Los amigos de Massa que hay en Juntos y alteran a Macri - Política y Medios
19-09-2024 - Edición Nº6075

LA INTERNA, DESDE ADENTRO

Los amigos de Massa que hay en Juntos y alteran a Macri

Días atrás, el ex presidente miró a Gerardo Morales y le dio un consejo: "Estas confusiones pasan por ser amigo de Massa. Te enreda en una telaraña. Ya se lo dije a Horacio, pero no hace caso". Los detalles, en esta nota.

Por: J.Nye

 

En una de las últimas reuniones de la mesa de Juntos por el Cambio Mauricio Macri miró a Gerardo Morales y le dio un consejo: "Estas confusiones pasan por ser amigo de Massa. Te enreda en una telaraña. Ya se lo he dicho a Horacio, pero no me hace caso", ironizó. El jefe de Gobierno no respondió, pero el jujeño no se achicó. "Con vos, vamos a hablar en privado", fue su advertencia al ex presidente, quien entendió que lo mejor era no volver a participar de las reuniones.

La escena fue presenciada por legisladores y autoridades partidarias del principal frente opositor y tal vez podría repetirse en los próximos meses, cuando evalúen las primeras medidas del ahora ministro de Hacienda y principal protagonista del Gobierno, quizá más que el presidente. Massa es amigo de Larreta desde hace 25 años, cuando ambos trabajaron en el Ministerio de Desarrollo Social en tiempos de Ramón "Palito" Ortega. 

Eran tiempos sin distracciones tecnológicas, con grupos humanos que iban desde las oficinas a los restaurantes o las casas. Fue el caso de Massa, Larreta y sus luego esposas Malena Galmarini y Bárbara Diez. La ahora presidenta de Aysa contó en alguna entrevista que organizaron juntas los casamientos y de esa experiencia su amiga gestó la empresa para tercerizar el servicio, con las que facturó fortunas. 

Massa nunca descuidó el vínculo con Larreta y hasta se animaba a bromear con un futuro de confort si su ex compañero de oficina llegaba a la Casa Rosada. Pero nunca confió demasiado en su carisma y hasta le daba consejos cuando lo veía muy mediático en su debut como jefe de Gabinete de Macri en 2007. "Habló sólo cuando tenes algo para decir", le aconsejaba. "Necesito ser conocido", le replicaba el ahora precandidato presidencial del PRO.

La amistad de Morales con el tigrense es más reciente, pero no menos intensa: en 2015 se asoció para su candidatura a gobernador, que le valió un reproche de su entonces compañero de bloque en el Senado Ernesto Sanz durante la convención de Gualeguaychú, en la que se definió la alianza de la UCR con Macri, intacta hasta hoy. El jujeño no ahorró epítetos contra el entonces jefe de gobierno. "Piensa que todos nosotros somos una lacra", le dijo a sus correligionarios. 

A Morales no le fue mal jugando a dos puntas y logró ganar la gobernación de Jujuy por 20 puntos de diferencia. Con el ex presidente no tuvo una mala relación: los unió el odio a Milagro Sala y proyectos de inversión para Jujuy, que de todos modos cristalizaron sus diferencias ideológicas. Macri no quería que la empresa estatal de la provincia gestionara proyectos de energía solar, pero se rindió cuando ganó las licitaciones. 

"Si viene a Jujuy a presentar el libro lo recibo, pero no quiere que vuelva a ser presidente. Tengo diferencias ideológicas con él", repetía en reuniones con radicales de todo el país. Con Massa volvió a hablar para coordinar la ley que definió el pago al FMI, que pidió con un discurso en comisiones y ataques al macrismo, que lo perdonaba haber tomado esa deuda, que para el PRO es virtuosa. "Me pegan los halcones, pero me la banco", los desafió. 

Curioso que Morales y Larreta, los amigos de Massa, hoy juegan en equipo en la interna de Juntos: ambos son candidatos presidenciales, en la vereda de enfrente de Macri y la jefa del PRO Patricia Bullrich, referentes de los halcones y cercanos a Javier Milei. 

Además de diferencias de ideas con el economista liberal, creen que el discurso de la grieta complica un triunfo e impide gestionar. Y reivindican cualquier diálogo con el oficialismo, sobre todo con Massa, quien no tardará en pedir colaboración para sancionar leyes, como el presupuesto 2023. Con el de este año no fue posible, porque la falta de colaboración de Martín Guzmán y Máximo Kirchner complicó cualquier negociación.

La expectativa de su llegada rompió los libros de Macri, quien aguardaba tres meses de suma conflictividad, con protestas callejeras, devaluaciones y un indicio de final anticipado del gobierno de Alberto Fernández.El inicio del receso invernal con el dólar blue por las nubes parecía darle la razón, pero la llegada del tigrense bajó la cotización y subió las acciones en New York. Sus contactos con la embajada de Estados Unidos y el círculo rojo local se hicieron sentir.

Si logra estacionar la economía para que Alberto se retire en paz, Massa podrá imaginarse candidato presidencial. Y enfrentar a Macri le seduce. "Si llegan a complicar el acuerdo con el FMI, llamó al staff y le digo que quienes piden el crédito traban su renegociación", se lo escuchó en marzo, cuando el ex jefe de Estado operaba en el Congreso para no aprobar el acuerdo.  El diálogo con Washington existió, pero con el PRO ya confirmado a favor.

Larreta deberá definir ahora si además de correr a Macri enfrenta a su amigo, aunque la posibilidad de un final en orden de Alberto lo motiva. El escenario de caos le sienta mejor a Patricia y al ex presidente. Además de recuerdos, comparte con Massa el diagnóstico de la necesidad de un acuerdo nacional amplio, en el que suele excluir al kirchnerismo, con el que el tigrense habla a diario.  Morales también pidió ir por ese camino y definir 10 políticas de Estado. Su interlocutor es el ministro de Hacienda. Con quien hablará estos días. 

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