CRIPTOGATE
En medio de la guerra en Ucrania y sus consecuencias colaterales, el mundo continúa en la senda de la transición energética y el hidrógeno verde, junto a otras fuentes alternativas a los hidrocarburos y constituye una gran oportunidad para los países productores/exportadores.
Un gran proyecto de la empresa estadounidense MMEX Resources Corporation, que aún se encuentra en la etapa de evaluación técnica y en un acuerdo tecnológico con Siemens Energy, planea producir hidrógeno verde en la provincia más austral del país con una inversión estimada en US$500 millones.
En el anuncio de la compañía y el gobierno de Tierra del Fuego realizado en abril pasado, se detalló que el objetivo es generar entre US$120 y US$190 millones en exportaciones del gas desde su arranque comercial en 2025, para lo que proyectan conseguir clientes de Asia y Europa durante al menos 20 años.
Durante la construcción de la planta industrial se generarán 1.500 puestos de trabajo y cuando entre en operaciones se demandarán unos 300 empleados fijos calificados, confiaron a Télam desde MMEX.
La firma estadounidense planea la construcción de un parque eólico de hasta 300 megavatios (160 MW base), y una planta de electrólisis que permitirá obtener más de 55 toneladas de hidrógeno verde por día, en la ciudad de Río Grande.
El objetivo, aclaran, será desarrollar una unidad de conversión de amoníaco o metanol de 300 toneladas diarias para exportaciones globales, que se realizarán a través de una infraestructura de carga marítima propia.
Entre las razones de la firma para elegir Tierra del Fuego se destacan la calidad de los vientos en la provincia austral, su ubicación estratégica frente al océano (que facilita la logística exportadora) y las ventajas tributarias que ofrece por ser una zona franca (ausencia de impuesto al valor agregado y menor tributo a la renta, entre otras).
El gerente de Financiamiento de proyectos de MMEX, Nabil Katabi, aseguró a la agencia de noticias oficial que “Tierra del fuego tiene los mejores vientos del mundo, mucha tierra vacía y está sobre el mar ubicada frente a Asia y Europa. Estas ventajas naturales se combinan con que es una zona franca y tiene ventajas tributarias, lo que nos permite pensar un buen desarrollo”.
[La alternativa eólica avanza para generar H2]
Esa ubicación aduanera estratégica les permitiría quedar fuera de alcance frente a una eventual aplicación de derechos de exportación a estos combustibles, por lo que desde el área de financiación del proyecto creen innecesaria la generación de un marco normativo específico para el sector.
Aunque no se evalúa desde el Gobierno nacional implementar retenciones en esta industria naciente y con enorme potencial, la situación de las inversiones en otras provincias, como la enorme apuesta que se confirmó a hace un año en Río Negro, también tuvieron esta prerrogativa.
Allí, y de la mano del empresario y ex rugbier argentino Agustín Pichot, la australiana Fortescue Future Industries ratificó en mayo de 2021 que realizará una inversión total de US$8.400 millones para la producción de energía limpia en la provincia patagónica.
Un mes antes, la Legislatura rionegrina aprobó el proyecto de la firma australiana para la instalación de una planta de hidrógeno verde y, como ocurrió en el caso fueguino, la zona Franca para Sierra Grande.
En el llamado a licitación para la concesión del uso de tierras fiscales, Fortescue logró obtener 625.000 hectáreas destinadas al emplazamiento de parques eólicos y las construcciones del proyecto de H2.
Por su ambiciosa escala, este proyecto que se mantendrá en etapa piloto hasta 2024 con una inversión cercana a los US$1.200 millones, generará 15.000 empleos directos, 50.000 indirectos y unas 35.000 toneladas de hidrógeno verde, un volumen de energía equivalente para abastecer a 250.000 hogares.
La segunda etapa o fase productiva, con una inversión estimada en US$7.200 millones, producirá unas 215.000 toneladas de hidrógeno verde, capacidad energética equivalente para cubrir el consumo eléctrico de 1,6 millones de hogares, y se extenderá hasta el año 2028.
[Una ventana de oportunidad única para el país]
“Nuestro país tiene capacidad tecnológica y productiva para llegar a 2030 produciendo cerca de 10 millones de toneladas de hidrógeno verde; para que eso sea posible, tenemos que estructurar una demanda internacional consistente, los mecanismos de financiamiento y de inversión directa”, comentó el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, al participar en la 2da. Exposición Global de Hidrógeno Verde en Barcelona a principios de mayo.
Durante el cónclave en la ciudad española, el funcionario explicó que el gobierno argentino trabaja en la Estrategia Nacional del Hidrógeno 2022-2050 para facilitar las inversiones y promover el proyecto de ley de promoción que anunció el primer mandatario.
“Adoptamos una estrategia integral focalizada en la producción de hidrógeno como un nuevo vector energético de bajo impacto ambiental, que promueva la investigación, la creación de nuevas fuentes de trabajo y el desarrollo de su cadena de valor; con un régimen de promoción de 30 años para productores de bienes y servicios que alienten el crecimiento del sector”, detalló Kulfas.
Además, el ministro reafirmó que están dadas las condiciones para la producción en escala que permita generar las estructuras de costos que terminen viabilizando esta producción para su comercialización internacional.
De hecho, en la reciente gira de Alberto Fernández por España, Alemania y Francia, el mayor interés de los mandatarios anfitriones estuvo en las posibilidades de importar gas natural licuado e hidrógeno verde argentinos, además de cereales y otros alimentos.
Durante esa visita oficial a Europa, el secretario de Asuntos Estratégicos de la Nación y presidente del Consejo Económico y Social, Gustavo Beliz, explicó en una columna en Perfil porque considera que se atraviesa una nueva geopolítica de la energía.
“El hidrógeno se genera con la conversión y no con la extracción. Puede producirse en una gran cantidad de lugares y a medida que bajan los costos hay más productores y competencia, y se reducen las rentas oligopólicas propias del mercado de energías fósiles, que equivalen a 2% del PIB global”, concluyó.
Y la semana pasada, durante el acto en el Museo del Bicentenario sobre la disponibilidad de divisas para las hidrocarburíferas, el Presidente expresó que “la Argentina tiene una oportunidad única de futuro tanto en hidrocarburos como en hidrógeno verde y azul, de los que el mundo está demandante, y si la dejamos pasar no tendremos perdón”.
