[¿Reproche?]
En el acto de apertura de sesiones ordinarias del 1 de marzo, Alberto Fernández inauguró una nueva práctica: reclamar por leyes cajoneadas por su propio bloque.
El presidente citó varios de los 18 proyectos que incorporó en el paquete de extraordinarias, que nunca se trató. Son los casos de la ley automotriz, la de electromovilidad y la de compre argentino, entre otras.
Sergio Massa no se movió para crear las comisiones. En la oposición reclamaron algunos lugares y no encontraron demasiado entusiasmo por sesionar antes de marzo.
Lo curioso es que esas leyes forman parte de un plan para sumar 25 mil millones de dólares de exportaciones a 2030 incluido en el primer acuerdo con el FMI. No le está siendo fácil hacerlo andar.
[Palos a la Corte]
Alberto Fernández le pegó duro y parejo a la Corte Suprema en la apertura de sesiones, tanto que no parece fácil encontrar un antecedente similar, ni siquiera cuando Cristina Kirchner chocaba de frente con los Tribunales.
Con los 4 supremos a unos metros de distancia, los acusó de haber frenado un fallo sobre la declaración de servicio público de las telecomunicaciones, por complicidad con las empresas.
Se trata de Telefónica, América Móvil (Claro) y Telecom, del Grupo Clarín. Además, planteó discutir la “conformación” de la Corte, una idea que flota en el congreso hace años y no encuentra consenso.
Hay quienes quieren ampliarla y otros que prefieren que siga con 5 miembros, pero sean elegidos con otros criterios. El debate llegará tarde o temprano.
[Massa, full time]
Sergio Massa gestionó con Gerardo Morales el cambio al articulado del acuerdo con el FMI que permitirá el respaldo de Juntos, aun con las ganas de votar en contra que tiene el PRO.
Su otra gestión fue telefonear al círculo rojo de empresarios argentinos para que ablanden a Juntos por el Cambio, hasta responsabilizarlos de un desenlace de default.
Y la tarea más difícil es contener a Máximo Kirchner de al menos no militar la derrota con llamados inoportunos. Sólo publicó videos para que los vea su tropa.
Además, el exjefe de bloque aceptó que los dos diputados de la comisión de presupuesto que le responden (Marcos Cleri e Itahi Hagman) le dejen su lugar a otro.
[Cristina, dueña del Senado]
Cristina Kirchner confirmó que la elección de noviembre no le quitó el control del Senado, pese a los #hastag de campaña de Patricia Bullrich.
Las comisiones se repartieron con mayoría de integrantes del Frente de Todos y la vicepresidenta se quedó con las que le interesan.
La principal es Acuerdos, donde Anabel Fernández Sagasti mantiene en el freezer los pliegos de jueces que envía Alberto Fernández y no le gustan a su jefa. El principal es el del candidato a procurador Daniel Rafecas.
Tampoco pasó por el filtro de Sagasti la candidatura de Cristina Caamaño a la presidencia de la Agencia Federal de Inteligencia, que controla como interventora.
[El artilugio de Guzmán]
Martín Guzmán no está dispuesto a negociar en detalle el acuerdo con el FMI y cuando le pidieron dividir la refinanciación de los memorándums con las políticas económicas, apeló a una trampa un tanto burda.
Aceptó el reclamo, pero el artículo que refiere a los memorándums dice que es complementario del stand by, o sea, no se pude votar uno sin el otro. Guzmán no lo acepta.
El artilugio molestó a la oposición, pero se encuentra atrapada por la presión del establishment para votarlo. Aunque no quiera hacerlo.