Avanza la generación de energía por oleaje, que aporta 50 veces más que la solar - Política y Medios
18-04-2024 - Edición Nº5921

ANÁLISIS

Avanza la generación de energía por oleaje, que aporta 50 veces más que la solar

Investigadores de la Universidad Nacional de La Plata, UBA, UTN y UNQ suman esfuerzos para aprovechar la capacidad undimotriz del Mar Argentino y contribuir a descarbonizar la matriz energética nacional. Una alternativa viable y limpia para ciudades costeras.

Por: Patricio Ballesteros Ledesma

 

Con el objetivo de restringir el componente hoy mayoritario de hidrocarburos que abastece a la matriz energética del país y propender a la descarbonización anhelada para el 2050 a nivel global, además de las iniciativas eólica y fotovoltaica, el aprovechamiento de la llamada undimotriz u olamotriz suma varias iniciativas en la Argentina.

Aunque se estudian y experimentan desde hace décadas, cada vez más las olas, las corrientes y las mareas constituyen lo que se denominan energías oceánicas: vectores estratégicos con múltiples potencialidades, que más allá del viento y el sol, pueden sumar al mar como otra fuente natural y limpia para generar energía renovable en grandes cantidades y de manera sostenible.

En esa línea, investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata y de la Universidad Nacional de Quilmes proponen utilizar las olas del mar para generar energía, un recurso natural renovable poco explotado en el mundo hasta el momento. La UTN FRBA, incluso, tiene un prototipo convertidor unimotriz patentado en el INPI y que ha sido reconocido por el Senado de la Nación. 

Sacar energía de las olas es un proyecto gigante, se puede obtener una densidad energética muy grande. Para tener una magnitud: en las costas del Océano Atlántico, en donde se genera 1 unidad de energía solar, se genera 8 veces la misma unidad por el viento y 50 veces en olas”, aseguró al diario Página 12 Demián García Violini, ingeniero en Automatización y Control industrial, y docente investigador por la Universidad Nacional de Quilmes.

Según datos de la Ocean Energy Systems y la Agencia Internacional de Energías Renovables, se estima que de las olas podría extraerse una energía equivalente a 29.500 TW/h, lo que supera el consumo mundial de electricidad en 2020 (cuyos dos tercios basadas en combustibles fósiles). 

“Existen muchos inconvenientes técnicos y logísticos para poder extraerla. Falta muchísimo, pero vamos por buen camino. Debemos lograr que el costo final de la energía sea competitivo en términos de lo que cuesta generarla con viento o con sol”, agregó el especialista de la casa de estudios quilmeña.

[Con la energía del viento, el sol y ahora del mar]

Hasta no hace muchos años, las energías fotovoltaica y eólica estaban en la misma situación, todavía no eran competitivas con relación a la utilización de los combustibles fósiles, porque los equipos necesarios para cada una tenían unos costos altísimos. Esa realidad ha cambiado, y ahora llega el turno de otras alternativas en el camino de la descarbonización.

A nivel local, el año pasado se creó la Red de Energías Marinas Argentinas, conformada por especialistas de la UTN y la UBA, personal del Servicio de Hidrografía Naval y del Instituto Nacional del Agua, entre otros. 

El propósito es que todos los grupos que trabajan por su cuenta puedan compartir saberes en torno a la energía undimotriz, (como se denomina a la generada por las olas). Asimismo, promueven el crecimiento de un centro de experimentación, a partir de la creación de piletones aptos para la realización de ensayos y la puesta en marcha de prototipos de prueba.

Investigadores de la UNLP y la UNQ desarrollaron una columna de agua oscilante, porque consideran que constituye una de las mejores técnicas que se propone convertir la energía de las olas de mar en electricidad. 

“En el mundo no hace mucho que se está trabajando en esto. Todavía no se ha seleccionado un dispositivo único. Hay un montón de patentes de gente que proponen maneras de extraer energía de las olas”, comenta el ingeniero electrónico Facundo Mosquera, que hace 5 años asumió este tema como parte de su final de carrera.

El experto pertenece al Instituto de Investigaciones en Electrónica, Control y Procesamiento de Señales (LEICI), dependiente de la UNLP y el CONICET, donde lleva adelante los estudios junto a los codirectores del proyecto Carolina Evangelista y Paul Puleston.

[Sitios estratégicos para instalar los equipos]

Se trata de una cámara hueca de hormigón o metal, que puede ubicarse en una escollera, o flotando en una boya, y que posee un orificio por debajo del agua donde la ola ingresa y sale.

Además la columna oscilante tiene un orificio por debajo del nivel del agua, que con el movimiento de la ola comprime y descomprime el aire y el flujo generado produce el movimiento de una turbina.

Los expertos señalan que también hay otros sistemas, como boyas que flotan y están conectadas a un pistón. A medida que la boya sube y baja, lo mueve y es el encargado de extraer energía. Pero, por ahora, se enfocan en la cámara hueca.

El aporte del grupo de la UNLP consiste en la puesta a punto de las técnicas de control realimentado, que permiten medir la velocidad con la que sube el pico de la ola y examinar cómo asciende y desciende el flujo de aire en la cámara. 

A partir de saber cómo funciona la turbina con el movimiento de las olas, el desafío es encontrar el punto de operación, el sitio estratégico en donde extraiga la mayor cantidad de energía y tratar de mantenerla en ese punto. Estos estudios se realizan a través de simulaciones en computadora.

Para llevar adelante el trabajo, los ingenieros de la UNLP establecieron vínculos con científicos de la Universidad de Maynooth (Irlanda), con quienes trabajan sobre un dispositivo aplicando técnicas de control, con el investigador de la UNQ y con el Politécnico di Torino (Italia). 

Los italianos desarrollaron un dispositivo propio y los especialistas del LEICI aportan sus conocimientos para mejorar el rendimiento energético. Mar del Plata se prevé como un buen punto de inicio para las primeras evaluaciones.

[Fuente energética para ciudades costeras]

La extensión costera argentina la convierte en un escenario atractivo para el diseño de sistemas que aprovechen las energías alternativas, que además se complementan con la solar, la eólica y otras. 

“Mar del Plata tiene infraestructura para poder realizar experimentos. Hay desarrollo costero, navíos, astilleros e institutos de investigación. Resuelve muchos aspectos centrales. Con el tiempo, veremos cuál es el mejor escenario, el más estratégico para aprovechar esta energía en Argentina”, agrega el especialista, que este mes realizará con sus pares del REMA una visita a la escollera norte de Mar del Plata.

Como antecedente, el ingeniero Mosquera menciona un equipo colocado en 2011 en una escollera de la ciudad de Mutriku, en el País Vasco. “La planta tiene una potencia instalada de 296KW y puede producir aproximadamente 300MW/h anuales, el equivalente al consumo de energía eléctrica de 100 familias en un año. 

Es chica, pero la ventaja que tiene es que además de utilizarse como defensa, ahora se puede extraer energía como un plus”, aclara. 

En el hemisferio norte se trabaja y se invierte muchísimo dinero desde hace décadas. En Argentina, en cambio, casi no se hablaba de esto hasta hace tres o cuatro años, no había desarrollo local porque tampoco había inversión en investigación”, explicó García Violini al matutino. 

Por otro lado, puntualizó que no hay forma de pensar en un mundo libre de carbono basado solo en el viento o el sol, también se necesita del mar: todos los sistemas renovables deben complementarse entre sí. 

De hecho, los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos en diversas provincias y las experiencias con los biodigestores y la biomasa van en la misma línea, aunque su capacidad es muy limitada. 

[Unificar proyectos, sumar voluntades]

Los investigadores remarcan que, de acuerdo a estudios realizados en la provincia de Buenos Aires, el punto de mayor energía de las olas se ubica entre Necochea y Quequén, donde además existe un puerto importante. 

Esa área es considerada por los ingenieros como un lugar estratégico para la instalación de un dispositivo que alimente al puerto y abastezca de energía renovable a los vecinos de la zona. 

“La idea es que todas las ciudades costeras grandes, como Mar del Plata, y las que tengan buen acceso a las olas puedan alimentarse de ese mismo recurso”, señala Mosquera. 

Los investigadores destacan como una ventaja de la energía undimotriz que puede haber olas aún sin viento, porque éstas pueden viajar muchos kilómetros desde el punto de generación hasta la costa.

Además consideran importante que profesionales de la ingeniería lleven adelante los desarrollos de manera interdisciplinaria, y por eso convocan a egresados y alumnos de diferentes carreras de la Facultad que quieran sumarse al desafío, desde ingenieros electrónicos hasta electromecánicos, aeronáuticos e hidráulicos.  

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