
Massa, a los gritos]
Enojado por tener que cumplir las órdenes del presidente de la UCR Gerardo Morales, el jefe de los diputados radicales Mario Negri se tomó revancha con Sergio Massa y lo obligó a subir a su despacho para negociar la ley que permite acordar con el FMI.
Sólo quería que sufriera un rato y así lo hizo, con un intercambio de gritos e insultos que duró varios minutos hasta encauzar la negociación. Después, el cordobés no tuvo otra opción que ceder y pagar el costo interno.
En su bloque, de 32 diputados, había varios descontentos por la presión de Morales en la reunión de comisión, cuando pidió sin vueltas que aprobaran la ley. Después se los fue a plantear a una reunión privada. Le hicieron caso.
[Piedrazos a Cristina]
Cristina Kirchner estaba en su despacho durante la sesión de Diputados cuando le destrozaron los vidrios a piedrazos, que rompieron varios objetos y podrían haberla herido.
Los proyectiles también rompieron las ventanas del jefe de bloque oficialista José Mayans, un piso más arriba, y se dieron en medio de una manifestación de la izquierda en contra del acuerdo con el FMI que hasta ese momento era pacífica.
Los testigos aseguran que fue un lapso de 5 minutos en el que un grupo de manifestantes incendiaron contenedores y arrojaron bombas de pintura y proyectiles dirigidos a la oficina de la vicepresidencia.
La policía estaba en la otra esquina y cuando llegó ya era tarde, al punto que algunos efectivos fueron alcanzados por el fuego. El personal de Seguridad del Senado cree que hubo zona liberada o impericia, que para el caso es lo mismo.
[Lospennato, ausente]
Silvia Lospennato, la secretaria parlamentaria del PRO, pasó un fin de año complicado después de convocar a una sesión especial para aprobar la baja del impuesto a los bienes personales, quedar en minoría y permitir que el oficialismo reescriba la ley a su gusto.
Tamaña torpeza fue posible porque no chequeó cuantos diputados de Juntos por el Cambio estaban en el exterior y mantuvo la convocatoria cuando supo que perdería.
Para que no la vuelvan a acusar, prefirió no participar de la negociación del acuerdo con el FMI y delegó en Luciano Laspina la decisión de convencer a los propios. Evitó además una nueva disputa entre halcones y palomas.
[Lopez Murphy, liberal]
Ricardo López Murphy votó en contra del acuerdo con el FMI, pese a que Juntos por el Cambio había decidido acompañar. Fue el único diputado del interbloque que se desmarcó y ya lo mencionan como un “liberal infiltrado”.
No exageran: el ex ministro participa de cumbres con José Luis Espert y Javier Milei organizadas por usinas liberales que pululan por América Latina y lo tienen en cuenta.
Lo curioso es que López Murphy fue uno de los primeros que pidió eliminar del proyecto el memorándum económico y aún cuando el oficialismo aceptó, no acompañó.
[Los nervios de Schiaretti]
El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, saltó del sillón de su despacho cuando leyó en La Voz del Interior, el tradicional diario de su provincia, que sus tres diputados votarían en contra el acuerdo con el FMI.
Así lo habían anunciado a través del jefe de su interbloque, el bonaerense Alejandro Rodríguez, pero en realidad la intención era acompañar la ley y rechazar el memorándum económico si se mantenía en el texto.
Finamente, Juntos por el Cambio logró excluirlo, pero antes el jefe del bloque cordobés, Carlos Gutiérrez, aclaró en la comisión que no bloquearían la ley. Schiaretti tiene motivos para no hacerlo: es una de las provincias que paga deuda en dólares, tomada en 2016 por consejo de Mauricio Macri. Si había default nacional, su provincia corría le mismo destino.