El presidente de Perú, Pedro Castillo Terrones, enfrentará este lunes al Congreso en medio de un juicio político impulsado por legisladores opositores, argumentando una “permanente incapacidad moral”.
El líder de Perú Libre ejercerá su defensa a tan sólo 8 meses de asumir la presidencia, a la cual accedió tras unas reñidas elecciones en instancia de balotaje sobre Keiko Fujimori; tras una crisis institucional donde tanto el cuerpo parlamentario como quienes ejercieron la administración del Poder Ejecutivo venían fuertemente cuestionados.
Desde las 15 horas de Perú (17 horas argentinas), iniciará la sesión donde Castillo leerá un discurso, para luego iniciarse el debate que concluirá con la votación de los legisladores. Para concretar la remoción del presidente, la oposición parlamentaria requiere, como mínimo, de 87 congresistas sobre un total de 130.
Sin embargo, no está confirmado hasta el momento que se consiga el apoyo requerido.
Según recogió la agencia American Press (AP), el titular del Ejecutivo se refirió brevemente al conflicto durante la semana pasada con un tono conciliador, mientras visitaba una escuela. Allí, afirmó que esperaba “cerrar la página” de este pedido de destitución para “seguir trabajando juntos”.
Desde su administración se invitó a funcionarios de la Organización de Estados Americanos (OEA) a ser testigos del debate, cuya “transparencia” consideraron fundamental “para la gobernabilidad del país y para la preservación y plena vigencia de la democracia en el continente”.
En tanto, no se trata de un proceso inédito ni mucho menos: en 2020 Martín Vizcarra fue destituido por esta vía, en medio de una crisis de credibilidad general de los representantes políticos. Y en diciembre de 2021 el propio Castillo había enfrentado un intento de destitución para el cual la oposición no consiguió los votos requeridos.
#TuCongresoInforma l El debate de la moción que propone declarar la permanente incapacidad moral del presidente @PedroCastilloTe, y por tanto, la vacancia presidencial, tendrá una duración de cuatro horas, más cinco minutos para los portavoces de bancadas. https://t.co/Vrc663IFkD
— Congreso del Perú 🇵🇪 (@congresoperu) March 28, 2022
Entre los argumentos del grupo de legisladores que impulsan este proceso, se encuentran tres investigaciones por corrupción y la acusación de una postulante para el puesto de colaboradora que lo acusó de formar parte de un mecanismo de corrupción por el cual recibe dinero a cambio del otorgamiento de licitaciones para obras públicas.
La incapacidad moral permanente es una cláusula incorporada hace más de 180 años en las leyes constitucionales peruanas y “no tiene una definición objetiva”, según los expertos. En el siglo XIX significaba “locura”, pero ahora muchos la relacionan con la corrupción.
Desde 2017 el Parlamento la han usado seis veces para intentar remover presidentes, contribuyendo a la inestabilidad política.
Para ilustrar esta situación basta con revisar la génesis del Gobierno democrático de Castillo, cuyo período presidencial precedente contó con dos años de mandato de Pedro Pablo Kuczynski (2018-2020), que debió renunciar por un escándalo de corrupción, en cuyo reemplazo acudió su vicepresidente, Martín Vizcarra (2018-2020).
En tanto, en los últimos meses también Vizcarra enfrentó el mencionado pedido destituyente por incapacidad moral, que derivó en mandatos interinos de Manuel Merino y Francisco Sagasti hasta la celebración de los comicios.
Entre medio, las calles de Lima y de las principales ciudades del país se llenaban de manifestantes en expresión de esta crisis de representación política, cuya institución más erosionada -y hacia donde apuntaban buena parte de los cuestionamientos- era el propio parlamento.
En medio de las jornadas de lucha de noviembre de 2020, se sucedieron Vizcarra, Merino y Sagasti, y se registraron dos muertos y más de 200 heridos.
Según relevó AP, tanto el Congreso como el presidente son actualmente impopulares en el país andino, aunque el ámbito parlamentario continúa siendo el más percudido en el imaginario popular. Un sondeo del Instituto de Estudios Peruanos publicado en febrero por el diario La República indica que el Parlamento tiene 82% de desaprobación, mientras que Castillo alcanza 63% de impopularidad.