Cecilia Moreau asumió en reemplazo a Sergio Massa después de una sesión caliente, con las tres bandejas del recinto repletas de familiares y funcionarios que aplaudieron y silbaron con energía.
Massa quería a la diputada en ese lugar para asegurarse que se haya un paso parlamentario sin que pase por su filtro. Confía en que así será.
Necesita que las leyes económicas pasen por su filtro y sólo haya libertad para las que no tienen costo fiscal y la oposición está dispuesta a acompañar. No son muchas.
Moreau no cambiará a ningún funcionario de la Cámara nombrado por Masa y en diciembre deberá revalidar su cargo junto al resto de las autoridades. No cree que haya problemas para que sigan todos.
En su primera conferencia como ministro de Economía, Sergio Massa pidió cuatro leyes al Congreso que están demoradas por las internas del Gobierno y le podrían facilitar divisas en el mediano plazo.
Tres están a la espera del Senado: la de promoción automotriz, la de biotecnología y la de blanqueo a la construcción, que ya fue ley, pero debe prorrogarse porque Mercedes Marcó del Pont tardó en reglamentar.
Pero llegaron hace menos de un mes porque durante un año no pudieron tratarse, porque Máximo Kirchner no quería las leyes enviadas por Matías Kulfas.
La otra norma pedida por Massa es la ley de agroindustria, que fue enviada en noviembre a Diputados y nunca se trató. Todavía no hay fecha.
Los gobernadores firmaron el consenso fiscal con el presidente en diciembre, pero hasta el último miércoles nunca se había tratado, porque los legisladores lo planchaban.
Con la llegada de Massa se activó y en el Senado se le dio dictamen, sin mayores explicaciones sobre la demora. En la UCR apoyaron, aunque hay dudas.
Muchos creen que Massa tomará ese consenso como documento para pisar las transferencias a la Nación en el presupuesto, como los subsidios al transporte.
Es que sólo así le podrían cerrar las cuentas y tiene informes sobre provincias que piden préstamos y tienen superávit. No lo permitirá.
Máximo Kirchner renunció a la presidencia del bloque de diputados del Frente de Todos cuando Martín Guzmán cerró con el FMI y lo reemplazó Germán Martínez.
Pero ni bien se supo que Massa se iría al Ministerio de Economía, surgió el rumor de que volvería a conducir la bancada.
Fue un radio pasillos, que al parecer no le gustó mucho al tigrense y filtró que Martínez seguía al mando del bloque.
Es que Máximo quedó desdibujado ante tanta foto entre Cristina y Massa. Quedará con mucho poder: Moreau también lo escucha y la secretaria parlamentaria del bloque, es su dirigida Paula Penacca. Pero desde que no es jefe nadie más le presta demasiada atención. Y mucho menos lo consulta.
Juntos por el Cambio se abstuvo en la votación de Moreau para presidencia de la Cámara de Diputados, la primera mujer en ocupar ese lugar en 158 años.
Fue la manera que encontraron de no dividirse: la UCR quería votar a favor y el PRO y la Coalición Cívica en contra, molestos por la vehemencia de Moreau como vicejefa de bloque. No escatimaba insultos.
La unidad por la abstención fue negociada por el jefe de la UCR Mario Negri, a través de un zoom en el que quedó claro que le permitirían a Moreau asumir, pero marcarían diferencias.
Ya lo habían hecho en la ley que prorroga las asignaciones presupuestarias a la cultura, que tampoco quería votar el pro. Se conformó con la abstención.