Alberto Fernández punteó con Vilma Ibarra los 18 proyectos para tratar en sesiones extraordinarias, pero como ocurre en estos casos, hubo más ruido por los que no incluyó y no hicieron más que mostrar las internas del Gobierno.
Por caso, no está la ley de envases que pide Máximo Kirchner y no tiene respaldo en la oposición, ni la de hidrocarburos que desprecian los gobernadores de las provincias petroleras; pero sí estuvieron todos los proyectos que pide Matías Kulfas desde agosto, como la ley automotriz y la de cannabis a escala industrial.
Hasta ahora Diputados los tiene cajoneados por decisión del oficialismo. Los gobernadores con partidos provinciales fueron bendecidos con transferencias de inmuebles y Sergio Massa logró incorporar un proyecto para crear una Universidad en Tigre. ¿Tiene los votos?
Las últimas dos sesiones de 2021 tuvieron como condicionante los legisladores que daban positivo de coronavirus antes de entrar al recinto y dejaban a sus bloques con uno menos.
En Diputados le pasó a Camila Crescimbeni del PRO y en el Senado al oficialista Guillermo Andrada. Recién empezaba la ola de omicron que nunca terminó y cuando reanude la actividad el problema persistirá.
El jefe del oficialismo en el Senado José Mayans intentó convencer al radical Luis Naidenoff de volver a las sesiones remotas, pero no hubo caso. En estas condiciones, sólo se podrán tratar temas de unanimidad por un buen tiempo. Hasta que no haya pandemia.
El Frente de Todos puede juntar una mayoría en el Senado con respaldo de los aliados de Misiones y Río Negro, pero en Diputados no llega y necesita ayudas ocasionales de la izquierda, los cordobeses, los socialistas santafesinos o los peronistas de Lavagna. ¿Y quién las va a juntar para garantizar que los 18 proyectos de extraordinarias sean aprobados? Nadie lo sabe con certeza. Ni ellos.
Máximo Kirchner habla con la izquierda pero poco con el resto. Sergio Massa se dedica a cuestiones burocráticas. Y Alberto Fernández cree que no es asunto suyo. No será fácil sancionar leyes. Nunca.
Cristina Kirchner y Sergio Massa deben ofrecerle a la oposición presidencias de comisiones para cumplir con el reglamento, que obliga a repartirlas en proporción de la distribución de fuerzas en el recinto.
Se descuenta que se quedarán con la de gestión, como Presupuesto y Legislación General, pero algo deben ceder de las demás y no saben bien cuales. En Diputados Juntos pide Agricultura y en el Senado no hubo reclamos, pero está la esperanza de sostener para el radical Mario Fiad la de Salud.
El debate será la semana que viene, porque ante la diversidad de proyectos incluidos en extraordinarias, casi todas las comisiones deben crearse.
Los referentes de Juntos por el Cambio prometen unificar los proyectos que presentaron sus legisladores para cumplir con el fallo de la Corte que pidió reformar la composición del Consejo de la Magistratura vigente desde 2006.
Casi todos proponen que el máximo tribunal vuelva a presidir el organismo, pero aparecieron algunos que no, como el del radical formoseño Fernando Carbajal o los de Carla Carrizo, de Evolución, el bloque de diputados referenciado en Martín Lousteau.
Ernesto Sanz, que oficia de operador de la Corte y de la UCR al mismo tiempo, lideró la tanda de llamados para que al menos un cortesano vuelva a liderar la Magistratura, un cargo que le permitiría controlar el presupuesto del poder judicial.
Varios radicales le dijeron que está bien que vuelva con un consejero, pero no se le puede dar tanto poder gratis. Alberto envió un proyecto al Senado que omite a los jueces supremos y se relame con la interna opositora. Hay tiempo hasta abril.