Halcones y palomas chocan en Juntos por la crisis financiera - Política y Medios
16-04-2024 - Edición Nº5919

LA INTERNA, DESDE ADENTRO

Halcones y palomas chocan en Juntos por la crisis financiera

Los sectores duros y blandos de Juntos por el Cambio, volvieron a cruzar posturas sobre cómo pararse ante un Gobierno que empezó a perder el control de las variables económicas. 

Por: J.Nye

 

Los sectores duros y blandos de Juntos por el Cambio, más conocidos como halcones y palomas, volvieron a cruzar posturas sobre cómo pararse ante un Gobierno que empezó a perder el control de las variables económicas. 

Los halcones son Mauricio Macri y Patricia Bullrich, con algún socio radical ocasional como el mendocino Alfredo Cornejo. Sólo de a ratos, se suma Elisa Carrió, con menos furia que otros tiempos. 

Macri y Bullrich no quieren diálogos con la Casa Rosada y, casualidad o no, hace unas semanas repetían en reuniones con dirigentes afines que Alberto la iba a pasar mal. 

"Se vienen 3 meses duros", advertían, sin hacer foco en la corrida del dólar blue que se avecinaba. Pero parecían conocer el guión. 

Ambos programaron recorridas mientras disparaba el valor del dólar en las cuevas, con suerte dispar. 

A Macri lo insultaron en Ituzaingó y a Bullrich la aplaudieron en Concordia, dónde se mostró con el diputado Rogelio Frigerio, candidato a gobernar Entre Ríos. 

Las palomas están referenciadas en Horacio Rodríguez Larreta y en el jefe de la UCR Gerardo Morales. 

Imaginan una colaboración tácita con el gobierno, aprobandole leyes que marquen un sendero de gobernabilidad capaz de resistir al recambio presidencial. 

Hacen otros cálculos: prevén que si Alberto termina mal, quien lo sustituya no podrá empezar bien.

El jujeño ya fue claro en el verano: Macri pidió un crédito con el FMI sin avisar y eso trajo un problema sinfín. Larreta, que es quien más se piensa presidente, lo sabe bien.

La reprogramación de vencimientos con bonistas y el Fondo tiene un cronograma fuerte desde 2026, el tercer año del próximo mandato presidencial, justo cuando los dólares empiezan a escasear. Es un clásico desde que se popularizaron los silos en los campos.

Larreta y Morales comparten amistad con Sergio Massa, coinciden en promover un gran acuerdo nacional pero difieren en los métodos para llegar. 

El jefe de gobierno es más complaciente con el círculo rojo, tanto que esta semana elogió a los ruralistas mientras Alberto les pedía que liquiden la cosecha y le aporten dólares. 

En la última cumbre de Idea, Larreta trató de persuadir al empresariado top sobre la necesidad de unir al 70 por ciento del país en el último coloquio de Idea, pero no está caro que tan dispuesto está a ponerse duro si alguno se opone.

No le seduce volver a la Casa Rosada y a Olivos para mostrarse con Alberto, pero sí al Congreso para patrocinar leyes que sirvan a largo plazo. O sea, que le sirvan a él.

Morales y Lousteau lo acompañan, pero Macri no. Y Bullrich menos. Siguen convencidos de repetir la gestión de Cambiemos, pero con más velocidad, como se escuchaba en la campaña de 2019.

No hablan de la deuda y hasta la niegan. Fantasean con una sentencia contra Cristina Kirchner durante los días del mundial de fútbol, que la proscriba de competir en 2023 y dejé al peronismo más rengo. 

Y creen que cualquier conflicto social tiene solución con la grieta firme y no cerrandola. Para las palomas, sin un acuerdo nacional amplio todos fracasan. Sobre todo ellos. La discusión llegará a las primarias. Cómo mínimo. 

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