[Senado rebelde]

Alberto Fernández no tiene quien lo escuche en el Senado. O al menos entre los que mandan. José Mayans le pidió y logró que el acuerdo con el FMI sea enviado a Diputados y advirtió sobre una rebeldía en su bloque que lo puede complicar, a no ser que en Juntos mantengan su compromiso de abstención.

Oscar Parrilli, mano derecha de Cristina Kirchner, recibió a Chris Marsh, un exfuncionario del FMI que recomienda anular el stand by de 2018 y no pagar. Todo un desafío.

Nervioso, Fernández jugó sucio: gestionó una entrevista del senador Edgardo Kueider en radio Mitre para que apoye el acuerdo y critique a sus compañeros.

Mayans también recibió duro y parejo de periodistas con credencial de ingreso en Olivos, como Gustavo Silvestre, de C5N. El vínculo no será fácil.

[Cornejo, asustado]

El jefe de Juntos por el Cambio en el Senado Alfredo Cornejo no debutó bien: en diciembre tuvo un intento fallido por dejar sin quórum la sesión y casi le cuesta las presidencias de comisiones que tiene el interbloque.

El jefe del oficialismo, José Mayans, advirtió que se la quitaría y cuando lo tuvo cara a cara, lo maltrató. Hubo gritos, reproches y una amenaza: habrá presidencias de comisiones para la posición cuando él quiera, pero si no cumplen un acuerdo, se las quita.

Mayans no le perdona a Cornejo haberlo denunciado en la justicia por un supuesto incumplimiento de horarios, segundos después de iniciada la sesión con quórum aportado por una exaliada suya.

La primera respuesta del oficialismo fue echar a 40 empleados radicales que no iban a trabajar. Ahora lo tuvo cara a cara. Y no será la última.

[Massa, el presidente que no sesiona]

En Diputados podría no haber sesiones todo febrero, pese a que allí descansan 16 de los 18 proyectos que Alberto Fernández pidió tratar en sesiones extraordinarias.

Según el presidente Sergio Massa, se debe a que Juntos no quiere arreglar la composición en las comisiones, que no debería variar mucho de las que hubo hasta diciembre porque los bloques siguen casi con la misma cantidad de integrantes.

Pero en la oposición aseguran que la comunicación fue casi inexistente, con un dato no menor: la encargada de buscar consensos es Paula Penacca, mano derecha de Máximo Kirchner.

Además, en diciembre Massa armó la comisión de presupuesto por resolución y bien podría repetir el trámite con las que necesite. Parece que no hay entusiasmo por sesionar. De nadie.

[La agenda de Alberto]

El presidente inaugurará las sesiones ordinarias el 1 de marzo y nadie espera grandes anuncios. Sólo hizo trascender que habrá una ley de salud mental y una nutrida agenda ambiental.

Presentará otro proyecto para proteger humedales, pero nadie sabe si hablará de algo más que del acuerdo con el FMI, que enviaría al día siguiente.

Tampoco está claro si lo aplaudirá todo el bloque oficialista, o sólo una parte. Sera uno de los detalles a seguir de cerca.

[¿La oposición abre los recintos?]

En el Senado el oficialismo no abrirá el recinto si no tiene garantías de tener a sus 35 miembros y 2 aliados sin COVID-19.

Y en Diputados a Massa parece no interesarle demasiado en poner la cara a insultos de Juntos por el Cambio.

¿Qué tiene que pasar para sesionar? Que la oposición quiera hacerlo y eso ocurrirá con los proyectos que les gusten y están dispuestos a debatir en minoría.

Los principales son ficha limpia, que prohíbe candidatos que tengan causas por corrupción; y la boleta única, una modificación al sistema electoral que el oficialismo se resiste.