El BCRA salió a ordenar la demanda de dólares para proteger las reservas - Política y Medios
30/03/2023 - Edición Nº5536

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El BCRA salió a ordenar la demanda de dólares para proteger las reservas

Tras el récord importador de mayo y los amparos judiciales, la autoridad monetaria modificó la operatoria para las posiciones con licencias no automáticas. En horas, los dólares financieros y el blue se dispararon. Régimen especial para pymes.

Por: Patricio Ballesteros Ledesma

 

Aunque ya se venía anunciando desde que en mayo se alcanzó un récord en el monto de importaciones (US$7.870 millones), finalmente el último lunes el BCRA comunicó una serie de medidas para frenar el acelerado ritmo de salida de dólares destinados a estas operaciones bajo licencia no automática. Sintonía fina, como le decían antes.

“Estamos en un momento complejo. La clave para la Argentina es frenar la salida de dólares”, declaró Miguel Pesce, presidente de la autoridad monetaria que, con la plaza despejada por el anuncio, en la jornada compró US$250 millones para sumar a las reservas.

“Hay un festival de importaciones” había señalado la semana pasada la Vicepresidenta Cristina Fernández en un acto de la CTA en Avellaneda. Sus dichos generaron polémica, como siempre, pero la realidad de los números del comercio exterior de bienes y servicios confirmaba un flujo de salida de divisas sin precedentes. Datos preliminares de Economía estiman que al concluir junio se marcará un nuevo récord: US$9.000 millones de importaciones en el mes.

Claro está que no se trataba de una fuga de capitales como en años anteriores, pero había algunas transacciones que aparecían como inusuales o poco consistentes con la operatoria regular, sobre todo en las de licencia automática.

Incluso fue récord el número de amparos concedidos por algunos jueces y fiscales para que varias empresas puedan hacer sus compras por demás, sobre estoquearse como una alternativa financiera, y hasta algunos particulares puedan importar autos de alta gama, yates y jets.

La vicepresidenta puntualizó que por la vía judicial, a la que muchos llaman fórum shopping, salieron US$1.800 millones al tipo de cambio oficial con medidas cautelares para importaciones de todo tipo, desde enero del año pasado a marzo del corriente.

[Industrias dólar dependientes y maniobras financieras]

En la Argentina, en lugar de haberse implementado una real sustitución de importaciones, gran parte de las empresas de bienes durables pero también de artículos de consumo masivo tienen una alta dependencia de insumos, partes y piezas que no se fabrican en el mercado interno.

E incluso, hay sobrados casos en que bienes terminados importados, como electrónicos, llegan como un kit prefabricado y aquí se ensamblan o arman con escaso o nulo valor agregado. Es cierto que así se generan fuentes de trabajo, pero también lo es que eso no es industria nacional y por ahí también se escurren dólares.

Los que saben del tema estiman que en muchos rubros hasta el 70% de los insumos o componentes son importados, por lo que en el actual contexto de recuperación productiva y crecimiento de la demanda, para producir más se necesita importar más. Y la restricción externa en la Argentina siempre es la limitante. Pero en lo que va del año, además se importaron bienes de consumo final por US$3.600 millones.

También es cierto que las fábricas tienen todavía mucho margen para aumentar su producción, ya que en general trabajan bastante por debajo del 70% de su capacidad instalada. Aún así, aunque no necesiten traer más máquinas o piezas, seguro sí repuestos, para mantener sus líneas en función de la demanda son dólar dependientes.

Tras la pandemia, la apertura de fronteras y vuelos internacionales, también está trayendo una mayor demanda de divisas para los postergados viajes al exterior, que se van en los consumos con las tarjetas de crédito. Aunque ese monto no es el más relevante, el año pasado por esa vía salió una cifra récord y de enero a mayo de 2022 ya superaron los US$1.500 millones.

Así las cosas, el lunes el BCRA emitió la Comunicación “A” 7532, a las entidades financieras y casas de cambio, con vigencia desde ese mismo día, en la que remite con adecuaciones a la Circular CAMEX 1-920, Exterior y cambios.

[Crédito de proveedores o fondeo de casas matrices]

A grandes rasgos, en los 8 puntos del texto establece una serie de modificaciones en la operatoria de los importadores para hacerse de dólares.

La primera y principal medida es que las compras externas canalizadas por el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones, de las posiciones arancelarias que tienen licencias no automáticas, deben conseguir crédito comercial de parte de sus proveedores por 180 días desde el momento del embarque, o buscar dólares financieros en el exterior.

Los productos con LNA son los tienen como proveedor a una industria local y por eso se busca generar un marco de protección. El plazo máximo es de 90 días de vigencia de acuerdo con las normas de la OMC, por lo que caducaría en septiembre.

En Argentina hay unas 1.500 posiciones arancelarias con ese régimen, que explican el 17% del total de las compras al exterior. El resto de productos con licencias automáticas, tiene restricciones de hasta el 5% por encima del valor importado el año pasado o del 70% de 2020.

Por encima de esos porcentajes, los importadores tienen que conseguir también 180 días de plazo. Sin embargo, las nuevas medidas del BCRA hacen una diferenciación con las pymes, a las que le fija un tope del 15% respecto del año pasado, siempre que sean inferiores a US$1 millón.

De esta manera, esa ventana de 6 meses le permitiría a la autoridad monetaria retrasar la entrega de los dólares para esas importaciones por alrededor de $1.300 millones al mes y terminar al cabo de la vigencia de la medida con un excedente de casi $4.000 millones, en la vía de cumplir con el objetivo acordado con el FMI.

[Respuesta automática del mercado a las medidas]

Con el correr de las horas, la cotización de los dólares bursátiles, MEP y CCL, empezaron la senda alcista (el contado con liquidación cerró a $246), y el blue, que no está atado a las rondas de la Bolsa, a la tarde ya había alcanzado un valor de $232 por unidad. Acción, reacción: ese es el juego.

El mercado, o algunos grandes especuladores financieros, al ver que se empezaba a cerrar la ventana del dólar oficial barato para importar, se corrieron al blue y dispararon su cotización. Ahora la brecha se agranda y eso no es bueno, pero es la respuesta instantánea que se dispara para forzar una devaluación del tipo de cambio oficial.

A cada medida de la administración para controlar una variable, aunque sea tardía, le sobreviene una réplica del poder financiero que reacciona de inmediato para no perder sus prerrogativas. Si el mes pasado tuvieron todos los dólares que quisieron, por qué ahora deberían dejar de hacerlo.

Y es que el BCRA no dispone casi de reservas líquidas, se maneja con la parte que le liquidaron las agroexportadoras, que además se guardaron una parte de la cosecha para el segundo semestre a la espera de mejores precios. Y en el acuerdo con el FMI se asumió el compromiso de llegar a fin de año con US$4.800 millones de base.

Los desembolsos del organismo no cuentan, porque se utilizan para el repago de los vencimientos y, aunque casi no han ingresado fondos de otros organismos de crédito, cuando lo hacen tienen por lo general un destino prefijado. Como el firmado la semana pasada por Alberto Fernández y el presidente de la CAF por US$175 millones para obras viales e infraestructura universitaria.

[El creciente endeudamiento en pesos del Estado]

Hace dos semanas se dio una corrida de los inversores de pesos a dólares, agitada por referentes económicos y ex funcionarios de la administración Macri, como Hernán Lacunza, que hablaban del re perfilamiento de la deuda en moneda local del Estado si volvían a ser gobierno. Por twitter, el ex ministro de Hacienda lo desmintió, pero el run run surtió efecto, se desarmaron posiciones y los bonos soberanos sintieron el impacto.

Aunque el ministro de Economía Martín Guzmán salió a calmar al mercado y declaró que el nivel de endeudamiento en pesos es manejable, y es cierto que esa es casi la única alternativa del Gobierno para fondearse sin aumentar la emisión, también lo es que la bola de nieve ya suma más dinero que el circulante.

Precisamente hoy se conocerá la licitación de deuda en moneda local, por la que el Tesoro busca renovar $200.000 millones en manos del sector privado, una cifra similar a la que no lo hizo con los títulos ajustados por CER en la anterior oferta pública, y que obligó a su recompra con el FGS de la ANSES y vía el BCRA.

El Estado necesita dólares para acumular reservas, administrar el comercio exterior, comprar energía y cumplir con las metas acordadas con el FMI. Pero también necesita pesos para disminuir la emisión monetaria y afrontar los gastos e inversiones locales. Los privados necesitan dólares para importar bienes y servicios, viajar al exterior y pagar deudas en moneda extranjera, pero a los pesos los miran con desinterés.

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