El sindicalismo se mete al debate por los piquetes y Moyano advierte: “Vamos a copar todas las calles país” - Política y Medios
07-10-2024 - Edición Nº6093

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El sindicalismo se mete al debate por los piquetes y Moyano advierte: “Vamos a copar todas las calles país”

El dirigente de Camioneros sentó posición y llamó al Gobierno y al movimiento obrero a “mantener la unidad para defender a los trabajadores de estos gorilas que ya ni disimulan”.

Este viernes el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) y adjunto del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, irrumpió en la discusión pública sobre las manifestaciones donde se cortan las calles, y las propuestas de suspender planes sociales a quienes participen de las mismas.

A través de un audio, dirigido a los afiliados y publicado en las redes sociales del gremio, el hijo del histórico líder sindical apuntó fuertemente contra los referentes de la oposición que buscan avanzar sobre el derecho a la protesta.

“Luego de escuchar este audio, de personajes nefastos que destruyeron el país hace 4 años y nos dejaron una deuda prácticamente impagable (...) con estas declaraciones, demuestran el odio que tienen contra los laburantes, no hacia los dirigentes gremiales”, inició.

A continuación, Moyano recordó que “la reforma laboral fue la única Ley que no pudo llevar adelante el macrismo”, gracias a “que la peleamos en la calle y no la pudieron aprobar”, pero criticó que “hoy vuelven nuevamente a atacar al movimiento sindical”.

En esa línea, también marcó la doble vara de cierto sector de la política, cuestionando: “Cuando sus jefes, como lo es el campo, salen a protestar, cortan puentes y caminos, ahí es un reclamo legítimo. Cuando los trabajadores llevan adelante medidas de acción legítima, son ‘bloqueos’ o somos extorsionadores”.

El integrante del triunvirato que encabeza la CGT también hizo un llamado tanto al “movimiento obrero”, como a las principales autoridades de Gobierno y a quienes tengan a su cargo la conducción de entidades del campo popular a conservar la cohesión.

“Hacemos un llamado a todo el movimiento obrero, al Frente de Todos, a todos los que tengamos una responsabilidad de conducir una organización, de mantener la unidad para defender a los trabajadores de estos gorilas que ya no disimulan que vienen por los trabajadores”, disparó el dirigente camionero.

También apuntó directamente contra Horacio Rodríguez Larreta, recordando que “en plena campaña había dicho que había que eliminar las indemnizaciones” y contra Martín Lousteau, por presentar un proyecto al Congreso en pos de “ir sacándole derechos a los trabajadores”.

Hacia el final, se dirigió a sus “compañeros y compañeras” llamando a “seguir manteniendo la unidad” y sentenció: “Ante cualquier intento de sacarle derecho a los trabajadores la respuesta va a ser copar todas las calles, rutas y plazas del país”.

[El contexto de una discusión traccionada desde la derecha]

En las últimas semanas, el debate sobre el derecho al corte de calles como método de protesta fue ganando terreno en el plano mediático y a continuación en el político, como una consecuencia más directa que indirecta del apoyo logrado por partidos de derecha en las elecciones legislativas.

Las prédicas antipiquetes de los dirigentes liberales recientemente llegados al Congreso, José Luis Espert o Javier Milei, se cristalizaron a principios de febrero en un proyecto de Ley presentado por el legislador porteño de La Libertad Avanza, Ramiro Marra, que prevé prohibir que las manifestaciones se realicen cortando accesos.

No es ningún descubrimiento que el avance de los partidos autodenominados “libertarios” preocupa cada vez más a Juntos por el Cambio, que observa a una parte de su base electoral atraída por consignas de mano dura y promesas de cambios radicales en la política económica.

En este marco, el avance de Marra fue marcando la tonalidad ideológica de la discusión, propiciando que el jefe de Gobierno porteño endureciera su posición de derechista moderado y saliera a pedirle al Gobierno nacional retirar los planes sociales a quienes corten calles.

En este contexto, alegó lugares comunes del imaginario del electorado conservador, asegurando que muchas personas son “rehenes” de organizaciones que amenazan con quitarles los planes si no marchan, o que muchas otras “no quieren trabajar para no perder el plan”, entre otros conceptos expuestos.

Para el oficialismo, el debate no resultó del todo simple. Pese a la tradición de encontrarse más cerca del campo popular que el resto de los partidos masivos, la sintomática falta de cohesión del Frente de Todos no se ausentó.

La posición de indulgencia del kirchnerismo para con el manifestante, ilustrada en el discurso de Máximo Kirchner en el marco de la jura de las autoridades del PJ en Merlo, desentona con la postura de la administración de Juan Zabaleta al frente del Ministerio de Desarrollo Social; que de un tiempo a esta parte se niega a reproducir planes sociales y ofrece -en su lugar- herramientas de trabajo y recursos para cimentar emprendimientos.

Como una antojadiza síntesis de esta situación confusa para el Gobierno, recientemente el propio Zabaleta había tomado la decisión de suspender el programa Potenciar Trabajo que cobraba uno de los manifestantes que había participado del ataque al despacho de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, durante la sesión de la Cámara de Diputados que trataba el Acuerdo con el FMI.

No terminó de quedar del todo claro si la medida, anunciada mediáticamente, fue adoptada como un gesto del albertismo para con la vicepresidenta -cuyo entorno había cuestionado la pasividad presidencial- o como un precedente que sirviera para marcar la tónica de la gestión del presidente en lo referido a la asistencia social.

Lo cierto es que, en medio de este descalabro, la vocera presidencial Gabriela Cerruti recientemente intentó disipar las dudas con declaraciones poco contundentes, pero que en definitiva tildaron de “legítimas” las protestas e intentaron depositar el centro de la discusión en las causas.

Incluso se permitió chicanear a Larreta en el marco de una de sus conferencias matinales. Si bien reconoció que “la solución no es cortar la calle”, le recordó que “la Ciudad de Buenos Aires es el distrito que menos generó empleo, por lo que sería de gran ayuda para que no haya cortes que genere más puestos de trabajo para las y los porteños”.

En tanto, este jueves la avanzada de Juntos por el Cambio para disputar la agenda de derecha desembarcó en la provincia de Buenos Aires, donde la diputada Julieta Quintero Chasman presentó un proyecto en esta dirección.

Según informó en redes sociales la dirigente del riñón del intendente platense, Julio Garro, la presentación prevé en en territorio bonaerense “quiénes cobren planes sociales y cometan delitos en manifestaciones, pierdan el beneficio”.

Al respecto, evaluó que “un plan debe ser una herramienta temporal para que cada persona que lo necesita pueda construir un futuro mejor, no para financiar piquetes”, y en diálogo con medios de la capital bonaerense incluso pidió que dichos programas sean administrados por las intendencias.

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