sus próximos dos libros: el de su padre y otro de sus experiencias de gestión, que para sus exégetas es un manual de conducción política.

En el último cruce entre Larreta y Bullrich por el episodio de las vallas en la residencia de Cristina Kirchner, Macri jugó a mediar. Los escuchó a ambos, les pidió no cruzarse en público y entender sus diferencias.

Un palo para el jefe de Gobierno, que había enviado a sus funcionarios a cruzar a la exministra; pero también para Bullrich que lo había criticado sin pedir permiso. Llamar a una reunión de conciliación y sentarse en la silla principal le alcanza a Macri para sentirse conductor.

Pero su liderazgo llega más lejos: a casi tres años de abandonar la presidencia después de perder en su intento de reelección, Larreta sigue yendo a cada reunión que convoca, como un empleado más. Hasta soporta chicanas como aquella de marzo, cuando Macri lo retó porque hablaba con Massa. “No me hace caso”, lo humilló.

Esta semana el jefe de Gobierno le envió un mensaje en Clarín, donde lo cuidan como a nadie, tal vez porque lo piensen como al único opositor capaz de ganar un ballotage y responder todos sus llamados cuando llegue a la Casa Rosada.

En el diario de Héctor Magnetto Larreta filtró que si Macri insiste en competir, lo invitará a verse las caras en internas. Sabe que entre los votantes propios pesa la derrota de 2019 como antecedente a preferirlo.

Molesta, Bullrich respondió: “Voy a ser precandidata”, confirmó en A dos Voces, el programa insignia de TN y que menos protege a Macri. Tiene encuestas que la posicionan bien, pero no logra que la dirigencia del PRO con poder territorial la tome en serio. Sólo los enemigos de Larreta la llaman.

Su esperanza es un padrinazgo de Macri que creía garantizado, pero ya no lo ve tan seguro. “Si Macri es candidato ella se baja. Si no, le gana a Larreta”, repiten sus allegados.  Pero el desafío directo del jefe de Gobierno a Macri la desconcierta.

Sólo le queda esperar y confiar en que algún dirigente con peso real se le anime a Larreta, quien para evitar esas situaciones envía a sus empleados a ofrecer recursos para la campaña.

El dilema no es fácil, porque en caso de ganar, el jefe de Gobierno recordará a quienes no confiaron en él en el PRO.

A este escenario se suma María Eugenia Vidal, decidida a medirse: viaja a las provincias una vez por semana y asegura que en marzo de 2023 se sentará en la mesa principal con encuestas que la muestren competitiva.

Cuenta con Cristian Ritondo como candidato en la provincia, en un mano a mano con el larretista Diego Santilli.

Macri quiere ser jefe y artífice de lo que vaya a pasar. Candidato o padrino del candidato. Nadie logró quitarle el poder de mando. Y ese es el principal problema del PRO.

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