Carrió vs. Bullrich, el duelo de Juntos que puede salvar el acuerdo con el FMI - Política y Medios
15-07-2025 - Edición Nº6374

LA INTERNA, DESDE ADENTRO

Carrió vs. Bullrich, el duelo de Juntos que puede salvar el acuerdo con el FMI

Lilita salió a disputar la agenda en Juntos, el juego que más le gusta y del que parecía haberse retirado. Y el más favorecido podría ser Alberto Fernández, nada menos que con la sanción de la ley que avale su acuerdo con el FMI, resistida por Máximo Kirchner.

Elisa Carrió salió a disputar la agenda en Juntos por el Cambio, el juego que más le gusta y del que parecía haberse retirado. Y el más favorecido podría ser Alberto Fernández, nada menos que con la sanción de la ley que avale su acuerdo con el FMI, resistida por Máximo Kirchner.

La elegida de Lilita para confrontar puertas adentro de la oposición es Patricia Bullrich, afianzada como presidenta del PRO, con aspiraciones de llegar a la Casa Rosada y un padrinazgo explícito de Mauricio Macri.

A Carrió nunca le agradó su protagonismo. Receló de sus banderazos en los primeros meses de la pandemia que la posicionaron como jefa de los “halcones”, una fracción del PRO no dispuesta a sentarse en la misma mesa del presidente, sea cual sea la urgencia.

Y sufrió su muñeca en el cierre de listas de las elecciones legislativas, cuando debió ceder varias bancas por falta de maniobra en las mesas chicas de cada provincia.

Obsesiva de la estrategia política, Carrió entendió que la exministra se apoderó del “extremo” de Juntos por el Cambio y optó por pararse en el centro para enfrentarla. Es un modo de sobrevivir: sus denuncias por corrupción pasaron de moda, es tiempo de tomar las calles con la ayuda de redes sociales y ahí no tiene quien le escriba.

En su versión edulcorada, Lilita le ofrece un negocio mutuo a Alberto: sus diputados dejarían pasar sus leyes si en el camino pueden poner su marca de agua.

Lo intentó en el presupuesto, cuando su jefe de la Coalición en Diputados Juan López trató de imponer una abstención en Juntos por el Cambio que le permita al Gobierno aprobarlo y en tal caso usar la mayoría opositora para borrar algunos artículos.

No lo consiguió y cedió ante los halcones, que arrastraron al PRO y a una parte de la UCR. La otra, referenciada en los gobernadores, trató de seguir los pasos de Lilita, pero quedaron en minoría. “Nos hubiéramos llevado algo más que un título”, se lamentó López en el recinto.

Esta semana, Carrió decidió que en la negociación con el FMI no iba a correr de atrás. Y cuando escuchó a Bullrich anunciar que Juntos rechazaría el acuerdo si no lo aprobaba La Cámpora, salió a jugar.

 Instruyó a López y a Maximiliano Ferraro (presidente de la Coalición Cívica) a anticipar en la reunión de la mesa de Juntos que no acompañarían esa moción. Que lo mejor es votar a favor, mostrarse como salvadores de la patria y exponer la rebeldía juvenil de La Cámpora.

 Bullrich los escuchó por zoom, no opinó y aceptó un comunicado liviano, en el que sólo le pedían a Alberto evitar el default.

 Como cada jueves, Carrió viajó desde su chacra de Exaltación de la Cruz a su fundación Hannah Arendt, desde donde participó de un zoom junto a Mario Quintana, encargado de contenerla cuando era coordinador de Gabinete de Macri.

 Lo eligió para exponer su postura sobre el FMI: “Sin ley el dólar se va a 350 pesos”, advirtió. Desde su oficina, le ordenó Maricel Etchecoin Moro (diputada provincial y su mano derecha de siempre) organizar un plenario federal para el sábado, también por zoom.

Ante los suyos pidió “acompañar y discutir” el acuerdo con el FMI. En ese orden. Sus 10 diputados son menos que los que puede juntar Máximo, pero buena parte de la UCR está dispuesta a seguirla, temerosa de los coletazos económicos de un default.

Ahí se anota nada menos que Gerardo Morales, gobernador de Jujuy y presidente del partido, que en enero intentó un mea culpa colectivo de Juntos por el crédito al FMI, chocó con Patricia y se quedó solo.

A los mandatarios provinciales, de cualquier color político, salir del sistema financiero los aterra: todos tienen que pagar deudas en dólares que tomaron por consejo de Macri. Nunca pensaron que podía ayudarlos Carrió, pero así es.

En la Casa Rosada no terminan de aceptar que Lilita tiene la carta de su victoria en la interna que iniciaron con el ya ex jefe del bloque de diputados, dispuesto a resistir hasta dónde sea un acuerdo con el FMI.

Una abstención, anunciada y firmada por la oposición, hasta le permitiría al presidente y al hijo de la vice exponer sus diferencias sin consecuencias de corto plazo. Carrió busca llegar a ese escenario. Son otros tiempos. Y otros actores.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscribite a nuestro boletín de noticias